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"Los derechos de Assange son violados sistemáticamente"

4 de enero de 2021

Nils Melzer, relator especial de la ONU sobre la tortura, critica el proceso político y la carencia del Estado de derecho en el proceso contra el fundador de Wikileaks en Londres.

Uk London Julian Assange
Imagen: Reuters/S. Dawson

DW: Como relator especial de la ONU sobre la tortura, está siguiendo el caso del fundador de Wikileaks, Julian Assange, y las acciones de Estados Unidos e Inglaterra en su contra. ¿Cómo valora las vistas orales que han tenido lugar?

Nils Melzer: El procedimiento viola claramente las normas fundamentales de derechos humanos y el Estado de derecho. Incluso la motivación tras de la solicitud de extradición contradice los estándares legales fundamentales. Julian Assange está siendo perseguido por Estados Unidos por espionaje solo por ejercer periodismo de investigación.

Ha dado a conocer información secreta de un Gobierno del que no fue trabajador y hacia el que no tiene ninguna obligación. Él mismo no robó esta información. Se la filtró alguien que tenía acceso a la información. Y la publicó porque era de interés público darla a conocer.

¿Por qué las publicaciones de Wikileaks eran importantes para la opinión pública?

Porque contenían pruebas claras de corrupción, crímenes de guerra y otros comportamientos delictivos. Básicamente, Estados Unidos está tratando aquí de criminalizar el periodismo de investigación. Ese es el objetivo de la solicitud de extradición, ¡nada más!

Y el sistema británico, lamentablemente, le sigue el juego a Estados Unidos. Vemos que los británicos están violando sistemáticamente los derechos fundamentales de Julian Assange para que pueda preparar adecuadamente su defensa, tenga acceso a sus abogados, tenga acceso a documentos legales. Assange fue puesto en confinamiento total, donde no tiene acceso ni a su familia ni a visitantes, y donde está psicológicamente afectado, como cualquier persona en aislamiento prolongado. Y todo ello sin ningún fundamento legal.

Visitó a Julian Assange en mayo de 2019, aproximadamente un mes después de su arresto. En ese momento llevaba siete años bajo asilo en la embajada ecuatoriana en Londres. ¿Cómo estaba su salud en ese momento?

Su estado de salud era malo. Había traído a dos médicos especializados, un psiquiatra y un forense, que habían trabajado con víctimas de tortura durante 30 años. Ambos llegaron de forma independiente a la conclusión de que Assange muestra todos los signos típicos de las víctimas de tortura psicológica: ansiedad intensa, síndromes de estrés crónico, que ya habían deteriorado de forma apreciable sus capacidades cognitivas y funciones neurológicas.

Había sufrido mucho por la constante amenaza de ser extraditado a Estados Unidos. Y sabía qué tipo de proceso político y castigo inhumano le podría esperar en Estados Unidos.

¿Qué le esperaría a Julian Assange en Estados Unidos?

Para que quede claro: los acusados ​​en materia de seguridad del Estado no tienen un juicio justo en EE. UU. Se le acusaría a puerta cerrada sobre la base de pruebas clasificadas a las que la defensa no tiene acceso y ante un jurado no imparcial y seleccionado entre una población mayoritaria progubernamental de los alrededores de Washington DC. El tribunal sobre espionaje en Alexandria, Virginia, nunca ha absuelto a un acusado.

Durante la investigación, pero también en prisión, estas personas se encuentran sometidas a un régimen especial de arresto, sin posibilidad de presentar una denuncia e incomunicado durante años: no se le permite hablar con nadie. Incluso si los dejan salir a caminar durante 45 minutos al día, lo transportarían de un habitáculo de concreto a otro de concreto, donde caminará en círculos y solo. Este tipo de detención equivale claramente a tortura y a otros tratos crueles, inhumanos, degradantes. No es solo mi opinión, es la opinión de Amnistía Internacional, de todas las organizaciones serias de derechos humanos del mundo.

Julian Assange se ha enfrentado a este escenario de amenaza durante 10 años. Junto con el creciente aislamiento social, la constante difamación y humillación. Todo esto ha tenido un efecto muy profundo en su estabilidad psicológica.

Cuando lo visité, estaba en régimen de aislamiento, pero no incomunicado. Podía hablar con otros presos una o dos veces al día. Pero solo una semana después fue trasladado a la enfermería y poco después fue completamente aislado de todos los demás reclusos. Estas medidas solo se relajaron un poco al comienzo del proceso en febrero, pero luego se endurecieron nuevamente con el brote del COVID-19. La conclusión es que Assange ha estado recluido en régimen de aislamiento durante más de un año.

Nils Melzer, relator especial de la ONU sobre la tortura.Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Di Nolfi

Usted ha criticado las condiciones de arresto y juicio por parte de las autoridades británicas. ¿Cómo reaccionaron?

Inicialmente confronté a las autoridades británicas con mi evaluación de la ilegalidad de su detención y les pedí que no extraditaran a Assange a Estados Unidos.

También le presenté al Gobierno la información que recibí sobre las violaciones del procedimiento en el caso de extradición: un juez no imparcial que insultó a Assange sin motivo en la sala del tribunal. Una jueza cuyo marido había sido denunciado en múltiples ocasiones por Wikileaks. Acceso claramente insuficiente a abogados y expedientes judiciales. Los abogados de Assange no pudieron visitarlo durante seis meses debido al COVID-19 y tuvieron que contentarse con breves llamadas telefónicas. Por otro lado, Estados Unidos cuenta con recursos ilimitados y ejércitos de abogados para preparar el caso en su contra. Se trata de una clara violación del principio de igualdad de trato.

Los británicos estaban indignados de que me atreviera a criticarlos. Pero se negaron a darme contraargumentos o entablar un diálogo constructivo conmigo. En cambio, simplemente dejan de responder a mis intervenciones. Hace solo unos días intervine nuevamente y pedí que Julian Assange fuera puesto al menos bajo arresto domiciliario durante el resto del proceso de extradición. Pero no hubo reacción.

¿El arresto domiciliario sería una opción en el sistema del Reino Unido?

Mire cómo se trató a Augusto Pinochet. El exdictador de Chile fue extraditado a Londres por año y medio, pero Pinochet no estuvo en una prisión de máxima seguridad, fue puesto bajo arresto domiciliario en una casa acomodada. La ex primera ministra, Margaret Thatcher, incluso lo visitó allí y le llevó whisky. Pinochet vivió una vida muy privilegiada durante su juicio de extradición.

El hecho de que Julian Assange esté en una prisión de máxima seguridad, a pesar de que no es un criminal condenado y solo está detenido con fines preventivos, es totalmente desproporcionado, innecesario y no tiene base legal.

 

Entrevista realizada por Matthias von Hein

La entrevista se realizó antes de que se diera a conocer el veredicto del 4 de enero de 2021.

El abogado internacional suizo Nils Melzer es el relator especial de la ONU sobre la tortura desde 2016. Con anterioridad, Melzer trabajó para el Comité Internacional de la Cruz Roja en numerosas áreas de crisis durante doce años.

(rmr/few)

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