Nigeria: acusan a Boko Haram de asesinar a 44 agricultores
28 de noviembre de 2020
El grupo radical dejó, además, a seis personas gravemente heridas y habría secuestrado a ocho trabajadores. La violencia en la región no ha cesado desde 2009.
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Al menos 44 agricultores fueron asesinados este sábado (28.11.2020) por presuntos miembros de la milicia yihadista Boko Haram en Nigeria. Los crímenes se habrían cometido cuando los campesinos cosechaban sus cultivos de arroz a unos 10 kilómetros de Maiduguri, la capital del estado de Borno, al noreste del país, confirmaron autoridades locales y testigos.
"Los agricultores fueron atacados en el arrozal de Garin-Kwashebe y, según los informes que nos han llegado desde la tarde, unos 40 de ellos fueron asesinados", dijo por teléfono Hassan Zabarmari, expresidente de una asociación de agricultores de arroz en el estado de Borno, al medio local Premium Times. "Pero hemos recibido información contradictoria sobre las cifras de bajas, algunos dijeron que fueron hasta 50 agricultores los que fueron asesinados", añadió Zabarmari.
Según un legislador consultado por el medio hasta ahora han recibido 44 cadáveres, que esperan enterrar mañana. El incidente ocurrió alrededor de las 11 de la mañana hora local y, según declararon testigos a este medio nigeriano, los agricultores "fueron acorralados y sumariamente masacrados por los insurgentes armados". En tanto, Babakura Kolo, líder de un grupo de autodefensa, cifró en 43 el total de fallecidos, "todos degollados”, y en seis los heridos.
Jornada de elecciones
"Esto sin duda es obra de Boko Haram, que opera en la región y ataca con frecuencia a los agricultores", dijo Kolo, que ayudó a evacuar a las víctimas. "Sesenta trabajadores agrícolas han sido contratados para cosechar el arroz en este campo. Cuarenta y tres han muerto y otros seis han resultado heridos", confirmó a la AFP otro miliciano, Ibrahim Liman. Ocho agricultores están desaparecidos y se cree que han sido secuestrados por los yihadistas, añadió la fuente.
Los cadáveres de las víctimas fueron trasladados a la aldea de Zabarmari, a dos kilómetros del arrozal. Serán enterrados el domingo, dijo a la AFP un residente local, Mala Bunu, que participó en las operaciones de ayuda. En octubre, los combatientes de Boko Haram degollaron a 22 agricultores que trabajaban en los campos cerca de Maiduguri en dos ataques separados. El ataque del sábado coincidió con las elecciones de los representantes y consejeros regionales de 27 circunscripciones del Estado de Borno.
Estos comicios fueron aplazados en numerosas ocasiones desde 2008, cuando Boko Haram, y su facción rival, el grupo Estado Islámico en África del Oeste (Iswap), multiplicaron sus sangrientos ataques. Desde entonces controlan una parte del territorio. Más de 36.000 personas han muerto en actos violentos desde el inicio del conflicto en 2009 en el noreste de Nigeria, donde más de dos millones de personas todavía no pueden regresar a sus hogares.
DZC (EFE, AFP)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.