Nueva cita en Viena sobre el acuerdo nuclear iraní de 2015
28 de julio de 2019
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Los Estados firmantes del acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní se reúnen este domingo (28.07.2019) en Viena para intentar, una vez más, salvar este texto, en dificultades ante la retirada estadounidense y las violaciones iraníes, en un contexto de fuertes tensiones en el Golfo.
No se espera que haya avances en este encuentro, que tendrá como protagonistas a los directores políticos y que se produce un mes después de otra reunión infructuosa en la capital austríaca, donde las grandes potencias y Teherán firmaron el pacto hace cuatro años.
El texto, destinado a garantizar el carácter estrictamente pacífico del programa nuclear iraní, fue degradándose desde la retirada unilateral de Washington en 2018, a lo que Teherán respondió saltándose algunos de sus compromisos a principios de julio.
Ante su asfixia económica, Irán amenaza con seguir desvinculándose poco a poco de lo acordado en 2015 si los otros Estados firmantes del pacto (Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania) no le permiten sortear las sanciones estadounidenses. Los intentos europeos por intentar salvar el texto de momento fueron infructuosos.
Pero los Estados parte no cejan en su empeño de lograr un avance a favor de una futura reunión a nivel de ministros, para la cual aún no se fijó fecha. Es "imperativo hablar con los iraníes tras las violaciones probadas de sus compromisos”, indicó a la AFP un diplomático europeo, que consideró "necesaria una reunión de preparación antes de la reunión a nivel ministerial”.
Irán empezó a superar a inicios de julio el límite impuesto a sus reservas de uranio débilmente enriquecido, al igual que la tasa de enriquecimiento tolerada, aunque estas violaciones por el momento se consideran marginales y reversibles.
Teherán, que siempre aseguró que su programa nuclear es estrictamente pacífico, a pesar de las sospechas de Estados Unidos e Israel, exige poder reanudar sus exportaciones de petróleo, que quedaron comprometidas debido al restablecimiento de sanciones estadounidenses. Esta reunión se celebra en un contexto de fuertes tensiones entre Irán y Estados Unidos en el golfo Pérsico, que afectan principalmente al tráfico petrolero. (AFP)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.