Nigeria: decenas de muertos tras atentado en mezquita
23 de octubre de 2015
“Hemos contado 28 cadáveres”, reveló un miliciano local tras una potente explosión registrada en Maiduguri. Ataque es atribuido a Boko Haram.
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Al menos 28 personas murieron en Nigeria luego de que una bomba, aparentemente transportada por un terrorista suicida, explotara este viernes (23.10.2015) en una mezquita en la ciudad de Maiduguri, en el noreste del país. Las autoridades registraron, asimismo, al menos 17 personas heridas. El ataque se produjo a las 5 am hora local, durante el primer rezo de la mañana, que congrega a numerosos fieles.
“Hemos contado 28 cadáveres”, dijo a la agencia AFP Umar Sani, un miliciano local que apoya al Ejército en la lucha contra la milicia radical Boko Haram. Precisamente los principales sospechosos son ellos, de acuerdo con Abdulkadir Ibrahim, portavoz de la Agencia Nacional de Ayuda. Fuentes policiales citadas por los medios locales comparten esa apreciación, y añaden que hubo dos explosiones en el centro religioso, situado junto a los juzgados de la ciudad.
Al parecer, el terrorista que detonó los explosivos iba acompañado de otros dos cómplices que huyeron cuando agentes de una patrulla ciudadana los abordaron al considerarles sospechosos. Fuentes de seguridad aseguran que el incremento de los ataques contra objetivos menores es una muestra de la desesperación en la que se halla Boko Haram, luego de la ofensiva militar lanzada por Nigeria y otros países de la región. Sin embargo, también muestra la debilidad del gobierno a la hora de prestar seguridad a sus ciudadanos.
Más acciones, más muertos
Maiduguri, capital del estado de Borno, se ha convertido en uno de los mayores objetivos del grupo yihadista y, en lo que va del año, la milicia terrorista ya ha asesinado a cerca de 400 personas en una veintena de atentados en esa ciudad, la más importante del noreste de Nigeria, con unos dos millones de habitantes y cuartel general del Ejército para luchar contra los islamistas. Además, Borno en el estado donde nació la insurgencia.
Los terroristas sunitas persiguen la implantación de una teocracia que interprete de la manera estricta la ley islámica y han incrementado sus acciones desde que Muhammadu Buhari asumió la presidencia nigeriana en mayo. Hace pocos meses, el grupo emitió un comunicado en el que reconoció su adhesión al Estado Islámico (EI). Desde el año 2009, 17.000 personas perdieron la vida en sus atentados y solamente en 2015 se les atribuye la muerte de más de 2.500 personas en Nigeria, Chad, Camerún y Níger.
DZC (EFE, dpa, Reuters, AFP)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.