Noche de Walpurgis: las brujas alemanas celebran el primero de mayo
30 de abril de 2010En los tiempos previos a la expansión del cristianismo por Europa, la cultura germánica festejaba el inicio del verano en fechas cercanas al primero de mayo. La llegada de días más largos y menos hostiles era motivo suficiente para ahuyentar el invierno con toda clase de ritos. Los cristianos nombraron el 1 de mayo como el día de Santa Walpurgis, patrona de las campesinas y sirvientas y considerada protectora del arte de la prestidigitación.
Durante siglos, se conservó la creencia de que, en la noche de Walpurgis, las brujas volaban sobre escobas, gatos o cabras hacia Brocken, la montaña más alta de la Sierra del Harz, en el Estado alemán de Sajonia-Anhalt, para celebrar orgiásticos rituales con el mismo diablo en persona. De ahí que la noche de Walpurgis sea conocida también como “noche de brujas”.
El demonio y las brujas, que no falten
Goethe erigió un monumento a la noche de Walpurgis en su obra Fausto, donde sirve de surrealista trasfondo para la actuación de sus personajes principales. Y así como sus protagonistas, Fausto y Mefistófeles, se divirtieron durante la noche de brujas, se deben haber divertido también en el siglo XIX los turistas, ya entonces atraídos por la leyenda alrededor de Brocken. Hoy, este mito sigue siendo un considerable negocio para la Sierra del Harz.
Cada noche del 30 de abril al 1 de mayo, decenas de miles de personas emprenden el viaje hacia la cadena montañosa y son recibidas por brujas, que junto con el demonio, no pueden faltar en esta fecha. La fiesta comienza con un baile- de brujas, por supuesto-, luego se enciende una enorme hoguera y retumban los tambores. Extinguidos los fuegos artificiales de la medianoche, se le da la bienvenida a quien traerá consigo la salud y la fecundidad, a la sucesora de todas las brujas malas: la Reina de Mayo.
Sal en el umbral de la puerta
Sin embargo, estos espectáculos para turistas tienen muy poco que ver con las antiguas creencias populares. En el pasado, los fuegos de la "Walpurgisnacht" eran encendidos precisamente para protegerse de las temidas brujerías. Las puertas estaban adornadas con crucifijos y ramos de hierbas, las escobas eran colocadas con las hebras hacia arriba, se hacían sonar de noche las campanas de las iglesias, los hombres solteros caminaban dando latigazos en torno a las casas y, para proteger al ganado, se colocaba sal en el umbral de los cobertizos.
Pero ya nadie le tiene miedo a las brujas, así que cerca de Brocken la noche se aprovecha para organizar una gran fiesta. Los disturbios que suelen acompañar a la madrugada previa al Día de los Trabajadores, en Berlín por ejemplo, o las llamadas “travesuras de la noche de brujas”, en el sur de Alemania, son hoy mayor motivo de preocupación que los rendezvous del diablo con sus amigas hechiceras.
La fiesta de Beltane
Los irlandeses y los escoceses celebran la fiesta de Beltane en la noche de Walpurgis. Según el antiguo calendario celta, Beltane constituye el principio del verano, así como Samhain –origen de lo que hoy se conoce como Halloween– marca el principio del invierno. Beltane recibe su nombre del dios Baal, quien es quemado de forma simbólica en las fogatas que se encienden en esta fecha, mientras las casas y los jardines son adornados hasta el último rincón con toda clase de flores.
Autor: Leona Frommelt/ Oliver Samson/ Evan Romero-Castillo
Editora: Luna Bolívar Manaut