Nochevieja: ¡nos regalan un segundo!
30 de diciembre de 2016La noche de San Silvestre durará este año un segundo más de lo acostumbrado. ¿Por qué? Buena pregunta. Para decirlo claro, se trata de un remiendo para un descosido.
La duración de un segundo se define de tal manera que un día tenga 24 horas. Es decir, un día consta de 86.400 segundos. Suena razonable. Lo malo es que el segundo se definió a finales del siglo XIX, cuando aún no se sabía que la Tierra se vuelve cada vez más lenta. "En promedio, un día dura dos milisegundos más de lo que se suponía en un principio", explica Wolfgang Dick, investigador del International Earth Rotation and Reference System (IERS). Esta institución observa la rotación del planeta azul y avisa cuando ha llegado el tiempo para un nuevo segundo más.
Con este segundo adicional se trata de impedir que el día sea cada vez más largo. "Si un despertador se retrasa siempre se lo puede volver a poner en la hora justa. Con la Tierra es al revés: tendríamos que adaptar nuestro tiempo a la velocidad de su rotación. De no hacerlo, en unos 2.000 años, el sol saldrá apenas al mediodía", explica Dick.
Pero, ¿qué es lo que le pasa a la Tierra que se vuelve cada vez más lenta? Se podría pensar en envejecimiento, antes era más ágil. Pero no, no es eso. La culpa de esta pérdida de velocidad la tiene la Luna: ella es la responsable de las mareas. La fricción entre los océanos y la tierra le cuesta mucha energía a nuestro planeta. Y lo vuelve más lento.
El fin justifica el segundo
Es un lástima, pero cuando se definió el segundo nadie lo sabía. "Pero es que había que acordar alguna cosa", opina Dick en defensa de sus colegas de aquel tiempo. Y lo que en ningún caso es una solución es crear segundos cada vez más largos.
El segundo bisiesto o segundo intercalar es, por el momento, la mejor solución que se les ha ocurrido a los científicos, para que el tiempo que nos marca la Tierra en su rotación irregular de alguna manera concuerde con lo que hacen los relojes atómicos. Éstos definen todos los segundos igual, y no les importan demasiado las incoherencias del planeta.
Por cierto, la solución del segundo bisiesto se usó por primera vez en 1972, cuando la diferencia entre los relojes atómicos y el tiempo terráqueo llegaba ya a los diez segundos. Esta Nochevieja será la edición 27 del segundo extra. Para los pesimistas esto significa que lo malo del 2016 va a durar un poquito más. Para los optimistas: la fiesta de Nochevieja será más larga.