Otra vez la sangre corrió por las calles de Irak, luego de que una serie de atentados dejara al menos 23 muertos y decenas de personas heridas, de acuerdo a reportes entregados por la policía y fuentes médicas este jueves (29.08.2013).

El principal atentado ocurrió en la ciudad de Samarra, donde un coche bomba estacionado cerca de un concurrido mercado de frutas y verduras ubicado en un barrio suní, dejando a unas 20 personas fallecidas, entre ellas tres mujeres y dos niños. El mercado es el mayor de la ciudad y es muy popular debido a sus bajos precios, dijeron las autoridades.

El ataque ocurrió después de un miércoles (28.08.2013) particularmente violento, donde en una serie de atentados perdieron la vida al menos 75 personas. En otros hechos de violencia ocurridos este jueves, murieron un soldado, un civil y un miliciano. Este último falleció cuando intentaba plantar una bomba en un camino.

Espiral de violencia

Ningún grupo se adjudicó los ataques de este jueves, aunque militantes vinculados a Al Qaeda suelen realizar ofensivas en su intento por desestabilizar al país y derrocar al régimen del primer ministro Nuri al Maliki. En ese afán, han cambiado de táctica y en las últimas jornadas han centrado sus objetivos en lugares altamente concurridos.

Analistas y diplomáticos han urgido a las autoridades a responder a las fuentes de frustración de los suníes, que suelen reclutar a jóvenes sin perspectivas en sus movimientos terroristas. Las autoridades aseguran que en sus operativos recientes han desmantelado campos de entrenamiento y dado muerte a decenas de milicianos.

Según reportes de la ONU, en julio murieron más de 1.000 iraquíes en distintos hechos de violencia, convirtiéndose en la cifra más alta desde 2008. Cifras que maneja la agencia AFP, en tanto, cifran en más de 600 las víctimas fatales en distintos atentados ocurridos durante el mes de agosto.

DZC (Reuters, AFP)