Desde que Michael Gove tuvo que admitir que en su juventud ocasionalmente había consumido cocaína, la carrera por la sucesión de la primera ministra Theresa May se ha convertido en una comedia absurda. La prensa británica se pregunta actualmente cuál de los diez candidatos podría haber fumado, inhalado o tragado qué cosa. La mayoría de los candidatos parece optar por confesar el consumo de hachís o una pipa de heroína, para no tener que tropezar por los pecados de la juventud más tarde. De todos modos, hoy comienza el poderoso comité conservador de la Cámara de Comunes con sus audiencias, sin ningún tipo de intoxicación.

Michael Gove: el desafortunado

Se le consideraba un candidato de compromiso: soportable para los que propagan el "brexit" duro y una esperanza para los moderados del partido conservador. Pero cuando Gove tuvo que admitir en una entrevista con BBC que en sus años como periodista había "esnifeado"  más de una vez cocaína, hasta el más profundo pesar ya no le sirvió. Eso era punible y se le podría negar la entrada a Estados Unidos, vitorearon sus enemigos. Michael Gove, políticamente uno de los conservadores más razonables, podría ser descartado por su propia torpeza.

Jeremy Hunt: el timonel más o menos seguro

El ministro de Asuntos Exteriores puede contar con el apoyo de Amber Rudd, la influyente representante de los conservadores moderados y proeuropeos. Eso aumenta las posibilidades de Hunt de acabar como segundo en la ronda final, en el caso que se (auto)elimine Michael Gove. Hunt enfatiza constantemente su experiencia internacional. Al menos dirigió su ministerio sin grandes escándalos, a pesar del momento en el que comparó a la UE con la Unión Soviética, el año pasado. Hunt promete sacar a Gran Bretaña de la UE el 31 de octubre, con o sin acuerdo. Por otra parte, no pertenece a los partidarios del "brexit" duro y subraya que quiere un nuevo acuerdo con Bruselas.

Dominik Raab: el "brexit" personificado

El exministro del "brexit" prefiere su propio "brexit" bien duro y sin condiciones. Las negociaciones con Bruselas le parecieron desde el principio una traición. Raab no tiene otro programa político aparte del "brexit". A lo sumo una costosa reducción de impuestos. Las posibilidades de que Raab se mude a Downing Street son bastante bajas. Los conservadores saben que con él no se pueden ganar elecciones.

Boris Johnson: el inevitable

La debilidad de sus oponentes es su mayor fortaleza. Las oficinas de apuestas lo ven como ganador seguro. Pero casi todo habla en contra de este candidato: fue un desastre como ministro de Asuntos Exteriores, es considerado mentiroso, egocéntrico, adúltero y hasta sus seguidores lo llaman "bribón".

Johnson promete el "brexit" para el 31 de octubre, con o sin acuerdo. Aunque en principio quiere renegociar el acuerdo con la UE, sus posibilidades son escasas. En la UE no se confía en él. Además, Boris Johnson adornó su plan "brexit" con una pizca de chantaje contra Bruselas: simplemente no pagaría la factura de salida de 39.000 millones de euros por las cajas de la UE. De esta manera, según él, los europeos seguramente se rendirán.

Pero, ¿por qué un candidato tan dudoso tiene todas las posibilidades de éxito? Muchos británicos lo encuentran divertido, sus bromas les parecen excéntricas y sus errores perdonables. Mucho conservadores piensan que Johnson es el único candidato que podría ganar las elecciones y salvar a los conservadores del Partido del Brexit de Nigel Farage.

Javid, Leadsom, McVey, Harper, Hancock y Stewart: el resto 

La mayoría de estos nombres ni siquiera se conocen en Gran Bretaña. No está del todo claro por qué participan.

Un procedimiento muy inusual

El próximo jueves habrá una primera votación entre los diputados conservadores en la Cámara de los Comunes. Cualquiera que logre menos del 5 por ciento de los votos quedará eliminado. Luego el obstáculo se elevará al 10 por ciento y a final de una serie de rondas de este tipo quedarán los últimos dos candidatos. El 22 de julio, los miembros del partido finalmente votarán por su candidato favorito, que luego se convertirá en el nuevo primer ministro de Gran Bretaña.

(gg/cp)

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