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Catástrofes

Hay que proteger el clima y adaptarse al cambio climático

15 de julio de 2021

En 2021 muchas personas han entendido que el cambio climático es, en realidad, una crisis climática. Pero a veces se olvida que debemos adaptarnos a las consecuencias del calentamiento global, opina David Ehl.

Imagen: Dagmar Roeger/dpa/picture alliance

Poco a poco vamos conociendo la dimensión de la catástrofe. Decenas de personas han muerto y muchas están desaparecidas. El agua ha devastado pueblos enteros,arrastrando a su paso casas, autos y árboles. Siempre han existido este tipo de catástrofes naturales, incluso mucho antes del inicio del uso de energías fósiles en la era industrial.

Pero desde que el ser humano ha aumentado progresivamente las emisiones de CO2 a la atmósfera y la Tierra se ha calentado un grado, su número y dimensión ha crecido. Es la imagen de la crisis climática: mientras gran parte del oeste de Alemania quedaba inundada, el norte del continente americano se ha convertido en un horno, con muertos por calor, temperaturas récord y graves incendios.

Proteger el clima y protegerse del clima 

Por lo menos, en julio de 2021 se empieza a hablar cada vez más en serio de mitigación, es decir, de la forma de aliviar las peores consecuencias del cambio climático. La Comisión Europea acaba de presentar el paquete "Fit for 55", que contempla medidas concretas para reducir las emisiones contaminantes, como, por ejemplo, la eliminación de motores de combustión a partir del 2035.  El candidato a canciller por el partido democristiano alemán CDU, Armin Laschet, dijo de inmediato que a él no le parece que "la política deba fijar una fecha". Por su parte, la activista sueca Greta Thunberg dijo en Twitter: "Si la UE no rompe en pedazos su paquete 'Fit for 55', el mundo no tendrá la menor oportunidad de permanecer por debajo de 1,5 grados de calentamiento".

David Ehl. Imagen: Privat

Yo tengo 32 años, por lo que, por edad, estoy más cerca de Thunberg que de Laschet. Me asusta pensar que las inundaciones y las olas de calor de este verano solo sean un preludio de lo que nos espera cuando yo alcance la edad de Laschet, y más aún lo que les espera a las generaciones venideras. Para que tengan la oportunidad de vivir, la mencionada mitigación del cambio climática es decisiva. Pero igualmente importante es la adaptación a las condiciones de vida de una Tierra más cálida. Debemos adaptar nuestro entorno a la crisis climática.

Alemania ha vivido hasta ahora este verano una ola de calor y las estadísticias oficiales registraron en ese espacio de tiempo un 11 por ciento más de muertes. Qué sucedería en este país si las temperaturas ascienden hasta 46, 47 o 49 grados, como acaba de suceder en el pueblo canadiense Lytton...

Es urgente tomar medidas al respecto. Contra el calor tórrido apenas hay posibilidad de adoptar medidas de adaptación, pero al menos hay algunos conceptos urbanísticos que pueden ayudar, como corredores en los que circule el aire y espacios verdes para bajar las temperaturas, en lugar de cemento y asfalto, que almacenan el calor. También contra las inundaciones existen métodos eficaces. Junto a muchos ríos alemanes hay diques, presas y embalses. En algunos lugares, hay también espacios de seguridad entre ríos y zonas habitadas, que pueden inundarse sin problemas. Este tipo de superficies de seguridad hay que contemplarlas en las ciudades del futuro. Miami Beach, por ejemplo, está llevando a cabo una adaptación climática mediante un eficaz sistema de tuberías, depósitos y bombeo subterráneo, para no hundirse ante huracanes cada vez más potentes y el creciente nivel del mar.

Hay muchos conceptos de ese tipo, que pueden mitigar en parte los acontecimientos meteorológicos extremos. En la lucha contra la crisis climática, lo más importante es acabar rápidamente con las emisiones de CO2. Pero también necesitamos una mayor concienciación sobre cómo protegernos de los devastadores efectos del cambio climático.

(ms/ers)