Los migrantes llevados por rescatistas a Italia y Malta, deberían ser repartidos en países de la UE. Pero los ministros reunidos en Luxemburgo no lograron ponerse de acuerdo en cuotas de distribución.
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Hace dos semanas los ministros de Malta, Alemania, Francia e Italia se habían puesto de acuerdo para tomar decisiones importantes con el fin de impulsar un nuevo sistema de distribución de los inmigrantes rescatados en el mar Mediterráneo.
No llegaron muy lejos: en la reunión de los Ministros del Interior de la Unión Europea, realizada en Luxemburgo, no hubo un acuerdo concreto entre los miembros que estarían dispuestos a aceptar en sus respectivos países a migrantes rescatados.
Doce estados declararon que participarían viendo caso por caso, tras aclarar otros detalles técnicos. Seguirá siendo pues necesario que cada barco de rescate que llegue a las costas de Italia y Malta aclare quién está dispuesto a coger a cuáles refugiados.
"Sin cuotas obligatorias"
"No podemos seguir así con lo que está ocurriendo en el Mediterráneo. No podemos trabajar con soluciones ad hoc. Necesitamos una solución permanente. Los Estados miembros deben mostrar más reponsabilidad y más solidaridad entre sí", dijo el Comisario de Migración de la UE, Dimitris Avramopoulus.
Países como Finlandia, Luxemburgo o Austria no quieren participar en un sistema de cuotas fijas. En tanto, Bulgaria, Chipre y Grecia se quejaron del plan que los cuatro países esbozaron en Malta, argumentando que solo querían ocuparse de los rescatados entre Libia e Italia y no de aquellos que llegaban desde el oriente del Mediterráneo. Los Estados miembros de Europa del Este mantuvieron su rechazo a la admisión de inmigrantes.
"Seehofer critica a sus críticos"
Aún no está claro qué inmigrantes o solicitantes de asilo de Italia y Malta deben ser distribuídos a otros países. Francia y los Países Bajos solo quieren aceptar a personas que tengan posibilidades de obtener asilo o estatus de refugiado.
El Ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, concuerda con su par italiana, Luciana Lamorgese, en que todos los náufragos deben ser incluídos en un proceso de distribución, sin excepción, y en que su derecho al asilo sea aclarado en los países de destino. Se trata de unas 2 mil personas rescatadas y llevadas a puertos italianos y malteses por barcos privados en los últimos 14 meses. De ellas, 225 llegaron a Alemania.
Seehofer considera injustas las críticas que ha recibido en Alemania, por intentar encontrar un mecanismo de distribución de inmigrantes a nivel europeo. Incluso, ha tenido que aguantar quejas por parte de integrantes de su propio partido conservador.
¿Hacia una política común de asilo?
Seehofer ha dicho en reiteradas ocasiones que el rescate de náufragos en la zona marítima entre Italia y Libia era un problema relativamente menor. Mayor es la cantidad de gente que llega a España o Grecia. En ese contexto general, el mecanismo de distribución de inmigrantes es presentado como un proyecto piloto para reformar el sistema europeo de asilo.
"Si dejamos solos a los países que constituyen las fronteras de la Unión Europea, nunca habrá una política europea común de asilo. Y si esta no existe, el peligro de que se produzca una nueva inmigración incontrolada es mayor. Ya lo hemos vivido una vez. No quiero que vuelva a suceder", agregó Seehofer.
"Los puertos se abren bajo condiciones"
El pasado jueves, la activista alemana Carola Rackete, quien llevó 53 inmigrantes a la isla de Lampedusa con su barco "Seawatch 3", en contra de la voluntad del entonces Primer Ministro italiano, Matteo Salvini, realizó un llamado a la UE en el Parlamento Europeo.
En respuesta, Lucia Lamorgese, actual Ministra del Interior de Italia, prometió que volverá a abrir los puertos una vez que esté aclarado dónde se distribuirán los náufragos. Malta también quiere reabrir su puesto con estas condiciones.
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El inimaginable horror de los campamentos en Libia
Pobreza, violencia y ataques aéreos. En Libia viven miles de migrantes en campamentos donde las condiciones son miserables. Salir de ellos es exponerse a más peligros.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Por fin en tierra firme
El alivio fue grande cuando los 83 migrantes que permanecían a bordo del barco humanitario Open Arms pudieron desembarcar en Lampedusa, tras haber sido rescatados, tres semanas antes, en el Mediterráneo. Algunos sufrían ataques de llanto y fueron atendidos por psicólogos. Muchos habían vivido durante años en campamentos en Libia, donde en medio de la guerra civil sufrieron toda clase de apremios.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Cavalli
Miseria y violencia
Miles de inmigrantes de distintos países de África están detenidos en campamentos de internamiento en Libia, para evitar que puedan seguir rumbo a Europa. En un reporte de Naciones Unidas se denunció el "inimaginable horror" que enfrentan los refugiados. Se habla de torturas, asesinatos, violaciones, esclavitud y trabajo forzoso, entre otros abusos.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Pedido de ayuda
En el reporte de la ONU se asegura que estas gravísimas violaciones a los derechos humanos son cometidas tanto por actores estatales como por milicias y otros grupos similares. Pero también en los campamentos que están bajo el control del gobierno de unidad se producen graves violaciones a los derechos humanos. Los migrantes piden más ayuda para evitar estas situaciones.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
En medio de la guerra civil
Los campamentos están cada vez más amenazados por el fuego cruzado de los bandos armados que luchan por el control de la capital, Trípoli. Por un lado están las tropas del oeste del país, bajo el control del gobierno de unidad del primer ministro Fayez Sarradsch. Por el otro, las organizaciones armadas lideradas por el general Khalifa Haftar, que tiene bajo su égida el este y el sur del país.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
La muerte viene del cielo
En julio, al menos 50 inmigrantes murieron tras un ataque aéreo contra un centro de internamiento en Tajura, un suburbio al oriente de Trípoli. El recinto se encuentra solo a pocos metros de un almacén de armas de una milicia local. Las bombas también caen sin cesar cerca de los campamentos en Misrata.
Imagen: Reuters/I. Zitouny
La ONU exige el fin de los campamento
Tanto la ONU como la Unión Europea han exigido en reiteradas ocasiones el cierre de estos campamentos. El Ministerio de Exteriores de Alemania también criticó recientemente la situación de estos recintos, para lo que usó un tono inusualmente duro. La UE, sin embargo, está en el centro de las críticas, porque apoya financieramente a la Guardia Costera de Libia.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Atrapados por la Guardia Costera
Luego de que la misión de rescate "Sophia", de la Unión Europea, fuera suspendida debido a desacuerdos sobre quién recibiría a los inmigrantes, se ha reforzado la presencia de barcos de la Guardia Costera libia. Los inmigrantes capturados en el Mediterráneo son enviados de vuelta a Libia y llevados a campos de internamiento, donde se enfrentan a condiciones de detención inhumanas.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Paduano
Rutas peligrosas
En vista de las condiciones en las que se encuentra Libia por la guerra civil, el Consejo de Europa pidió a la UE que cese su cooperación con la Guardia Costera del país africano. La misma idea propusieron ACNUR y la Organización Internacional para la Migración. Temerosos de la acción de la Guardia Costera, los migrantes usan rutas cada vez más peligrosas. Solo en 2018 se ahogaron 2.300 persosas.
Imagen: Reuters/Courtesy of Sea-eye
Cierre anunciado
El ministro del Interior de Libia anunció que los campamentos de Misrata, Tajura y Chums serían cerrados. Sin embargo, no se sabe si esto se llevó ya a efecto. Tampoco hay planes concretos para aquellos que sean liberados del yugo de esos campamentos. ACNUR ha ofrecido ayuda. Los migrantes dejados a su suerte correrán nuevos peligros en un país que está en guerra.