Muhammadu Buhari fue reelegido como presidente en Nigeria, el país más poblado de África. Según los resultados comunicados por Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) el actual jefe de Estado se situaba en primera posición con 5 millones de votos de ventaja, de ventaja respecto a su rival, Atiku Abubakar.

Solo quedaba por escrutar para ese momento el estado de Rivers, cuyo número de inscritos no alcanza esta cifra.

El portavoz de la formación, Bashir Ahmad, ya había anunciado en Twitter "Buhari ganó", sin esperar la proclamación oficial.

La tasa de participación electoral en las elecciones del pasado sábado  (23.02.2019) fue de alrededor de 40%.

Buhari, de 76 años y líder del gobernante Congreso de Todos los Progresistas (APC), tenía como principal adversario al empresario Abubakar, de 72 años, del frente del Partido Democrático Popular (PDP). Abubaka fue vicepresidente de Nigeria (1999-2007) mientras que Buhari es un exgeneral que ya dirigió el país en 1983. 

En la previa, se anunciaba que la diferencia entre los dos candidatos, ambos hausas del norte y musulmanes, sería  menor que la de las elecciones de 2015 entre Buhari y Goodluck Jonathan, cristiano del Delta. Sin embargo Buhari logró mantener una amplia ventaja respecto a su adversario.

Reacción opositora

La oposición denunció fraudes masivos del partido en el poder para mantener a Muhammadu Buhari a la cabeza del país, y piduó la interrupción de los resultados la noche del martes. Pero esta solicitud solo puede hacer por vía judicial.

Según la CENI organismo detalló que Buhari se impuso en 19 de los 36 estados del país, mientras que el opositor y exvicepresidente Atiku Abubakar ha logrado la victoria en los otros 17, además del Territorio de la Capital Federal. El resto de candidatos ha recabado una cantidad de votos marginal.

Un contexto inestable

Las elecciones estaban previstas para el pasado 16 de febrero, pero la CENI anunció que se suspendían a tan solo 5 horas de la apertura de los colegios.

La Comisión lo achacó a las dificultades técnicas para transportar el material electoral hasta los 120.000 puestos repartidos por todo el país.

Estas presidenciales fueron las quintas consecutivas en el país petrolero desde que en 1999 puso fin a casi tres décadas de dictadura militar. A su vez, son las primeras presidenciales después de la primera alternancia pacífica de poderes entre partidos producida en 2015.

Dg (dpa, afp)

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