Los zoólogos alemanes quieren eliminar el término "raza" de nuestro vocabulario. La clave de su declaración conjunta reclama que el racismo hace las razas, y no al revés.
Publicidad
Jena es la ciudad alemana en la que el zoólogo Ernst Haeckel se convirtió en la figura clave de la teoría de la evolución en Alemania, al mismo tiempo, en pionero de la ideología nazi. Ahora, más de cien años después, es precisamente aquí donde se quiere poner fin al término "raza".
Con este propópsito, cuatro científicos han unidos sus fuerzas. El mensaje central de su "Declaración de Jena": no hay razas. Al menos no en los humanos. En la reunión anual de la Sociedad Zoológica Alemana (DZG), que se celebra actualmente en Jena, 500 investigadores respaldaron el texto.
¿Qué vino primero?
En la declaración se explica, que "esta construcción sirvió y sirve precisamente para justificar el racismo abierto y latente con supuestas circunstancias naturales y así crear una justificación moral".
Para los iniciadores de la declaración, la cuestión está clara: primero fue el racismo, es decir, la idea de los diferentes valores de los diferentes grupos de personas, y luego la ciencia siguió ese camino. "El concepto de raza es el resultado del racismo y no su premisa".
La relación entre, por ejemplo, el color y las características de la piel o incluso los rasgos de personalidad fijados genéticamente ha sido ahora claramente refutada. Tampoco existe una conexión científicamente probada entre la inteligencia y el origen geográfico.
Ernst Haeckel veía las cosas de otra manera. A finales del siglo XIX, dividió a la humanidad en 12 especies y 36 razas. Al mismo tiempo, determinó la clasificación de los diferentes grupos. Muy al fondo se encontraban los "papúes, los hotentotes, xosas y negros", que según él estaban "más cerca" de los mamíferos que de los "europeos altamente civilizados".
Para los biólogos de hoy en día, una simple mirada al ADN humano es suficiente para ver la evidencia: "No solo no hay un solo gen que cause diferencias entre supuestas razas, sino que ni siquiera hay un solo par de bases". Estos últimos son las unidades más pequeñas del genoma.
Sin base biológica
Al igual que Ernst Haeckel, Uwe Hoßfeld es profesor en la Universidad Friedrich Schiller de Jena. Califica a su predecesor de "racista naturalista", pero también de "hijo de su tiempo". Hoßfeld es historiador de biología y uno de los autores de la Declaración de Jena. "Hoy en día, asumimos que no existe una base biológica para la clasificación en razas."
Según los investigadores, el término "raza" ya no se debería usar en la ciencia. ¿Pero qué se hace ahora con la Constitución alemana? El artículo 3 define que "nadie debe sufrir una desventaja o ser preferido a causa de "su raza".
El investigador Hoßfeld aboga por que se suprima el término de la Constitución alemana. Pero esto no es tan fácil. En la ciencia, uno puede usar términos técnicos alternativos como etnicidad, población o comunidad de reproducción biológica, dice Hoßfeld. Sin embargo, es difícil encontrar una palabra adecuada para el texto jurídico.
Los perros y gatos sí tienen raza
Sin embargo, cuando se trata de animales domésticos, el término "raza" sigue siendo apropiado. La razón: en comparación con los seres humanos, las razas de animales domésticos son el resultado de la cría y no el resultado de un proceso natural y biológico. "En el caso de las mascotas, falta la estructura geográfica", dice Uwe Hoßfeld. "No hay ningún perro salchicha primigenio de Gibraltar que haya emigrado al norte en algún momento. Solo en el caso de los animales domésticos la similitud genética dentro de una raza es mayor que entre razas".
(gg)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |
10 razas alemanas de perros
El pastor alemán es conocido mundialmente, como los dóberman y los rottweiler. Pero Alemania tiene muchos ejemplos de la riqueza de su producción canina.
Imagen: picture-alliance/Arco Images/P. Wegner
Gran danés
Pues no, no son daneses. Estos gigantes amables son alemanes y se desarrollaron cuando las familias reales germanas empezaron a criar perros cada vez más grandes. En la actualidad, son la raza de mayor tamaño, como lo muestra George, coronado como el "perro más grande del mundo" en 2010. Los gran daneses son conocidos también como dogos alemanes, para honrar su verdadero origen.
Imagen: picture alliance / dpa
¿Perro esquimal americano o Spitz alemán?
Poco después de la Primera Guerra Mundial, los estadounidenses se olvidaron del origen alemán de estos perros y los llamaron "americanos". El American Kennel Club lo considera una raza aparte, contradiciendo a la Federación Cinológica Internacional, que sostiene que la raza debe denominarse como corresponde: Spitz alemán.
Imagen: Imago/Danita Delimont
Boxer
En 1895 tres muniqueses cruzaron a un bulldog con un ejemplar de raza aún desconocida. Este experimento, que duró varias generaciones de perros, dio como resultado a un animal que es conocido por la particularidad de su rostro. De dónde proviene el nombre de boxer es otro misterio en la historia de estos canes.
Imagen: picture-alliance/dpa
Perro salchicha
Su nombre en alemán, Dachshund, surge del hecho de que se trata de un perro criado para cazar tejones. Gracias a su tamaño, puede perseguir a sus presas hasta sus escondites. Como entonces, los salchichas son buenos mordedores: cuando Guillermo II llegó de visita donde el príncipe heredero de Austria, Francisco Fernando, vio cómo su mascota se comía a los faisanes de su anfitrión.
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Nearmy
Münsterländer pequeño
El Münsterländer pequeño debe agradecer su resurgimiento al alemán Edmund Löns, quien en 1902 reconoció en esta raza olvidada al excelente cazador de fino pelaje que es. Los pequeños Münsterländer son los perros de muestra (los que señalan cuando hay una presa) de menor tamaño que existen, y los altos estándares de cría hacen de ellos una raza cada vez más difícil de encontrar.
Imagen: Eva-Maria Krämer
Braco de Weimar
Tienen una piel plateada, ojos llamativos y son biológicamente dependientes del afecto humano. Su origen se halla en Weimar, donde unos criadores querían una raza que sirviera para la caza y que, al mismo tiempo, fuera ideal para las familias. Los bracos de Weimar eran tan populares que, cuando se empezaron a exportar, fueron esterilizados para limitar su reproducción. Pero no resultó.
Imagen: picture-alliance / dpa
Dóberman
A solo medio día de distancia a pie de Weimar se encontraba en el siglo XIX la ciudad de Apolda, donde vivía Friedrich Louis Dobermann. Para su protección personal, este recaudador de impuestos quería crear una raza especial. Y mezclando distintos ejemplares logró lo que buscaba: un animal que sirviera para su seguridad e impusiera respeto por pura presencia: un dóberman.
Imagen: Imago/alimdi
Rottweiler
En la Edad Media estaban a cargo de proteger al ganado y perseguir a los ladrones. El rottweiler fue el mejor amigo y más leal compañero de los comerciantes en los siglos XVIII y XIX. Fue criado en la ciudad alemana de Rottweil, en esa época un importante centro de comercio. Estos perros tienen la mordida más poderosa de todas las razas.
Imagen: Eva-Maria Krämer
Pastor alemán
"Horand von Gafrath" se llamaba el primer pastor alemán registrado. La historia dice que en 1899 el ejemplar fue inscrito en el libro de la Asociación para Perros Pastores Alemanes. Los nazis ensalzaron a esta raza e incluso el mismo Adolf Hitler tuvo varios ejemplares, como su querida Blondi. Los pastores alemanes, poseedores de un gran olfato, sirven como perros policiales, guías y rescatistas.
Imagen: picture alliance/Zoonar
Schnauzer
Los schnauzer están estrechamente emparentados con los pinschern, aunque se diferencian en los ojos y la nariz. Antiguamente, los schnauzer eran usados en el sur de Alemania para cazar ratas. Para protegerlos de los afilados dientes de estos roedores, los perros sufrían la amputación de las orejas y la cola, una práctica que hoy está prohibida.