La policía detuvo a un sospechoso armado que, al parecer, habría disparado tras una riña en un bar. En otros sucesos, un jefe policial y su escolta y una policía y varios familiares fueron asesinados por sicarios.
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El conductor del noticiero en el canal de noticias CNR, Luciano Rivera, fue asesinado este lunes de un disparo en un bar de Playas de Rosarito, en el noroeste de México, convirtiéndose en el noveno periodista asesinado en el país en lo que va de año. Un sospechoso, identificado como Alfredo N. ha sido detenido cuando se desplazaba en un taxi portando un arma de fuego. La víctima, que además dirigía la revista local 'Dictamen', era hermano de Mario Rivera, concesionario del canal del estado de Baja California desde hacía 15 años.
"Los hechos donde perdió la vida el reportero de CNR canal 54 se reportaron hoy [31.07.2017] a la 1:40 en el interior del Bar La Antigua en la zona Centro de Playas de Rosarito", explica un comunicado de la Procuraduría General de Justicia de Baja California. "Descanse en paz nuestro compañero Luciano Rivera, a nombre de quienes laboramos en CNR TV", escribió la televisora en su cuenta de Facebook, con una fotografía de la víctima.
El asesinato se produjo en un sitio turístico al sur de Tijuana presuntamente después de una riña, aunque las autoridades investigan las circunstancias del asesinato. México, inmerso en una nueva ola de violencia del crimen organizado, es uno de los países con más asesinatos de periodistas en el mundo. Antes que Rivera, este año fueron asesinados seis reporteros y el hijo de la directora comercial de un semanario. Entre los muertos está Javier Valdez, un reconocido periodista del estado de Sinaloa especializado en crimen organizado.
No ha sido el único episodio de violencia registrado el lunes en el país. Diez personas fueron asesinadas en el estado de Guanajuato en dos ataques distintos perpetrados por sicarios. El director de la policía municipal de Celaya, José Santos Juárez, y un escolta fueron ultimados por personas armadas en la ciudad de Salamanca, mientras que en la localidad de Abasolo fueron asesinados una mujer policía, su hijo y otros seis familiares.
LGC (dpa/EFE)
Alcaldes en México: de cara al peligro (08.2016)
Alcaldes y funcionarios municipales en México viven en peligro, algunos por combatir el crimen, otros, por participar.
Imagen: Getty Images/Spencer Platt
Decenas de muertes
Organizaciones como la Asociación de Autoridades Locales de México y la Asociación Nacional de Alcaldes calculan entre 79 y 84 funcionarios municipales o locales muertos de manera violenta entre 2006 y agosto de 2016. La lista incluye alcaldes en funciones, exalcandes, regidores y síndicos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/P. Spencer
Casos diversos
El caso más reciente al 3 de agosto de 2016 es el de José Santamaría Zavala, alcalde de Huehuetlán El Grande, en el estado de Puebla. Santamaría ya había sufrido un atentado en 2015 y logró sobrevivir. Pero ahora fue emboscado y acribillado. Una de las líneas de investigación apunta al robo de la nómina del municipio como motivo del asesinato.
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El violento Guerrero
Días antes, el 22 de julio de 2016, un comando armado dio muerte al alcalde de Pungarabato, Guerrero, Ambrosio Soto Duarte. “Mataron a mi primo, estoy amenazado por la delincuencia organizada”, había escrito Soto en su cuenta de Twitter. Tras el crimen, 63 alcaldes de Guerrero solicitaron urgentemente reforzar la seguridad en el turbulento estado mexicano.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/D. T. Adame
La respuesta de la sociedad
Crímenes contra alcaldes han desatado protestas ciudadanas en México. En muchos municipios, corrupción y delincuencia organizada mantienen a la ciudadanía como víctima entre las pugnas de distintos grupos de interés. La sociedad pide mayor seguridad para sí y para los funcionarios honestos.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Fregoso
Lucha que cuesta la vida
Uno de ellos era al alcaldesa de Temixco, Gisela Mota Ocampo. Ella había prometido luchar contra la criminalidad organizada que campea en ese municipio del estado de Morelos. Pero solo se mantuvo unas horas en el cargo. Un comando ingresó en su casa y asesinó a la funcionaria de 33 años.
Imagen: Reuters/Stringer
Familias y muerte
Aidé Nava (a la izquierda en la foto), en cambio, ni siquiera pudo llegar a la alcaldía de Ahuacuotzingo, también en el estado de Guerrero. Siendo candidata a ocupar ese puesto, fue brutalmente asesinada como advertencia del crimen organizado a "los políticos que no se quieran alinear". El esposo de Nava, exalcalde de Ahuacuotzingo (der.), también fue asesinado en 2014.
Imagen: picture-alliance/epa/Luis de la Cruz
Alcaldes victimarios
No todos los alcaldes mexicanos son ejemplo de honradez al grado de arriesgar la vida. El caso de José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, Guerrero, le dio la vuelta al mundo junto con la noticia de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa.
Junto con su esposa, María de los Ángeles Pineda (der.), Abarca fue vinculado a grupos delincuenciales como Los Rojos. Después de darse a la fuga, la pareja fue detenida en la ciudad de México y actualmente se encuentra en prisión. Algunas versiones indicaban que Abarca y Pineda dieron órdenes de detener y quizá ajusticiar a los estudiantes de Ayotzinapa, en connivencia con Los Rojos.
Imagen: picture-alliance/dpa
¿Licencia para ajusticiar?
Más reciente es el caso del alcalde del municipio de Álvaro Obregón, Michoacán, Juan Carlos Arreygue. Es señalado por familiares de víctimas como quien ordenó al subdirector de la Policía Municipal y a tres agentes la detención de diez hombres que luego aparecieron calcinados en una zona agrícola.
Imagen: picture-alliance/ZUMA Press/u78
Sin distingo de partido
Casos como el de Abarca-Pineda y Arreygue parecen ser aún la excepción, en un país con más de 2.400 municipios. Los alcaldes que han sido asesinados por oponerse al crimen organizado o por otra circunstancia son de todos los partidos políticos.