El Comité Organizador Local (COL) anunció una asistencia del 99'3 por ciento a los primeros partidos del Mundial. Pero todos los que hemos estado en los estadios o visto los partidos por televisión hemos podido comprobar con asombro que los estadios no estaban llenos.

La policía comunicó el fin de semana en Francfort que todas las entradas para el Mundial de fútbol se habían agotado por completo tras surgir rumores entre hinchas británicos de que quedaban aún algunas entradas sueltas.

La demanda para los partidos del Mundial de 2006 superó con creces la oferta. Por ejemplo, en la tercera fase de venta de entradas, que terminó a mediados de enero, hubo un total de 677.900 pedidos, frente a 250.000 entradas puestas a la venta.

Pero lo cierto es que los estadios no se han llenado en todos los partidos celebrados hasta ahora. Esto es extraño si se piensa en aquellos que se quedaron sin poder entrar a los estadios, pese a los esfuerzos por conseguir el ansiado boleto: ¿Qué ha pasado con las entradas?

El Comité Organizador Local ha asegurado que investigará en qué zonas no se ocuparon asientos que ya estaban vendidos. Gerd Graus, portavoz del COL, informó que donde más huecos se pudo observar fue en Leipzig, durante el encuentro entre Holanda y Serbia y Montenegro. Pero el portavoz insiste en que había muchas plazas libres porque no acudieron algunos aficionados que tenían entrada. Además las fuerzas de seguridad desalojaron, por motivos de seguridad, a algunos seguidores holandeses que estaban de pie. Y a aquellos con instrumentos de música no se les permitió ingresar en el estadio.

"Estamos tratando de identificar el cupo de entradas que no se utilizaron, porque si se hubiesen puesto de nuevo a la venta, otros aficionados hubiesen tenido la oportunidad de presenciar el partido", dijo Graus.

El portavoz del COL aseguró que se están haciendo "miles de controles de forma aleatoria", pero que es imposible verificar todas las entradas.

Muchos piensan que la entrega masiva de entradas a patrocinadores y privilegiados puede ser una de las razones que expliquen esta ausencia de público. Muchas de estas entradas pueden no haber encontrado destinatario, quedando olvidadas en el cajón de la mesa de cualquier agencia.