Alice Munro, la decimotercera mujer en recibir este galardón que se entrega desde 1901, es conocida sobre todo por sus relatos. "Es la maestra del cuento contemporáneo", dijo Peter Englund, portavoz del jurado, al anunciar el premio. "Ha llevado ese formato especial a la perfección". Englund agregó que el ámbito de Munro es el sudoeste de Ontario, puntualizando que ”ella dispone de todo lo que necesita en ese pedazo de tierra“.

La complejidad cotidiana

"Algunos críticos la consideran un Chéjov canadiense", señaló la Academia Sueca en su sitio de internet. Y añadió que "sus textos con frecuencia ofrecen descripciones del día a día pero que son eventos decisivos, epifanías que iluminan la historia del momento y dejan que aparezcan las dudas existenciales en un relámpago".

La capacidad mágica para ver la complejidad detrás de lo cotidiano distingue la obra de la autora canadiense, a juicio de su editora para el mundo hispanohablante. "Cada cuento suyo es un universo entero. Eso es lo que caracteriza a Alice Munro", dijo Silvia Querini, editora de Lumen.

Reacción en la Feria del Libro de Fráncfort

Minutos después de recibir la noticia del galardón, durante la Feria del Libro de Fráncfort, Querini describió ese universo como "femenino, no feminista". "Está marcado por la perplejidad frente al mundo. No va con respuestas, siempre está haciendo preguntas. Eso distingue el talante femenino", añadió en declaraciones a la agencia dpa. "Me costó nueve años conseguir los derechos para llevarla a Lumen", dijo emocionada. "Si el espíritu de la editorial tuviese que representarse en una imagen, sería una foto de Alice Munro".

Querini reveló algunos detalles de la autora canadiense de 82 años. "Lleva una vida retirada en un pueblo de Canadá, no tiene e-mail. Se comunica con sus agentes y editores por carta. Desde muy pequeña leyó muchísimo y su primer marido era librero".

Cuando se le pidió escoger un relato que concentre el universo de Munro, Querini eligió el primero de la colección "Demasiada felicidad", que traza los pensamientos de una mujer que va en autobús a visitar a la cárcel a su marido y asesino de sus hijos. "Uno se pregunta cómo puede escribir cosas así. Con esa cara de ángel", reflexionó Querini. "Pero ése es su universo: el de la complejidad que puede haber bajo el hule de una mesa de cocina".

er (dpa, reuters, epd)