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Nuevos estudios ahondan misterio del "síndrome de La Habana"

27 de marzo de 2024

Personas que afirman sufrir el síndrome de La Habana, un trastorno inexplicable que ha afectado a decenas de diplomáticos estadounidenses, se han sometido a pruebas que no han revelado lesiones cerebrales importantes.

El "síndrome de La Habana" ha dado lugar desde el principio a especulaciones generalizadas sobre su origen.
El "síndrome de La Habana" ha dado lugar desde el principio a especulaciones generalizadas sobre su origen.Imagen: Desmond Boylan/AP Photo/picture alliance

El misterio del llamado síndrome de La Habana, que afectó a docenas de diplomáticos estadounidenses, se profundizó al no hallar nuevas investigaciones pruebas tangibles de lesión cerebral en los afectados.     

Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) reconocieron que los síntomas continuos, como migrañas, mareos crónicos y depresión, siguen siendo muy reales, aunque aún no puedan explicarse. 

Sonidos penetrantes

El síndrome de La Habana desconcertó por primera vez a las autoridades en 2016, cuando diplomáticos estadounidenses en la capital cubana informaron de que habían enfermado y escuchado sonidos penetrantes por la noche, lo que desató la especulación de un ataque por parte de un enemigo extranjero que utilizaba un arma de sonar no especificada. 

Posteriormente, el personal de las embajadas de China, Europa y Washington, capital de Estados Unidos, informó de casos similares.  

Sin embargo, a pesar de los síntomas "incapacitantes", las personas que padecen el síndrome de La Habana –denominado formalmente incidentes sanitarios anómalos (AHI, por sus siglas en inglés)– no muestran diferencias clínicas, según dos nuevos trabajos publicados la semana pasada en la revista especializada JAMA. 

Síntomas reales

Leighton Chan, autor principal de uno de los trabajos, afirmó que "es importante reconocer que estos síntomas son muy reales, causan trastornos significativos en la vida de los afectados y pueden ser bastante prolongados, incapacitantes y difíciles de tratar". 

En este estudio, los investigadores evaluaron a más de 80 funcionarios del Gobierno estadounidense y a sus familiares mediante resonancias magnéticas cerebrales y otras pruebas sanguíneas, visuales y auditivas. Se les comparó con un grupo de control de funcionarios estadounidenses en el extranjero que tenían tareas laborales similares, pero no se veían afectados por los síntomas. 

También ha habido quejas de dolencias inexplicables por parte de funcionarios estadounidenses en China, Rusia, Europa e incluso Washington, lo que ha provocado nuevas investigaciones por parte del Gobierno estadounidense.Imagen: Alexandre Meneghini/REUTERS

"Trastorno neurológico funcional"

Se descubrió que los que padecían IHA manifestaban mayores síntomas de fatiga, estrés postraumático y depresión. 

El 41 % de los que padecían IHA cumplían los criterios de "trastorno neurológico funcional", es decir, problemas en la forma en que el cerebro envía y recibe información del resto del cuerpo, por lo que a casi todos los que padecían esta disfunción se les podía diagnosticar una forma crónica de mareo. 

"Estos individuos presentan síntomas que son genuinos, angustiosos y pueden ser bastante prolongados, incapacitantes y difíciles de tratar", afirman los investigadores. 

En el segundo trabajo, los participantes se sometieron a resonancias magnéticas para examinar el tamaño, la estructura y la función de su cerebro. Éstas se realizaron una media de 80 días después de la aparición de los síntomas y no revelaron anomalías en las imágenes que diferenciaran al grupo con IHA. 

Pero esto "no excluye que se produjera un acontecimiento adverso que afectara al cerebro en el momento del IHA", dijo Carlo Pierpaoli, que dirigió el estudio. 

El Departamento de Estado de EE. UU. estaba revisando la investigación, dijo un portavoz el 18 de marzo, añadiendo que su "máxima prioridad sigue siendo la salud, la seguridad y la seguridad del personal del Departamento y los miembros de su familia". 

Sin evidencia creíble de adversario extranjero 

La inteligencia estadounidense había dicho en 2022 que la intensa energía dirigida de una fuente externa podría haber causado algunos casos de síndrome de La Habana, conocidos oficialmente como incidentes sanitarios anómalos (AHI). 

Pero en marzo de 2023 las agencias de inteligencia concluyeron que "no hay evidencia creíble de que un adversario extranjero tenga un arma o dispositivo de recolección que esté causando AHI." 

Informaron de que los síntomas eran probablemente el resultado de afecciones preexistentes, enfermedades convencionales y factores ambientales. 

David Relman, de la Universidad de Stanford, que ha dirigido investigaciones anteriores sobre La Habana, dijo que el nuevo estudio era defectuoso, ya que no todas las lesiones cerebrales eran detectables con las pruebas utilizadas.  

En un editorial publicado también en JAMA, Relman citaba dos estudios anteriores en los que había colaborado y que concluían que los casos "no se parecían a ningún trastorno descrito en la literatura neurológica o médica general, y que podían estar causados por un mecanismo externo". 

FEW (AFP, JAMA)

 

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