Noche de Paz: así surgió el villancico más famoso del mundo
José Ospina-Valencia
23 de diciembre de 2022
"Noche de Paz" ha sido traducido a unos 200 idiomas. El éxito mundial no estaba planeado: la canción surgió en medio de la desolación que había dejado una guerra de invasión.
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Por el año 1815, las guerras contra la invasión de las tropas de Napoleón habían dejado hambre y devastación en los Alpes austriacos, más exactamente en Salzach, cerca de Oberndorf, frontera entre Baviera y Austria. Las inundaciones y las malas cosechas agravaban las dificultades.
Y para colmo de males, los ratones habían roído los fuelles del órgano de la iglesia de San Nicolás de Oberndorf. Nada parecía funcionar en esa Navidad.
Joseph Franz Mohr, un pastor auxiliar de 26 años, atraviesa el campo nevado en la mañana de Nochebuena. Es el año 1818, y en un bolsillo encuentra un trozo de papel con un poema que había escrito dos años antes: "Noche de paz, noche de amor", en alemán "Stille Nacht, heilige Nacht”.
Cuando se pierden se aprecian: paz y armonía
Mohr acude a su amigo, el profesor y organista Franz Xaver Gruber, y le pide escribir una melodía para el texto en un abrir y cerrar de ojos, y a dos voces con acompañamiento de guitarra, ya que el órgano había sido dañado. Por la tarde, justo a tiempo para la misa de Navidad, la obra está terminada.
Mohr canta el tenor, Gruber toca el bajo y los asistentes de la iglesia de San Nicolás de Oberndorf quedan encantados. Esta canción le devolvió a los habitantes de la región lo que tras la guerra ya no creían que existiera: un mundo en paz y armonía. Este villancico fue consuelo y esperanza para las almas maltratadas por la invasión napoleónica.
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"Noche de paz, noche de amor": un eterno hit
Así va una de las estrofas:
Noche de paz, noche de amor,
oye humilde el fiel pastor,
coros celestes que anuncian salud
gracias y gloria en gran plenitud...
Así, desde hace 204 Navidades esta canción, escrita originalmente en alemán, le da la vuelta al mundo. La familia de cantantes tiroleses Rainer se la cantó al zar ruso Alejandro I y al emperador austriaco Francisco I. En la que hoy es Alemania se estrenó en Leipzig en 1831. Ocho años después, en Nueva York.
Desde 2011, "Noche de paz" figura incluso en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Mohr, socorrista de los pobres
Joseph Mohr no se enteró del entusiasmo mundial que generó con su villancico. Como hijo ilegítimo de una tejedora y de un mosquetero desertor, mandó a construir junto a la iglesia de Wagrain, su última estación como pastor, un refugio para los ancianos necesitados que - tras cumplir su tiempo de trabajo como peones - eran abandonados a su suerte y expulsados de la granja.
También construyó una escuela y vendió su vaca para pagar los libros de los niños. Cuando Mohr murió a los 56 años, fue enterrado en la tumba de uno de los indigentes que él socorría. Hoy en día, miles de turistas peregrinan anualmente a la capilla de la Noche de Paz de Oberndorf.
Hoy, este cántico sigue siendo un bálsamo para los habitantes de un mundo al parecer cada vez más inseguro, violento e injusto. Su letra y su música logran la magia de poner a los escuchas en un estado de reflexión, y por lo menos de reconciliación consigo mismos.
(er)
Los mejores mercados navideños de Europa
Cuando las temperaturas bajan y el espíritu navideño llena el aire, es hora de ir a uno de los mercados de Navidad de Europa. Desde París hasta Bratislava, estos son algunos de los más interesantes.
Imagen: Jaroslav Nov·k/Tasr/dpa/picture alliance
Mercado de Bratislava, Eslovaquia
Uno de los mercados navideños más encantadores está en el corazón de la capital, en la plaza Hlavne Namestie. En los puestos frente a los edificios históricos, los visitantes pueden comprar regalos hechos a mano o probar platos locales como panqueques "loksa", pasteles de semillas de amapola y "grog", un ron caliente con especias. La torre del antiguo ayuntamiento ofrece una vista panorámica.
Imagen: Jaroslav Nov·k/Tasr/dpa/picture alliance
Una Navidad italiana en Milán
El mercadillo navideño al pie del icónico Duomo de Milán es uno de los más impactantes de Italia. El Mercatino di Natale cuenta con más de 60 puestos con artesanías hechas por artesanos locales, que incluyen decoraciones navideñas, como pesebres y medias de Epifanía. No se pierda el gigantesco árbol de navidad en el centro de la Galería Víctor Manuel II con sus lujosas decoraciones.
El mercado navideño más grande de Suecia se lleva a cabo en un lugar inusual: la mina Falun. La antigua mina de cobre ya no está operativa y es patrimonio de la humanidad de la Unesco, por lo que es un lugar único para entrar en el ambiente navideño. El mercado antiguo vende artesanías y comida local, e incluso tiene actuaciones musicales el 4 de diciembre, el único día que estará abierto en 2022.
Imagen: Ulf Palm/TT/picture alliance
De catedrales a duendes en Colonia, Alemania
Uno de los mercados navideños más populares de Alemania está al pie de la catedral gótica de Colonia. Si bien sus luces, puestos de comida y escenarios son impresionantes, otra gran atracción es el mercado de Heinzel, en el casco antiguo, con duendes y cabañas elaboradamente decoradas en las que se puede saborear cómodamente vino caliente con especias. También hay un pista de patinaje sobre hielo.
Imagen: Christoph Hardt/Panama/picture alliance
Mercado en el centro de Bruselas, Bélgica
El mercado navideño en Bruselas es un punto culminante de la temporada en la capital de Bélgica. Sus 200 chalets están ubicados alrededor de la opulenta Grand-Place, e incluso hay una pista de hielo y un árbol de Navidad gigante con luces titilantes. Este año, el mercado celebra su 200 aniversario y cuenta con un programa de actuaciones para deleitar a los invitados.
Imagen: Dursun Aydemir/AA/picture alliance
Estrasburgo, la "capital de la Navidad"
Ubicada en la frontera alemana en la región de Alsacia, la ciudad francesa de Estrasburgo se proclama la "capital de la Navidad", ya que alberga el mercado navideño más antiguo de Francia, que data de 1570. Allí se pueden explorar sus 300 cabañas de madera con artesanías, y contemplar la belleza del árbol de 30 metros de altura, saboreando las galletas navideñas conocidas como "bredle".
Todos los años, los mercados de Navidad de Praga son un imán de turistas y residentes, y el mercado de la plaza Wenceslas, en el corazón del casco antiguo, se destaca entre ellos. Cuenta con artesanías hechas a mano, regalos y delicias locales como klobasa, una salchicha checa. El cercano mercado del casco antiguo tiene un ambiente más animado, con un escenario y una serie de actuaciones.
Imagen: Tomas Tkacik/Sopa/Zuma/picture alliance
Decoraciones tradicionales en Basilea, Suiza
Considerado el más bello del país, este mercado se encuentra en el casco antiguo de la ciudad y motiva el espíritu navideño con su árbol de Navidad decorado y deliciosos refrigerios como la raclette suiza y el "basler läckerli", un pan especiado similar al pan de jengibre. Tome un vino caliente y camine hasta la terraza Pfalz de la catedral, para disfrutar de la vista del río Rin.
París tiene unos 15 mercados navideños. Nuestra elección es el gran mercado en los jardines de las Tullerías, que tiene una pista de patinaje y muchas actividades. Una alternativa más pequeña es el encantador mercado de Montmartre, en Place des Abbesses, cerca de la basílica de Sacre Cour. También está Marché de Noël de la Gare Saint-Lazare, que tiene productos artesanales de alta calidad.
Imagen: Gao Jing/Xinhua/picture alliance
Una Navidad a la antigua en Salzburgo
Los mercados de Adviento se llevan a cabo en Austria desde el siglo XV. El Christkindlmarkt, en Salzburgo, que estará abierto hasta el 1 de enero, es una visita obligada. Dado que el centro de Salzburgo es patrimonio de la humanidad de la Unesco, es un lugar ideal para imaginar los tiempos navideños de antaño. Allí también se celebra el Año Nuevo en la ciudad.
Imagen: Karl Schöndorfer/picturedesk/picture alliance