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Westerwelle en Gaza

8 de noviembre de 2010

Guido Westerwelle es el primer ministro alemán que visita la franja de Gaza desde el 2006. El titular de Exteriores alemán abogó por mejorar la situación humanitaria y por finalizar el bloqueo.

Guido Westerwelle, ministro alemán de Exteriores, se dirige a la prensa después de su visita a la franja de Gaza (08.11.2010).Imagen: AP

El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, visitó la franja de Gaza durante su viaje de dos días a Israel. Éste es el cuarto viaje a Cercano Oriente que realiza el vicecanciller alemán desde que asumiera la cartera hace poco más de un año y la primera visita de un ministro germano a Gaza desde el año 2006. En junio de este año, al ministro alemán de Desarrollo, Dirk Niebel, las autoridades israelíes le negaron el permiso de entrada. Se trataba de visitar una escuela de la Agencia para Refugiados Palestinos en Cercano Oriente de la ONU (UNRWA) y una planta de depuración de aguas construida con fondos alemanes de ayuda al desarrollo.

Una visita a una escuela en un campo de refugiados de la ONUImagen: picture alliance/dpa

La visita a Gaza

Ante las costas de la ciudad de Gaza confluye más del 50 por ciento de las aguas servidas de la franja. La planta depuradora con la que cuenta la ciudad -construida en 1977 y bastante deteriorada durante la guerra en la franja- no da abasto. Por ello, diez millones de euros provenientes del Banco de Crédito para la Reconstrucción y el Fomento han sido destinados para una depuradora y una estación de bombeo. Esta modesta planta tiene un antecedente: que Hamás tomara el poder en la franja en 2007 y el consiguiente bloqueo impidió la construcción de una planta más grande (de 70 millones de euros).

Apenas desde septiembre de este año, el gobierno israelí permite la entrada de materiales de construcción para el proyecto alemán. Según datos de Naciones Unidas, el 95 por ciento del agua que se consume en la franja no es apta para el consumo humano; por otro lado, representantes de la industria de la región vaticinan el fracaso de este proyecto y de toda medida de reconstrucción si el bloqueo no cesa.

Avigdor Lieberman, ministro israelí de Exteriores y su homólogo germano, Guido Westerwelle, en rueda de prensa conjunta (07.11.2010).Imagen: AP

Cese del bloqueo

Así, después de su visita, el ministro alemán pidió a Israel levantarlo: una medida como ésta fortalece a los radicales y debilita a los moderados, afirmó Westerwelle, puntualizando que tanto Berlín como la Unión Europea favorecen que Israel permita las importaciones y las exportaciones. “No podemos ni debemos olvidarnos de Gaza”, declaró.

Desde el año 2006, cuando el movimiento radical Hamás ganó las elecciones para, después de varios meses violentos, tomar el control absoluto de la franja de Gaza en 2007, el territorio costero y sus 1,5 millones de habitantes viven bajo bloqueo; los bienes y productos entran a la franja sólo bajo estrictores controles y son racionados. De la franja sólo puede exportarse ciertos tipos de flores y fresas.

Hamás

Durante su visita a Israel y los territorios palestinos, el Ministro de Relaciones Exteriores alemán se negó a reunirse con representantes del gobierno de Hamás. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea se niegan a reconocer la legimimidad de esa organización, mientras ésta no reconozca los acuerdos previos firmados entre israelíes y palestinos así como el derecho de Israel a existir. Kamal Schrafi, portavoz de la organización, calificó de “ofensivo” que el ministro Westerwelle se niegue a encontrarse con Hamás, “legítimo representante del pueblo palestino”.

Con todo, en un mensaje a Hamas, Westerwelle pidió la liberación de Gilad Shalit, el soldado israelí secuestrado hace más de cuatro años en la Franja de Gaza. "Permitan que este joven vuelva a casa después de años de cautiverio", dijo el ministro alemán, quien se había reunido el día anterior con los padres del soldado.

Por la solución de dos Estados

Por otro lado, el jefe de la diplomacia alemana volvió a abogar por la solución de dos Estados. "Ambos Estados tienen sus obligaciones", dijo el ministro, que apuntó en ese sentido a la necesidad de que Israel haga concesiones en la cuestión de los asentamientos.

Por su parte, Avigdor Lieberman, ministro israelí de Exteriores, rechazó que Israel sea el culpable del estancamiento de las negociaciones directas y aseguró que los asentamientos no son "ningún impedimento" para las conversaciones. "Estamos dispuestos a conversaciones directas sin condiciones previas", añadió Lieberman, para quien la amenaza en Cercano Oriente viene desde Irán y su apoyo a grupos radicales palestinos. Antes del encuentro con su homólogo israelí, el ministro germano -en entrevista concedida a un diario israelí- había recalcado que no hay alternativa a una solución negociada.

MB/dpa, rtr, hr
Editora: Emilia Rojas

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