Nigeria planea negociar con Boko Haram tras nuevo secuestro
13 de marzo de 2018
El presidente Muhammadu Buhari explicó que la idea es que las niñas capturadas por los radicales “regresen a casa sanas y salvas”.
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El Gobierno de Nigeria se abrió este lunes (12.03.2018) a negociar con el grupo terrorista Boko Haram para conseguir la liberación de las 110 escolares secuestradas en febrero por presuntos miembros de ese grupo radical islamista. La información fue confirmada por la presidencia de ese país africano, que agregó que los acercamientos no incluirán el despliegue de fuerzas militares.
El secuestro de las jóvenes, el mayor desde que más de 270 niñas fueran capturadas en 2014 en la localidad de Chibok, ocurrió en la ciudad de Dapchi y las autoridades acusan de esa acción a Boko Haram. El presidente Muhammadu Buhari conversó del tema con el secretario de Estado de Estados Unidos, Tex Tillerson, durante una visita de este último a la capital nigeriana, Abuja.
"Nigeria prefiere tener de vuelta con vida a las escolares secuestradas por Boko Haram en Chibok y Dapchi, y es por eso que hemos optado por negociar en lugar de realizar acciones militares”, dijo la oficina presidencial. "El presidente Buhari agregó que Nigeria trabaja en coordinación con organizaciones internacionales y negociadores para asegurar que las jóvenes sean liberadas sanas y salvas por sus captores”, añade el texto.
Millones de afectados
Buhari insistió en la necesidad de actuar con cuidado, pues es la mejor opción "para tener a nuestras hijas de vuelta”. El último secuestro ocurrió el 19 de febrero de Dapchi, donde niñas de entre 11 y 19 años fueron capturadas por hombres armados. Según fuentes entendidas, Boko Haram aún tiene en su poder a más de 100 de las jóvenes secuestradas en 2014. Varias de las que consiguieron su libertad lo lograron gracias al pago de rescates.
Buhari prometió visitar Dapchi en los próximos días para mostrar su "simpatía” con las víctimas de estos "desafortunados acontecimientos”. Los ataques del grupo terrorista han causado la muerte de más de 20 mil personas en el norte de Nigeria y áreas circundantes desde 2009. Más de 2,5 millones de personas se han visto forzadas a huir de sus hogares debido a la violencia.
DZC (Reuters, dpa)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.