“Nicaragua vive una situación muy crítica, tal vez el momento más difícil para el ejercicio del periodismo y de las libertades públicas en general”, afirma a DW Carlos Fernando Chamorro.
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A casi nueve meses de iniciada la mayor crisis política en la historia reciente de Nicaragua, el presidente Daniel Ortega parece haber sofocado la protesta social. Con más de 570 personas encarceladas, incluyendo a dos conocidos periodistas, el gobierno controla las calles mientras fortalece el cerco en torno a la prensa independiente y a varios dirigentes políticos que apoyaron la llamada "rebelión de abril".
Así, antes de concluir el año, la Policía clausuró repentinamente el Canal 100% Noticias, principal televisora crítica a Ortega, y envió a prisión a su director general, Miguel Mora, y a su jefa de prensa, Lucía Pineda Ubau. Un juez local admitió una acusación contra ambos por "instigar el odio y la violencia” y programó la audiencia inicial para el 25 de enero.
Unos días antes, la Policía había ocupado también por la fuerza la redacción de la publicación "Confidencial” y de los programas de televisión "Esta Noche” y "Esta Semana”, pertenecientes al prestigiado periodista Carlos Fernando Chamorro, también acusado por voceros del gobierno de participar en "un golpe de Estado terrorista”.
"Nicaragua vive una situación muy crítica, tal vez el momento más difícil para el ejercicio del periodismo y de las libertades públicas en general”, afirma Chamorro en entrevista con DW en Managua, donde permanece pese a las amenazas de muerte que ha recibido en las redes sociales, a través de videos anónimos y mensajes de activistas del oficialismo.
A su juicio, la crisis de derechos humanos que vive el país (325 personas murieron, 2.000 resultaron heridas y 52.000 emigraron desde abril según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH) es "también una crisis de la democracia y plantea una verdadera situación de emergencia” nunca vista en Nicaragua.
"Este año comienza bajo el signo de la represión de la dictadura de Ortega y (su mujer y vicepresidenta) Rosario Murillo, que han impuesto un estado de excepción de facto. Saben que como responsables de crímenes de lesa humanidad no están habilitados para seguir gobernando y que su régimen, aislado y condenado internacionalmente, sólo puede sostenerse con represión”, expresa el comunicador de 62 años.
Tras la ocupación "arbitraria e ilegal” de sus medios de comunicación, el pasado 14 de diciembre, Chamorro y su equipo de periodistas se atrevieron a encarar a los jefes de la Policía y fueron expulsados del cuartel por un contingente de efectivos antimotines.
"Vengo blindado por la moral de mis padres”, respondió ahí a sus colegas en alusión a Pedro Joaquín Chamorro, el legendario director de "La Prensa” que fue asesinado en 1978 por sicarios del dictador Anastasio Somoza, y a Violeta Barrios de Chamorro, la ex presidenta que gobernó Nicaragua de 1990 a 1997, logrando poner fin a casi 10 años de una cruenta guerra entre sandinistas y "contras”.
Para el influyente periodista, la única salida a la crisis del país pasa por la aprobación de reformas políticas que permitan adelantar las elecciones presidenciales previstas para 2021, algo que Ortega ha rechazado con contundencia.
Pese a la correlación de fuerzas desfavorable para la oposición y al riesgo de ser él mismo encarcelado en cualquier momento, Chamorro dice no haber perdido las esperanzas en una transformación política, porque a su juicio "el cambio ya ocurrió… Nicaragua no es el mismo país de antes de abril”.
"A pesar de la represión y la persecución, de la prohibición de las marchas, del encarcelamiento de centenares de personas y del ataque a la libertad de prensa y de expresión, en Nicaragua ya se han sentado las bases de un nuevo país”, insiste.
Sin embargo, y aunque no piensa por ahora en marcharse al exilio, reconoce que vive "bajo una situación de amenaza y de riesgo extremo, como todos los ciudadanos que se atrevieron a participar en las protestas cívicas”. Antiguos guerrilleros, diputados y diplomáticos sandinistas que abandonaron el partido de Ortega también corren peligro de ser encarcelados, puesto que son considerados "traidores a la patria”.
De hecho, el lunes recién pasado, efectivos de la Policía allanaron la casa de la ex comandante guerrillera Dora María Téllez, fundadora del disidente Movimiento Renovador Sandinista (MRS), al que el gobierno acusa de promover el "fallido golpe de Estado” en su contra. Téllez no se encontraba en la vivienda pues permanece bajo resguardo desde hace meses en algún lugar no divulgado.
Otras figuras de la misma agrupación política, proscrita por el Parlamento sandinista hace varios años, han denunciado episodios de persecución por parte de agentes policiales y elementos paramilitares cuando entran o salen de sus residencias, mismas que permanecen vigiladas desde el aire por drones equipados con cámaras de televisión.
Gabriela Selser, desde Nicaragua
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"Miradas en resistencia": la crisis de Nicaragua en fotos
En medio de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua surge un movimiento compuesto por artistas nicaragüenses que dan testimonios impresionantes y dolorosos de los eventos que han marcado a toda una nación.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Las calles que resisten"
La exposición fotográfica "Miradas en resistencia" es una muestra interdisciplinaria de arte que surge durante las protestas y la resistencia en Nicaragua. Miles de nicaragüenses, sobre todo estudiantes, se sumaron a las protestas desde el 18 de abril. En la foto, un mortero, proyectil casero que usan los manifestantes para defenderse de la represión por parte de la Policía antidisturbios.
Imagen: La Fritanga Nic
"Represión UNI"
Alvaro Cantillano captó el momento en que universitarios de la UNI se protegen ante un enfrentamiento con las fuerzas especiales paramilitares. Las zonas aledañas a las universidades fueron puntos de confrontación entre manifestantes y las fuerzas antidisturbios. Se dieron muchas muertes, en su mayoría estudiantes desarmados, víctimas del armamento empleado por el gobierno de Daniel Ortega.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Tala Chayo"
Los "Árboles de la Vida", conocidos popularmente entre los nicaragüenses como los chayo palos, son construcciones metálicas que se encuentran por toda Managua, y que son un símbolo del gobierno Ortega-Murillo. Los manifestantes han derribado muchos de ellos, como muestra del rechazo a la represión que ejerce el gobierno en el país. La muestra puede verse en varias ciudades de Alemania.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Gritamos por Nicaragua"
Después de las primeras muertes, los nicaragüenses se volcaron a las calles exigiendo justicia y la salida del presidente Ortega. Mich Sequeira muestra a manifestantes que piden por el cese de la represión y la reconstitución de la democracia. Esto generó una fuerte ola de violencia por parte del gobierno, el cual utiliza “fuerzas de choque” para impedir que la se gente siga con las protestas.
Imagen: Mich Sequeira
"Universidad Nacional Autónoma"
Las barricadas formadas con adoquines son un símbolo de resistencia física en las protestas. Estas han sido utilizadas por los mismos ciudadanos, en su mayoría estudiantes. Las barricadas sirven para proteger a los manifestantes cuando la Policía y las fuerzas paramilitares entran a los recintos estudiantiles a realizar los llamados "Operativos limpieza". Está es la entrada de la UNAN.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Gritamos por Nicaragua" (2)
La Iniciativa Nicaragüense de Defensores de Derechos Humanos registró al menos 182 denuncias de agresiones, incluyendo detenciones arbitrarias, tratos crueles, torturas y violaciones a los derechos humanos por parte de policías, paramilitares y funcionarios del régimen. Al gobierno de Ortega se lo acusa de criminalizar las protestas y realizar presecusiones.
Imagen: Mich Sequeira
"La Pedrada"
Cientos de fallecidos, presos políticos y miles de nicaragüenses refugiados en Costa Rica: ese es el resultado de la violencia y la represión paramilitar ejecutadas por el gobierno. Muchos perdieron a sus familiares durante las protestas. Aquí, ciudadanos rinden homenaje a los caídos durante las manifestaciones.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Nicaragua Libre"
Ese es el anhelo de muchos nicaragüenses desde el pasado 19 de Abril, cuando se iniciaron las protestas. Una Nicaragua libre, donde haya un cese a la represión, liberación de los presos políticos y justicia por los muertos en las protestas. En su último informe, la Comision Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reportó mas de 400 personas asesinadas, así como de 1.800 detenciones arbitrarias.
Imagen: Mich Sequeira
"Masaya libre"
Conocida como la "ciudad de las flores", está ubicada a 27 km de Managua. Masaya se mantuvo durante semanas consecutivas en paro total contra el régimen de Ortega. Las murallas de adoquines se encontraban por toda la ciudad y fueron la principal defensa de sus habitantes contra las fuerzas represoras. Muchos perdieron sus vidas al pie de estos puestos, luchando por una "Masaya libre de dictador".
Imagen: La Fritanga Nic
"El pueblo perdió el miedo"
Y Ortega perdió al pueblo. Cientos de miles de nicaragüenses salen a las calles a protestar por la reconstitución de la democracia. En las protestas se puede ver a los manifestantes ondeando sus banderas azul y blanco. Muchos afirman que no dejarán de protestar hasta que salga el régimen Ortega-Murillo. Esta ha sido la crisis sociopolítica mas violenta en los últimos 40 años.
Imagen: Mich Sequeira
"Una nueva Nicaragua"
El anhelo de muchos nicaragüenses: la salida de un régimen autoritario. La historia pareciera repetirse como hace 40 años, cuando los nicaragüenses lucharon contra una de las dictaduras más despiadadas, la de Somoza. La gran diferencia es que el actual presidente Ortega no se está enfrentando a guerrilleros armados, sino a ciudadanos, quienes cuentan con solo la bandera azul y blanco como defensa.