No perdona nada: el cambio climático encarecerá la cerveza
16 de octubre de 2018
Investigadores de una universidad de Reino Unido llegaron a tal conclusión, en vista de la caída en las cosechas de cebada en vastas regiones del mundo. El precio de la cervezaa podría incluso duplicarse.
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El cambio climático podría tener un efecto tan inesperado e indeseado como doblar el precio de la cerveza en todo el mundo, alerta un equipo internacional de investigadores en un estudio que publica la revista "Nature Plants".
Si la temperatura global sigue subiendo, la cerveza se encarecerá en una media del 100 por cien en el mundo. ¿El motivo? Los cada vez más frecuentes periodos de calor y sequía que coinciden con el periodo de crecimiento de la cebada, que harán escasear la oferta de la materia prima de la bebida.
"Teniendo en cuenta que el mundo enfrenta numerosas repercusiones del cambio climático que ponen en peligro la vida, tener que gastar algo más en cerveza puede parecer trivial", señala el director del estudio Steven Davis de la Universidad de California en Irvine, en Estados Unidos. "Pero definitivamente existe una atracción intercultural por la cerveza y no tener una cerveza fría al final de un día que será cada vez más caluroso lo empeorará todo", señala.
Los investigadores dirigidos por Davis investigaron cómo de sensible es la cebada a condiciones climáticas extremas en base a datos históricos. Después investigaron la frecuencia con que coincidirán olas de calor y sequías en distintos escenarios climáticos futuros y cómo repercutirá en las cosechas de 34 regiones del mundo.
Considerando la evolución entre los años 2010 y 2099, la consecuencia es que de media, la cosecha de cebada caerá entre un 3 y un 17 por ciento, en función del escenario contemplado.
Por ejemplo en 2011, la cosecha mundial de cebada para producir cerveza cayó en torno a un 17 por ciento, aunque hubo fuertes oscilaciones en función de los países, señalan los científicos. En Brasil cayó un 83 por ciento, mientras en Australia sólo lo hizo un 9 por ciento. La caída de la cosecha podría reducir la disponibilidad de la cebada para cerveza desproporcionadamente, señalan los investigadores, porque muy probablemente el cereal se destinaría a otros fines más importantes, por ejemplo para alimentar animales.
Bajo cambios climáticos extremos países como Bélgica, República Checa o Alemania podrían sufrir caídas de la cebada disponible para cerveza de entre un 27 y un 38 por ciento. Ello impulsaría al alza el precio de la bebida, doblando su precio de media.
Incluso en un escenario de menor subida de las temperaturas es de esperar un encarecimiento de en torno al 15 por ciento, según los análisis.
"Se puede argumentar que no es tan malo si se bebe menos cerveza, incluso que es bueno para la salud", señala Dabo Guan, uno de los investigadores de la Universidad de Anglia Oriental en Norwich (Reino Unido). "Sin embargo, no hay duda de que millones de personas del mundo lamentarán las repercusiones del clima en la disponibilidad y el precio de la cerveza".
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Las otras atracciones del Oktoberfest
Sillas voladoras, "skyfall", tobogán, noria. Como las carpas de cerveza, son ya parte de las atracciones características del Oktoberfest. ¡Un desborde de adrenalina!
Imagen: picture-alliance/dpa/A.Gebert
Sillas voladoras, entrada nostálgica y cómoda
El carrusel de sillas voladoras comienza a moverse con un nada despreciable impulso inicial. La velocidad de rotación aumenta constantemente hasta que los asientos flotan casi en posición horizontal respecto al suelo, empujados por la fuerza centrífuga. Sin embargo, esta es una de las atracciones más nobles y cómodas del Oktoberfest.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Gebert
Torre de sillas voladoras, algo de vértigo
El mismo principio, pero otra clase de adrenalina. A alturas de vértigo, vuelan estas 24 sillas. El centro se eleva hasta 55 metros, mientras las sillas giran alrededor de la torre a 80 kilómetros por hora y sus ocupantes controlan sus nervios, que parecen localizados en el estómago.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Olympia Looping", ¿una montaña rusa?
Una montaña rusa común no tiene comparación con estos "Bucles Olímpicos". Desde que el "Olympia Looping" se estableció sobre el Theresienwiese (o Prado de Teresa), en 1989, se ha convertido en un imán para los visitantes. Sus cinco bucles tienen entre 12 y 20 metros de altura. A una velocidad de 100 kilómetros por hora, los pasajeros viajan, casi siempre de cabeza, por este ferrocarril circular.
Imagen: picture-alliance/dpa/Rauchsteiner
Skyfall, adrenalina pura
Aún más alto y más emocionante, el "Skyfall". Una verdadera y necesaria prueba de coraje para todos los adictos a la adrenalina. Aquí no se puede tener miedo a las alturas ni un estómago sensible. Primero, los pasajeros son catapultados a unos 75 metros de altura. Luego, caen en picado a la tierra. Un sentimiento como el de lanzarse de un puente o edificio haciendo "bungee jumping" o "puentismo".
Imagen: picture-alliance/dpa/T.Hase
Konga, mecerse al límite
La "Konga" es un columpio enorme, cuyas góndolas cuelgan de brazos de agarre. Se balancean hasta una altura de hasta 40 metros. Mientras oscila, empuja a los pasajeros en los asientos con una fuerza que equivale a cuatro veces su peso. Además, las góndolas giran alrededor de sí mismas, haciendo que la sensación de ingravidez en el vértice sea aún más intensa.
Imagen: picture-alliance/dpa/T.Hase
Barco columpio, con fuerza muscular
Junto a las novedades de alta tecnología del Oktoberfest, las atracciones tradicionales mantienen el pulso. Generaciones enteras de visitantes de la fiesta de la cerveza asocian sus recuerdos de infancia con el barco columpio. Aquí los visitantes tienen que balancearse, con su propia fuerza muscular, hacia el cielo. Los mejores, logran un "rollover" o vuelta completa sobre el eje de rotación.
Imagen: picture-alliance/dpa/K.J.Hildebrand
Ruleta humana, una institución
El único objetivo aquí es permanecer en la rueda el mayor tiempo posible. Tan pronto como el disco gira y las fuerzas centrífugas hacen su trabajo, no hay forma de agarrarse. El júbilo de los espectadores es seguro para los "acróbatas" del centro: mirar es tan divertido como participar. La Teufelsrad, rueda viciosa o ruleta humana es una de las atracciones más antiguas del Oktoberfest.
Imagen: picture-alliance/dpa/M.C.Hurek
Pista muniquesa, otro clásico
Este tobogán gigante blanquiazul promete diversión para toda la familia, sin complicaciones técnicas. A la gente le encanta. Se deslizan por las pistas ondulantes de 23 metros de largo como en una pista de nieve, como quien se prepara para el invierno.
Imagen: picture-alliance/dpa/I.Kjer
Tobogán, bajar... y subir
Este tobogán gigante serpentea suavemente alrededor de una torre. Durante más de 70 años, los visitantes han disfrutado de este paseo circular. Pero el descenso es solo parte de la diversión. El ascenso a la torre a través de una cinta transportadora es la otra parte y el verdadero desafío, sobre todo para quien tenga un par de kilos más.
Imagen: picture-alliance/dpa/N.Struppert
Noria, para los románticos
Los románticos prefieren subierse de noche a la Noria gigante, cuando el Oktoberfest y la ciudad brillan bajo ellos. De día, con buen tiempo, la vista se extiende hasta los Alpes. Esta rueda de la fortuna es, además, a la distancia, un punto de referencia y casi símbolo del Oktoberfest.
Imagen: picture-alliance/Relaximages
Martes familiar, con descuento
Más de 100 viajes diferentes que van desde la comodidad hasta el aleteo nervioso, desde lo nostálgico hasta lo hipermoderno, garantizan la diversión desde la mañana hasta la noche. No tiene que ser un placer costoso si se sabe cómo ahorrar. Los martes son el "día familiar", así que se ofrecen tickets con descuento.