Es la reforma más radical en la historia de la Formula 1 la que anunció Max Mosley, presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) el pasado miércoles. El corto plazo para la entrada en vigor también sorprende. Ya en marzo, en Melbourne, las escuderías tendrán que seguir las nuevas reglas.

La FIA persigue dos propósitos con las nuevas medidas que se establecieron sin consultar a los equipos: reducir gastos y hacer la Formula 1 más interesante. Las quiebras de los equipos Prost y Arrows en la última temporada obligaron a los dirigentes a actuar.

Hay que ahorrar

"A pesar de la desaparición de dos equipos en el último año, todavía no se ha hecho nada para ahorrar", explicó Mosley la necesidad de las reformas. "El pasado mes de octubre, las escuderías rechazaron las propuestas de la FIA y las reuniones posteriores no han servido para nada".

Sin haber sido consultadas, las escuderías tiene ahora que tragarse el sapo y averiguar si las ordenes de Mosley les benefician o les dañan. Entre las nuevas normas destacan la eliminación del acelerador electrónico y la caja de cambios automática, y la prohibición del contacto por radio entre el piloto y los 'boxes'.

Además será obligatorio dejar el coche en una zona cerrada entre los entrenamientos clasificatorios y la carrera. Los equipos no podrán trabajar en los coches, salvo bajo vigilancia, y sólo habrá dos vehículos por equipo.

Terremoto sobre la pista

"Esto es más que un terremoto" dijo Willy Rampf, director técnico del equipo suizo Sauber, en el que trabajan Heinz-Harald Frentzen y Nick Heidfeld. Michael Schuhmacher, encuentra a su vez puntos positivos. "Un equipo que ya tiene ventajas podrá adaptarse a las nuevas reglas con más facilidad", piensa la estrella de Ferrari. "El público no quiere ver a pilotos usando juguetes electrónicos. Quieren ver carreras de coche, y a eso volvemos."

El campeón del mundo rechazó la idea de que los cambios que se introducirán para la próxima temporada fueran una decisión "anti-Ferrari". Para él, las radicales modificaciones que se aplicarán a este deporte no tendrán un impacto llamativo en los resultados de las carreras. En Melbourne veremos si es verdad.