Maduro admite que el desempleo y la pobreza crecieron
13 de enero de 2021
El presidente de Venezuela dijo que estas son "heridas" que "obligan" al Gobierno a multiplicar las formas de protección a las familias a través de bonificaciones.
Publicidad
Venezuela percibe 98,6 por ciento menos ingresos que en 2013, el año en que Nicolás Maduro llegó a la Presidencia, según el propio mandatario explicó este martes (12.01.2021) durante su mensaje anual.
"Pasamos de tener más de 50.000 millones de dólares (56.609 millones) en 2013 a disponer apenas de 743 millones en el año 2020", dijo el gobernante ante la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de contundente mayoría oficialista.
En su rendición de cuentas sobre el ejercicio del poder en 2020, el presidente también admitió que el desempleo y la pobreza crecieron, si bien los márgenes presentados son muy inferiores a las estimaciones no gubernamentales, según las cuales la gran mayoría de personas venezolanas vive en la miseria. Asimismo, Maduro reconoció que el bombeo de la estatal petrolera PDVSA cayó 69 por ciento entre 2015 y 2019, un fenómeno que llevó al país caribeño a perder ingresos por el orden de los 102.500 millones de dólares.
El mandatario presentó una gráfica en la que se aseguraba que para marzo de 2015 Venezuela producía 2.817.000 barriles de petróleo por día. No indicó cuántos barriles por día produce en la actualidad PDVSA, pero sí que el país dejó de bombear más de 2.153 millones de barriles de crudo "para refinación y exportación". Según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) -que cita fuentes secundarias- el país bombeó en agosto pasado 339.000 barriles de crudo diario.
Al referirse a las sanciones internacionales que han impuesto a Venezuela en los últimos años, Maduro aseguró que estas "no solamente han afectado al Estado y a la nación" sino que también "han perturbado las operaciones de muchas empresas locales y extranjeras (…) La desquiciada política de (el presidente estadounidense) Donald Trump hacia Venezuela le ha infligido un daño enorme a numerosas empresas extranjeras que mantenían negocios con y en Venezuela, empresas del sector petrolero, tenedores de bono, inversionistas, industrias, entre otras".
Maduro subrayó que las medidas restrictivas, especialmente las emitidas desde Washington, acabaron con la capacidad de pago de Venezuela, que acumula un trienio con suspensión de pagos, algo que ha afectado a tenedores de deuda externa venezolana, la mayoría estadounidenses, que "han perdido 77.000 millones de dólares" estos años. "Estas y no otras son las razones de la brutal contracción económica de este período", remarcó, en alusión a los casi 30 trimestres de caída consecutiva que acumula el Producto Interno Bruto (PIB) hasta ahora.
"La pobreza general en un 17 por ciento y la pobreza extrema en un 4 por ciento, si de necesidades de vivienda, salud, educación, etcétera, se trata", dijo el gobernante, para luego aclarar que los resultados de estos indicadores en el año 2020 todavía no se encuentran disponibles. Estos datos contrastan con los de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), realizada por las universidades más importantes del país, que situó el indicador de pobreza en porcentajes superiores.
El desempleo, por su parte, fue del 8,8 por ciento, dos puntos por encima en comparación con el 2019. Además, explicó Maduro, también ha habido "una reducción del trabajo formal del 59,3 por ciento al 56,1 por ciento, y (un crecimiento) del trabajo informal del 40,7 por ciento al 43,9 por ciento". Según dijo, estas son "heridas" que "obligan" al Gobierno a multiplicar las formas de protección a las familias a través de bonificaciones ya que, como reconoció, el salario mínimo que perciben no se corresponde con la realidad económica. Según la tasa de cambio del Banco Central de Venezuela (BCV), el salario mínimo mensual es de menos de un dólar.
ama (efe, afp)
Venezuela: un país desangrado
El 6 de diciembre se llevaron a cabo elecciones parlamentarias en Venezuela en medio de la peor crisis en años. Hambre y escasez caracterizan la vida cotidiana en el país. La necesidad se manifiesta de muchas formas.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
Neveras vacías
En 2018, la nación caribeña registró la inflación más alta en su historia: 65.374%, según el portal alemán Statista. En el mismo año, el Fondo Monetario Internacional incluso calculó la inflación en 1.370.000%. Debido a la falta de divisas, apenas se pueden importar bienes. Comprar en los supermercados es imposible para la mayoría de los venezolanos debido a los altos precios.
Imagen: Alvaro Fuente/ZUMA Press/imago images
Alimentando a los pobres en la ciudad de Valencia, estado Carabobo
Solo aquellos que traigan su propio plato o envase pueden comer algo. Incluso las organizaciones de ayuda humanitaria carecen de cubiertos desechables. El otrora rico país ha estado sufriendo una grave crisis de abastecimiento durante años. Hay escasez de todo: comida, medicinas y las cosas más básicas, como jabón y pañales.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Los niños se mueren de hambre
En Caracas, los niños extienden desesperadamente los brazos cuando Caritas u otras organizaciones distribuyen alimentos. Muchos no han comido en días. El 96 por ciento de los hogares vive en la pobreza, 64 por ciento en pobreza extrema, según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello. La carne, el pescado, los huevos, las frutas y las vegetales solo se sirven en muy pocas familias.
Imagen: Roman Camacho/ZUMA Press/imago images
Sistema de salud al borde del colapso
El que lamentablemente tenga que ir a un centro de salud, como aquí en el Hospital San Juan de Dios de Caracas, tiene que pagar sus propios medicamentos y suministros como catéteres y jeringas. Más de un tercio de los 66.000 médicos con licencia ya abandonaron el país. El número de otros profesionales de la salud también se ha reducido, lo que ha llevado al sistema sanitario al borde del colapso.
Imagen: Dora Maier/Le Pictorium/imago images
Barro y madera como materiales gratuitos de construcción
Un niño juega en su casa de bahareque, un tipo de vivienda hecha de madera y barro cuya construcción se remonta a la época precolombina. Debido a la creciente pobreza extrema en las zonas rurales, estas estructuras se están volviendo más comunes nuevamente. Bajo estos techos no hay agua corriente ni electricidad.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
No hay electricidad en Venezuela
Los apagones permanentes paralizan regularmente el país. La oposición señala las inversiones demoradas, la corrupción y el mantenimiento inadecuado de los sistemas eléctricos como las razones. Por ello, el gobierno tomó medidas drásticas para ahorrar electricidad. Por un tiempo, los funcionarios públicos incluso redujeron su semana laboral a dos días hábiles para ahorrar energía. Sin éxito.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Viviendo en la calle
Cuando se va la luz, hace un calor insoportable en las casas si no se tiene un aire acondicionado que funcione. Entonces la gente traslada la vida a las calles, como aquí en Maracaibo. Por años ha habido cortes de energía no solo regionales en Venezuela, sino también nacionales. El presidente Nicolás Maduro asegura que sus oponentes hacen actos selectivos de sabotaje contra la infraestructura.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Escasez aguda de agua
En la parroquia Santa Rosa, en la ciudad de Valencia, el suministro de agua ha colapsado de forma tal que hasta la gente se baña y lava su ropa y otras cosas en charcos al costado de la carretera. Ya no hay agua potable.
Imagen: Elena Fernandez/ZUMA Wire/imago images
Luz y agua
En el río Guaire fluyen solo aguas residuales y productos químicos tóxicos. En Venezuela, el agua y la electricidad son delicadamente interdependientes: la falta de electricidad y mantenimiento agrietaron las paredes de los embalses del país y el nivel del agua bajó. Como resultado, se generó menos electricidad en las centrales hidroeléctricas y se produjeron apagones. Un círculo vicioso.
Imagen: Adrien Vautier/Le Pictorium/imago images
En busca de agua potable
En Guacara, en el estado Carabobo, una residente camina por las calles con recipientes de plástico en busca de agua potable. En algunos lugares de Venezuela solo hay unas pocas horas de agua corriente tres días a la semana. Por esta razón, muchas familias llenan rápidamente todas las botellas y frascos que encuentren para tener un poco de agua cuando la sequía vuelva.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Aguas contaminadas
Los venezolanos nadan en petróleo, pero no de buena manera: en el lago de Maracaibo, los pescadores arrojan sus redes desde neumáticos viejos, a pesar de que el agua está contaminada con petróleo. Las costas también están afectadas. Debido a fugas en oleoductos y una avería en una refinería cerca de Puerto Cabello, en el noroeste del país, unos 20.000 barriles de crudo se derramaron al mar.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
"El pueblo necesita gasolina"
En Guacara, en el estado Carabobo, la gente espera con sus automóviles enfrente de las estaciones de servicio por más de dos semanas para cargar gasolina. Venezuela tiene que importar petróleo de Irán porque sus propias plantas petroleras en ruinas apenas pueden producirlo. Hace 10 años, la tasa de producción era de unos 2,3 millones de barriles al día. Ahora es menos de la mitad.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
El suministro de energía colapsó
En Caracas, la gente espera en la calle con sus bombonas de gas vacías con la esperanza de que por fin puedan volver a llenarlas. Dado que las fuentes de energía y gasolina fallan repetidamente en Venezuela, la gente ha cambiado al gas. Pero este recurso también se ha vuelto escaso.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
Las aureolas se desvanecieron
Los rostros de Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales y Rafael Correa miran desde la pared de una casa en Caracas hacia un basurero desbordado. Muchos venezolanos veneraron como santos a los líderes socialistas de Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador. En Venezuela, el "socialismo del siglo XXI" no ha cumplido su promesa de prosperidad para todos.