Nigeria rescata de Boko Haram a más de trescientas personas
28 de octubre de 2015
En la operación, el Ejército afirma haber abatido a una treintena de insurgentes. Fuentes policiales de Níger denuncian un ataque de la milicia terrorista en el que degollaron a trece personas.
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El Ejército de Nigeria informó de haber liberado en el noreste del país a 338 personas, entre ellas 138 mujeres y 192 niños, que estaban siendo retenidas por la milicia islamista Boko Haram. Es el resultado de una incursión a varios campamentos del grupo terrorista islamista en el límite de su bastión en la selva nororiental de Sambisa.
En concreto, en las aldeas de Bulajilin y Manwashe, pertenecientes al estado de Borno, informó el coronel Sani Usman. Según el portavoz militar, durante la operación una treintena de yihadistas fueron asesinados y los militares se incautaron de armas, y municiones que pertenecían a la milicia islámica. "El éxito de estas operaciones y emboscadas han debilitado a los terroristas y han salvado la vida de muchas víctimas inocentes", destacó.
El Ejército nigeriano ha intensificado su campaña contra los terroristas después de que el presidente, Muhammadu Buhari, diera en agosto un plazo de tres meses para derrotar a Boko Haram.
Trece degollados en Níger
Mientras tanto, trece o catorce personas han sido degolladas por el grupo terrorista en el poblado de Alla Dewa, en Níger, según fuentes policiales. Los atacantes, llegados de Nigeria el martes por la noche, escogieron a sus víctimas, las llevaron a la orilla de un río y, según un testigo citado por Efe, "las degollaron como a carneros" antes de huir.
Presuntos miembros de Boko Haram, responsable miles de muertes y del desplazamiento de 2,1 millones de personas, se atribuyeron varios ataques que acabaron con la vida de al menos 37 personas e hirieron a otras 107 la semana pasada en los estados de Adamawa y Borno.
LGC (dpa / EFE / Reuters)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.