En su informe de otoño presentado en Berlín, los institutos de Berlín (DIW), Hamburgo (HWWA), ifo (Múnich), Kiel (IfW), Halle (IWH) y Essen (RWI), pronostican para este año un crecimiento nulo y del 1,7 por ciento en 2004. Este ligero aumento se ve relativizado, sin embargo, por el hecho de que buena parte del crecimiento se deberá a un factor meramente estadístico, y es al hecho de que en el 2004 habrá cuatro días laborables más que en este 2003.

Comparado con las pronósticos del crecimiento mundial, para el que se espera un crecimiento del 3,1 por ciento, las estimaciones para Alemania se quedan por tanto sensiblemente atrás, si bien dentro de la media de la eurozona, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se incrementará previsiblemente también un 1,7 por ciento.

Seguirá creciendo del desempleo

El crecimiento de la economía alemana se verá básicamente sustentado por un aumento de las exportaciones y por una política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, hay factores que limitan la posibilidades de que se produzca una verdadera recuperación, sobre todo en el mercado laboral -el índice de paro subirá en 2004 un punto respecto a 2002, para llegar al 10,5%-, como es sobre todo la política financiera restrictiva del Gobierno de Gerhard Schröder.

Los institutos consideran que las reformas laboral, social y fiscal, no tendrán el impacto en el mercado laboral que el Gobierno espera de ellas. Sobre la reforma laboral, que contempla recortes en los subsidios y a la vez exige mayor flexibilidad a los parados, los expertos creen que no servirá para atajar los motivos reales del elevado desempleo en Alemania, que son el escaso crecimiento, la sobreregulación del mercado de trabajo y la falta de un abanico salarial más amplio.

Los expertos valoran positivamente la reciente decisión del Gobierno de mantener estable las cotizaciones al seguro de pensiones, pues con ello da señales de que se toma en serio su objetivo de reducir los costes del trabajo. El hecho de que ello comporte recortes para los bolsillos de los pensionistas, aunque doloroso, es ‘el mal menor’ si se quiere frenar la pérdida de calidad de vida que de por sí está experimentando Alemania desde hace algunos años.

No hay receta mágica

Los expertos coinciden en calificar de buena la idea de adelantar al año próximo las rebajas fiscales que debían entrar en vigor en 2005 pero difieren en las recetas de cómo financiarlas. Todos coinciden en que el Gobierno ha optado por medidas incompatibles entre sí y que por ello debe decidirse por una si quiere recuperar credibilidad. No se puede conseguir a la vez reducir el elevado déficit público, rebajar la presión fiscal y estimular la coyuntura.

A la hora de presentar recomendaciones concretas, en cambio, el grupo se divide entre los que rechazan aumentar el endeudamiento y exigen que la medida se financie sin poner en peligro la consolidación y los que optan por permitir una política presupuestaria menos restrictiva para impulsar la economía. Independientemente de la disputa interna, los expertos parten en su informe de que el déficit público seguirá estando en 2004 por encima del 3% del PIB establecido como límite en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento Europeo. Concretamente, esperan un déficit del 3,5% tras un 4% este año.