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Brasil asume presidencia semestral de MERCOSUR

3 de agosto de 2010

Brasil asume la presidencia rotatoria semestral de MERCOSUR. 20 años después de fundado, el mercado común no está en su mejor momento; en la agenda se sigue escribiendo la integración como meta, no como punto de partida.

Brasil, al frente de MERCOSUR.

A vísperas de cumplir 20 años, el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) parece no estar en su mejor momento. Asuntos mal resueltos entre sus miembros –Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay- y la inminente entrada de Venezuela provocan una paralización parcial del grupo.

En este ambiente, el presidente del Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, asume este 3 de agosto la presidencia rotatoria semestral. Le pasa el testigo la presidenta argentina, Cristina Kirchner, que presidió el bloque durante la Cumbre de Estados de Mercosur y Estados Asociados (Chile, Bolivia, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador).

Puntos frágiles

De la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, asume Inácio Lula da Silva la presidencia rotatoria de MERCOSUR.Imagen: dpa/pa

Según Günther Maihol, subdirector de la Fundación alemana para Ciencia y Política, habrá pocos avances durante la presidencia brasileña. Cuestiones claves como las negociaciones del acuerdo comercial con la Unión Europea -retomadas en mayo de 2010 durante la Cumbre UE-ALC después de seis años de congelamiento-deberán ser postergadas debido a falta de acuerdo en las áreas agrícola e industrial.

“A pesar de que Lula ha declarado que concluirá las negociaciones con la Unión Europea con un Tratado de Libre Comercio, los problemas de la última ronda continúan y no se vislumbra un compromiso real de Argentina con esas reanudadas conversaciones”, analiza Maihold.

Según el experto alemán, Argentina parece la menos dispuesta de todos los socios sudamericanos: dado que el país afronta ciertas dificultades económicas, su Gobierno intenta no cumplir con las regulaciones generales del mercado común. Un ejemplo de esta actitud argentina repercutió hace poco en la prensa: Buenos Aires prohibió la importación de alimentos brasileños industriales para los que hubiese alguno similiar producido en la Argentina.

Brasil no quiso alimentar la problemática; en ese momento, el embajador brasileño en Argentina, Enio Cordeiro, prefirió resaltar el volumen de negocios entre los dos países. En los últimos años, las empresas brasileñas movieron más de nueve billones de dólares en la economía argentina y, a la inversa, las inversiones llegaron casi a los cuatro billones de dólares.

Paralización

Bajas son también las expectativas de Manfred Nitsch, investigador del Instituto de Estudio Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín. “En los últimos meses de su mandato, Lula no va a hacer mucho, tampoco sus ministros; todos están en el proceso de salida y de incertidumbre”, dijo Nitsch a DW-WORLD, enumerando los asuntos que provocan líos internos en MERCOSUR: la candidatura de Venezuela, con su polémico presidente Hugo Chávez, la disputa entre Paraguay y Brasil sobre el precio de la energía y el conflicto entre Brasil y Argentina por la crisis de este último. A ellos se le suma el conflicto entre Uruguay y Argentina por el control del río fonterizo donde se planea la instalación de una fábrica de celulosa. “No veo expectativas de revitalización de MERCOSUR para el año que viene”, sentencia Nitsch.

Proyección brasileña

Según el portavoz de la presidencia brasileña, Marcelo Baumbach, Lula pretende implementar en la agenda semestral elementos de innovación, aparte de fortalecer el compromiso de integración regional. Entre las iniciativas se destaca el esfuerzo por aumentar la visibilidad del Mercado Común del Sur, su fortalecimiento institucional, el apoyo a la participación social, el refuerzo de la agenda social y un balance del rumbo futuro de la integración.

“Lula usará la dimensión del MERCOSUR para dar un empujón a sus proyectos de integración de la infraestructura y también a UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), con el objetivo de consolidar el papel dominante que el Brasil ha desempeñado en los últimos años”, opina Maihold.

En 20 años de historia, "integración" sigue siendo una palabra clave de las presidencias. No obstante, por lo menos para el mercado brasileño, el MERCOSUR ha perdido importancia: en 1990, el mercado común era destino del 24 por ciento de las importaciones brasileñas; actualmente, ese volumen es del 10 por ciento.

Autora: Nádia Pontes/ Mirra Banchón
Edición: Luna Bolívar Manaut

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