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Nobel Alternativo por un mundo sin armas nucleares, contra las enfermedades y el cambio climático

13 de octubre de 2009

Cuatro científicos son galardonados con el Premio Nobel Alternativo por su aporte a la preservación del clima, su lucha contra las enfermedades de los más pobres y sus ideales por un mundo sin armas atómicas.

La Dra. Catherine Hamlin, Premio Nobel Alternativo por luchar por la salud de mujeres africanas.Imagen: DPA

El Premio Nobel Alternativo se otorga este año a cuatro activistas cuya labor se destaca por concientizar acerca del cambio climático, por luchar para desterrar enfermedades motivadas por la pobreza, así como por esforzarse en lograr un mundo más pacífico, libre de armas nucleares.

Difusión de la ciencia y peligros que acechan al clima

El zóologo canadiense David Suzuki, de 73 años, recibió el Nobel Alternativo por “la responsabilidad social como científico”. Suzuki es, además de científico, moderador de programas de radio y televisión. En su emisión televisiva “The Nature of things” (La naturaleza de las cosas) se explica temas científicos complejos de modo que puedan ser comprendidos por un amplio público.

El zóologo mediático David Suzuki gana el Nobel Alternativo por concientizar sobre el cambio climático.Imagen: DPA

El Dr. Suzuki dedicó una labor de más de veinte años a aclarar la consecuencias del cambio climático. Es especialista en genética y ya fue premiado varias veces por su aporte a la difusión de la ciencia y a la toma de conciencia sobre los efectos de los cambios tecnológicos y ecológicos en la vida cotidiana.

Premiado por salvar los bosques

Como recompensa a una labor de protección al medioambiente y de lucha contra enfermedades causadas por la pobreza en el continente africano se premió a dos científicos. Por un lado, al biólogo René Ngongo, nacido en 1961, por su compromiso con la conservación de la selva tropical en Congo.

El biólogo René Ngongo, premiado por proteger la selva tropical.Imagen: DPA

De Ngongo dijo el Director de la Fundación Right Livelihood Award de Estocolmo, Ole von Uexküll: “se trata de un hombre que lucha por una de las dos selvas tropicales más grandes del planeta exponiendo su vida a peligros extremos”. Desde 1994, Ngongo, que trabaja para Greenpeace y es experto en medioambiente, arriesga valientemente su vida sacando a la luz todo tipo de actividades, como la tala de bosques, que pongan en peligro la supervivencia de los bosques. René Ngongo se aboca a lograr transparencia en las reformas de la ley de explotación maderera.

El Nobel por salvar la vida a miles de mujeres

Por el otro, la médica ginecóloga australiana Catherine Hamlin, de 85 años, fue premiada por su trabajo de 50 años en la capital etíope de Addis Abeba tratando a mujeres con fístulas obstétricas.

Dichas fístulas, provocadas por el parto, son fisuras que se producen entre la vagina y la vesícula, cuando la cabeza del feto es demasiado grande y presiona contra la pelvis materna, interrumpiendo la circulación sanguínea. Las fístulas aparecen cuando, en situaciones precarias, las contracciones del parto se prolongan y no son atendidas por personal médico. En los países desarrollados, esta enfermedad se erradicó en el siglo XX con la práctica del parto por cesárea.

Las fístulas obstétricas pueden ocasionar la muerte del niño, o una incontinencia grave en la madre, además de poder provocarle la muerte si no se las trata a tiempo. La incontinencia de las mujeres hace que las familias las excluyan y hasta abandonen. Según la Organización Mundial de la Salud, unos tres millones de mujeres padecen de fístula obstétrica en países en vías de desarrollo, y se trata de una enfermedad que puede evitarse con una profilaxis adecuada o a través de una simple operación intravaginal. La ginecóloga Hamlin fue premiada por “ayudar a restaurar la salud, la esperanza y la dignidad de miles de mujeres africanas pobres”, según el jurado en Estocolmo.

Alyn Ware (dcha). educa por un mundo sin armas nucleares.Imagen: DPA


Por imaginar un mundo en paz

También el sueño de vivir en un mundo libre de armas nucleares y el compromiso por lograrlo fue galardonado con el Nobel Alternativo. El pedagogo pacifista neozelandés Alyn Ware, de 48 años, lleva a cabo hace 25 años campañas educativas para acabar con el armamento atómico en su país, en el marco de programas pedagógicos de las Naciones Unidas. El jurado lo designó por su papel en la difusión del trabajo por la paz. En 2002, Alyn Ware fue cofundador del grupo “Parlamentarios contra la proliferación nuclear y por el desarme”.

El filántropo sueco-alemán Jakob von Uexküll creó el Premio Nobel Alternativo para “honrar y apoyar a quienes ofrecen respuestas prácticas y ejemplares a los desafíos más urgentes a los que debemos enfrentarnos hoy”, según sus propias palabras. El premio, dotado de 50 mil euros, se entregará en diciembre de 2009 en la sede del Parlamento de Suecia, tres días antes de la cumbre sobre el clima de las Naciones Unidas, a realizarse en Copenhague.

Autora: Cristina Papaleo/DPA, AP

Editor: Pablo Kummetz

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