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“Nicaragua se posiciona simbólicamente junto a Moscú”

Luna Bolívar Manaut4 de septiembre de 2008

Nicaragua ha reconocido la independencia de Abjazia y Osetia del Sur. ¿Qué valor jurídico tiene este acto? DW-WORLD habló con Oliver Dörr, experto en derecho internacional de la Universidad Osnabrück.

La OTAN "cerca a Rusia", opina Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.Imagen: AP

"El Gobierno de Nicaragua reconoce la independencia de las repúblicas de Osetia del Sur y Abjazia”, declaró el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, en un discurso ante la jefatura del Ejército. El país centroamericano hace suya la posición rusa y se alinea con Moscú: mientras Europa y Estados Unidos, responsables de las “políticas hegemonistas”, siguen negándose a desplazar las líneas fronterizas georgianas.

Sobre el significado del acto habló DW-WORLD con Oliver Dörr, profesor de derecho internacional y europeo en la Universidad alemana de Osnabrück.

DW-WORLD: ¿Cuándo es un territorio un Estado?

Oliver Dörr: Para responder a esa pregunta hay que tener en cuenta dos cuestiones. Por un lado, el derecho internacional dispone de tres criterios clásicos a la hora de decidir sobre la categoría de Estado, que son: la existencia de un territorio, de una población y de una organización estatal efectiva.

Cumplir con los dos primeros criterios no supone para Osetia del Sur y Abjazia ningún problema. El tercero resulta más complicado, porque esa organización tiene que ser independiente de otros Estados y, sin el apoyo de Rusia, cabe dudar que estas regiones fueran capaces de administrarse, defender sus fronteras y mantener relaciones internacionales. Una bandera y un himno no bastan: hay que estar en condiciones de existir en solitario.

Pero por otra parte, estos criterios se relativizan porque el derecho internacional habilita, y al mismo tiempo exhorta, a los Estados a manifestarse sobre este tipo de asuntos, lo que puede llevar, como ha sucedido ahora, a que Nicaragua considere que Abjazia y Osetia del Sur reúnen los requisitos para ser Estados.

Ciudadanos sudosetios celebran el reconocimiento de su independencia por parte de Moscú.Imagen: AP

Es decir, que relevante a la hora de ser reconocido como Estado es que exista quién conceda ese reconocimiento…

No exactamente… El reconocimiento es una declaración que confirma una situación, pero no crea Estados por sí mismo, no es constitutivo. Esto es así para evitar que proliferen Estados donde no los hay sólo porque han sido reconocidos, y al contrario: para evitar que algunos Estados puedan entorpecer el nacimiento de otros que ya existen de facto.

Por eso son importantes esos tres criterios de los que hablaba antes: ¿posee un territorio, un pueblo, puede administrarse efectivamente? Sí, es un Estado. No, pues no lo es.

Pero, pensando en el caso de Kosovo, un ejemplo que ha tenido tanta influencia en todo lo que está sucediendo, ¿puede decirse que esta región se administra efectiva e independientemente?

Seguramente no. Puede que Kosovo vaya camino de ser independiente, pero la administración kosovar sigue necesitando de la Comunidad Internacional, que ha sido además quien la ha instalado y quien la controla.

Así que el reconocimiento sí puede ser determinante…

Sí, eso es cierto, a medio plazo es relevante.

¿Tiene alguna importancia el número de Estados que han reconocido a otro?

La cantidad puede ser un indicio de la existencia de esa administración. Se puede decir: 'tienen tal cantidad de contactos internacionales y relaciones exteriores que la organización estatal debe funcionar'. Y al contrario: si sólo tres Estados han reconocido a otro da la impresión de que la motivación ha sido más política que de otro calibre, como sucede por ejemplo en el caso del norte de Chipre, cuya independencia sólo acepta Turquía.

¿Tiene alguna importancia quiénes son los Estados que reconocen?

En teoría no. Desde el punto de vista jurídico todos los Estados son iguales y la opinión de Nicaragua cuenta tanto como la de Estados Unidos. La realidad, y eso lo sabemos todos, es muy diferente: un reconocimiento por parte de Estados Unidos acerca a cualquier región mucho más a esa administración efectiva que un reconocimiento por Nicaragua, y más si se trata de regiones tan alejadas de Centroamérica como Abjazia y Osetia del Sur.

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Estados Unidos defiende la integridad territorial de Georgia.Imagen: AP

¿Qué es lo que mueve a un Estado a reconocer a otro? Porque no parece que los tres criterios del derecho internacional dicten aquí las pautas…

Esa pregunta supera a cualquier experto en derecho, pero en el caso de Nicaragua me imagino que es el acercamiento a Rusia lo que se está buscando: ese acto simbólico de posicionarse al lado de Moscú.

Pero el derecho internacional también prohíbe el reconocimiento de cosas que no existen. Es decir, que si se considera que en Abjazia y Osetia del Sur no se dan las condiciones para que sean Estados, estas regiones siguen perteneciendo a Georgia, y si Nicaragua las reconoce está violando el derecho a la integridad territorial de Georgia.

¿Pero quién decide si las condiciones se dan o no?

Cada Estado lo decide para sí mismo. La Unión Europea, por ejemplo, considera que Abjazia y Osetia del Sur forman parte de Georgia, y así lo ha decidido. Estados Unidos también. Rusia se ha decidido por lo contrario.

Objetivamente sólo se puede saber cuando se pronuncia un tribunal, pero para que eso suceda todos los Estados implicados tienen que consentir el proceso. El derecho internacional se rige por el principio del consenso, lo que significa que un tribunal sólo es competente cuando todas las partes implicadas aceptan esa competencia.

Suena a que al final todo el mundo hace lo que quiere…

En el fondo sí. Estamos ante Estados soberanos que se relacionan unos con otros y sólo se les puede llamar la atención, por ejemplo a través del Tribunal Penal Internacional, si ellos se dejan. Es como una guardería en la que los niños están obligados a convivir y crean sus propias normas.

Por lo tanto, aunque Georgia pudiera llegar a denunciar a Nicaragua ante el Tribunal Penal Internacional, Nicaragua podría no aceptar la jurisprudencia del TPI…

Quizás Nicaragua la haya aceptado ya: hace 20 años el país recurrió en un caso muy famoso al TPI y puede que ese acto de reconocimiento de la competencia de la Sala se extienda a todas las querellas posteriores. Y Georgia podría por lo tanto denunciar a Nicaragua.

¿Y entonces?

El proceso judicial duraría varios años, de cuatro a cinco o si la cosa va muy ml incluso más. Después La Haya dictaría sentencia. Los jueces del TPI podrían considerar que el reconocimiento de Abjazia y Osetia del Sur por parte de Nicaragua es una intrusión ilegal en los asuntos internos de Georgia, o al contrario.

Pero lo más seguro es que para entonces la situación política fuera otra, y la mayoría de las veces los Estados llegan a un acuerdo antes de que el tribunal tenga oportunidad de pronunciarse.