La Comisión canceló la realización de una segunda vuelta programada para el próximo sábado, luego que Abdulá Abdulá, desafiante de Karsai, renunciara a presentarse por, como dijo, no estar garantizado que pudieran evitarse manipulaciones.

La Comisión argumentó que como Karsai había obtenido la mayoría de votos en la primera vuelta y una segunda no habría porque Abdulá había retirado su candidatura, lo lógico era proclamar a Karsai como vencedor.

Ello dio al traste con los esfuerzos del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que se trasladó sorpresivamente el lunes (02.11.2009) a Afganistán para intentar salvar la controvertida segunda vuelta electoral. En el ínterin, Ban Ki-moon declaró que la ONU aceptará toda decisión de la Comisión Electoral, siempre que esté en consonancia con la Constitución del país y sirva a los intereses de Afganistán.

Karsai había anunciado que se hubiera presentado en la segunda vuelta como único candidato. Abdulá había renunciado a participar debido a la amenaza de “nuevos fraudes”. La primera ronda en agosto había sido ensombrecida por manipulaciones masivas, según constataron los delegados de las Naciones Unidas y observadores independientes.

Abdulá Abdulá había reprochado a Hamid Karzai haber rechazado las condiciones que le propuso para evitar que el 7 de noviembre se repitieran las irregularidades masivas que llevaron a la anulación de la victoria reivindicada por el bando del actual presidente en las elecciones del 20 de agosto.

EE. UU. y Alemania quisieron salvar las elecciones

En una primera reacción, Guido Westerwelle, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, lamentó la decisión del candidato Abdulá Abdulá y dijo que lo importante era continuar con el proceso electoral de acuerdo con lo previsto por las leyes y la Constitución de Afganistán.

Agregó que Afganistán necesita imperiosamente un Gobierno legitimado democráticamente. La posición del Gobierno alemán fue coordinada a todas luces con la de Estados Unidos. Hillary Clinton, la ministra de Relaciones Exteriores norteamericana Unidos, aseguró a Hamid Karsai el apoyo de Estados Unidos. De acuerdo con información proporcionada por miembros de su equipo, Hillary Clinton conversó sobre la situación en Afganistán con su homólogo alemán.

No obstante, la decisión de Abdulá fue vista como un duro golpe en los esfuerzos que se realizaron para darle a las elecciones presidenciales en Afganistán una apariencia de legitimidad. La pregunta más inmediata era qué sentido tenía una elección con un solo candidato, ya que Karsai sería el seguro ganador, cualquiera hubiera sido el número de votos emitidos. Seguramente muy pocos afganos se habrían sentido motivados a entregar su papeleta.

Además, desde el ataque de los talibanes contra una residencia de las Naciones Unidas en Kabul, en que murieron seis empleados, el personal de la ONU no sale de los edificios, por motivos de seguridad, por lo que no habría podido apoyar a la Comisión Electoral ni controlar las elecciones.

Karsai dispuesto a seguir adelante

En todo caso, la decisión de Abdulá había puesto a Karsai en una situación difícil. A todas luces, la Comisión optó ahora por cortar por lo sano, a pesar de que la nueva presidencia de Karsai pueda quedar irremediablemente asociada con las manipulaciones de la primera vuelta. Si la elección de balotaje hubiera tenido lugar, hubiera sido vista seguramente como un chiste de mal gusto.

El bando de Karsai estuvo desde un principio dispuesto a aceptar una segunda vuelta. “Debemos aguardar a ver qué dicen las autoridades acerca de qué forma pueden tener las elecciones”, había dicho a la cadena alemana de TV ARD Wahid Omar, director de campaña electoral de Karsai. “Nuestro punto de vista es que los afganos tienen derecho a votar. La renuncia de Abdulá fue una decisión personal que no tiene por qué influir sobre el proceso electoral”, agregó.

También la Comisión Electoral se había manifestado en un principio en ese sentido. Otra era la posición de la comunidad internacional, según círculos diplomáticos citados por ARD: para una elección que no es tal no tiene sentido poner en peligro vidas humanas, ya que los talibanes han anunciado una serie de nuevos atentados, se argumenta. La Comisión Electoral parece haberse doblegado ahora al imperio de lo evidente.

¿Habrá finalmente un acuerdo político?

Según ARD se especula ahora con que ambos rivales lleguen finalmente a un acuerdo político. “Karsai deberá tomar una posición clara”, dijo Abdulá. Y agregó: “Yo no cierro ninguna puerta. Si bien sigo fiel a los principios que anuncié durante mi campaña electoral, repito, no cierro ninguna puerta”.

Y el candidato a vicepresidente de Abdulá, Humayun Shah Asefi, dijo por su parte a ARD: “Le deseo mucha suerte a Karsai. Pero no será fácil gobernar solo el país, con los talibanes delante de las puertas de Kabul. Por el momento vale no obstante que no tomaremos parte en las elecciones”. Ello deja abierta la posibilidad de una eventual participación de Abdulá de alguna forma en el poder. En todo caso, la Comisión Electoral quiso salvar al país del caos total. No obstante, el futuro de Afganistán continúa siendo más que incierto.

Autor: Pablo Kummetz

Editor: Enrique López Magallón