No bajar la guardia
15 de septiembre de 2002El jefe del equipo de investigadores del VIH del Instituto Robert Koch de Berlín, Osamah Hamouda, señaló en un artículo publicado por el semanario “Der Spiegel” que no se puede descartar un incremento del índice de infectados de SIDA en Alemania durante los próximos años, teniendo en cuenta el creciente número de contagio de sífilis y otras enfermedades de transmisión sexual registrados en el país. Esto habla de que la población ha vuelto a dejar de lado el uso del condón, hasta ahora la más eficaz vía de prevención del SIDA.
Esta situación podría influir en un eventual incremento de los casos de SIDA no sólo en Alemania, sino también en el resto de los países europeos y en Estados Unidos. Según datos del Instituto Robert Koch en Alemania hay entre 38 y 40 mil seropositivos. El año pasado, se registraron 2000 nuevos casos de Sida y unas 600 personas fallecieron de esa enfermedad.
Las cifras europeas
Estas declaraciones quitan algo de optimismo a las últimas cifras publicadas por la Oficina de Estadística Europea, Eurostat, que en un primer momento dieron un respiro a las autoridades comunitarias. Las mismas revelan que el año pasado se registró en la Unión Europea un descenso del 11 por ciento en los casos de SIDA respecto a 2000. Durante 2001 se produjeron en los países miembros 8.210 nuevos contagios del virus.
En Alemania, el número de nuevos casos de SIDA cayó incluso por debajo del promedio europeo. Eurostat revela en su informe de septiembre que durante el 2001 se infectaron con el virus en Alemania 558 personas.
El Sida en el mundo
Esto confirma la tendencia generalizada a la baja en los países desarrollados y evidencia que, mientras el SIDA no ha cesado de expandirse a escala mundial afectando ante todo a los países más pobres, en el mundo industrializado se ha logrado contener el avance de la pandemia causada por el contagio del virus de inmunodeficiencia adquirida.
Este retroceso responde en primer lugar al éxito de las campañas de prevención estatales iniciadas a comienzos de la década de los ochenta, que se centraron en explicar a la población las posibles vías de contagio del virus e instando a utilizar condones como forma de prevención. Algo que no llegó a suceder en los países más pobres, debido a la falta de recursos propios y la más que escasa ayuda internacional.
El Sida es otro de los factores que ha abierto aún más la brecha entre los países ricos y pobres. Diariamente fallecen de Sida en todo el mundo 8.500 personas. En el planeta hay actualmente 40 millones de seropositivos y enfermos de Sida. El 98 por ciento de ellos viven en países en vías de desarrollo.