Nuevas lluvias cayeron este sábado (16.04.2022) en Sudáfrica y entorpecieron las tareas de rescate, además de aumentar la amenaza de que haya deslaves, tras las inundaciones que han dejado 398 muertos, 27 desaparecidos y decenas de damnificados.

La mayoría de las víctimas de las lluvias que comenzaron el fin de semana pasado se concentraron en la región en torno a Durban, una ciudad portuaria de la provincia de KwaZulu-Natal (KZN), que da al océano Índico.

El ejército desplegó helicópteros y más de 4.000 policías están movilizados. Pero ya en el sexto día desde que comenzó la catástrofe, las esperanzas de encontrar supervivientes son mínimas. 

Las fuertes lluvias arrastraron porciones enteras de caminos y numerosas infraestructuras colapsaron. El operador público de transporte intenta restablecer los principales ejes y la prioridad es reconstruir los puentes.

Los hospitales, muy demandados por las urgencias, resultaron con daños y al menos 58 establecimientos de salud fueron "afectados de forma grave por las inundaciones", según el gobierno provincial.

Cerca de 4.000 viviendas fueron arrasadas y hay más de 13.500 damnificados.

afp/reuters /rr