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Nuevas terapias contra el Alzheimer

Eva Usi21 de septiembre de 2006

El mal de Alzheimer fue identificado hace cien años y sigue siendo incurable. Ante una sociedad que envejece, sobre todo en Europa, se cree que será una enfermedad muy frecuente en el futuro.

El Dr. Konrad Maurer muestra el archivo médico sobre el primer caso de Alzheimer.Imagen: AP


En realidad todo ser humano es propenso a contraer el mal, siempre y cuando viva lo suficiente. Eso afirma el investigador Hans Förstl, director de la clínica psiquiátrica y de psicoterapia de la Universidad Técnica de Munich. Se trata de un proceso natural de envejecimiento, lo que se llama demencia senil, que va acompañada de una pérdida de la memoria.

"Las posibilidades de desarrollar demencia a los 100 años de edad, es muy alta", dice Först, quien explica que a partir de los 30 años el cerebro humano comienza a sufrir las primeras transformaciones. "Tenemos que estar conscientes de que cualquiera puede contraer el mal", advierte. El investigador recomienda en la medida de lo posible desarrollar actividades que signifiquen un esfuerzo mental, un trabajo que apasione, pero sobre todo trabajar con la mente. También sugiere practicar algún deporte y evitar pasar horas mirando la televisión.

Se desconocen sus causas

Un enfermo de Alzheimer pinta en el jardín del Hotel Tarnewitzer Hof, que ofrece una oferta exclusiva a pacientes que padecen este mal.Imagen: picture alliance /dpa

Se estima que actualmente hay 18 millones de afectados en todo el mundo, pero hacia el 2025 ésta cifra se duplicará según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No se sabe cuál es el detonante del mal neurodegenerativo que es más frecuente en los mayores de 65 años y que fue descrito por primera vez por el médico alemán, Alois Alzheimer hace 100 años. Ante el 37° Congreso sobre trastornos mentales en Alemania, Alzheimer relató el caso de una paciente suya que padecía una enfermedad en la corteza cerebral, que posteriormente adoptó el nombre de su descubridor.

El mal se manifiesta con una pérdida gradual de la memoria y la orientación, síntomas que pueden ser paliados por nuevos fármacos retrasando su deterioro por algunos años. El desarrollo continúa atrofiando el habla y produciendo rigidez muscular que provoca dificultades al vestirse y asearse en el afectado. El proceso de incapacidad continúa hasta que el enfermo ya no reconoce a sus familiares y padece una atrofia muscular que termina incapacitándolo. Desde el diagnóstico de la enfermedad hasta el fallecimiento pueden transcurrir entre 10 y 15 años.

El psiquiatra y neurólogo Alois Alzheimer, quien identificó la enfermedad en 1906.

Placas amiloides

Típico de la enfermedad es la conformación en el cerebro de placas amiloides, unos depósitos de proteínas que destruyen las conexiones neuronales. Se cree que las placas amiloides son la causa fundamental de la pérdida gradual de la memoria. Una nueva investigación que podría ser la base de una prometedora terapia, fue desarrollada a base de encimas beta-secretasa que evitan el desarrollo de las placas amiloides en el cerebro y forman una capa protectora en las fibras nerviosas.

Estos descubrimientos fueron realizados por investigadores de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, bajo la dirección de Christian Haass, que realizaron experimentos con ratones. Los resultados fueron publicados en la revista Science. No se sabe todavía que efectos tendrían las encimas beta-secretasa sobre el resto del organismo. Tan sólo en Alemania 700.000 personas padecen del mal de Alzheimer.

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