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El nuevo confinamiento en Alemania: ¿cómo fue el primer día?

Kay-Alexander Scholz
16 de diciembre de 2020

En el confinamiento de este diciembre, Berlín se presenta más activa de lo esperado. Algunas cosas siguen su curso, y otras son posibles gracias a la creatividad. Hay esperanzas de que pronto todo vuelva a estar mejor.

Desolación en la Puerta de Brandeburgo
Desolación en la Puerta de BrandeburgoImagen: Kay-Alexander Scholz/DW

Desde este miércoles, 16 de diciembre, Berlín, al igual que el resto del país, entra en un confinamiento estricto. Las principales calles del centro de Berlín, por lo general atiborradas de bicicletas circulando a toda prisa, están casi vacías.

No hay toque de queda en Berlín, pero sólo se permite la salida por "razones válidas". Algunas personas parecen tenerlas. En todo caso, las aceras sí están relativamente ocupadas. Después de todo, los niños deben salir al aire libre. Y hay que sacar a los perros a pasear diariamente.

Y el permanente ruido de las grúas de construcción se puede escuchar en el centro de Berlín. La (re) construcción sigue en marcha aquí, desde hace 30 años. El ruido hace imposible trabajar desde casa por la imparable construcción de apartamentos y oficinas para el futuro. ¿Un futuro truncado? Por primera vez en 15 años, la población de Berlín está disminuyendo, como lo acaba de anunciar el Senado de la ciudad estado. Muchas familias jóvenes se están mudando al campo, y ha llegado menos gente de todo el mundo a vivir en la capital alemana, otra consecuencia de la pandemia.

Entradas para recoger pedidos y para hacer nuevos. Imagen: Kay-Alexander Scholz/DW

Nuevo modelo de ventas a pesar del encierro

La mayoría de las tiendas de la Friedrichstraße están cerradas al inicio del cierre "duro" de la vida pública, pero no todas. Aquellos que todavía necesitan decoraciones navideñas, por ejemplo, pueden conseguirlas. Ya se han hecho seis pedidos, dice la vendedora de una tienda de decoración a DW en la primera mañana del confinamiento. Ella está de pie, directamente en la entrada de la tienda, y delante de ella hay una especie de mostrador con un cartel: "Estación de recogida aquí". Los clientes pueden hacer sus pedidos online, y recoger la mercancía en el sitio, dice, y cuenta que las primeras bolsas de compras para los encargos ya están listas.

"Como persona privada, creo que este cierre por la pandemia es correcto, pero como empleada, por supuesto que no lo veo así", dice. Pero al menos algo se está vendiendo hasta ahora. Eso, gracias al nuevo modelo de "compra solo con un click y recógelo personalmente", aprobado por el estado de Berlín, a pesar del cierre.

El arte y la política continúan

A primera vista, la Puerta de Brandemburgo es una zona muerta. No es sorprendente que esto haya sido así durante meses. Después de todo, los turistas que normalmente animan la plaza han desaparecido. En el lado oeste, sin embargo, una serie de extrañas esculturas de lobos está siendo erigida actualmente. No son espíritus malignos de Navidad, sino "guerreros contra la democracia", explica el artista Rainer Opolka, autor de la obra. En realidad, quería poner las ocho figuras de bronce del tamaño de un hombre justo frente a la embajada de EE. UU,. que está al lado, "Pero no se me permitió", dice.

El artista Rainer Opolka y su obra "Los guerreros"Imagen: Kay-Alexander Scholz/DW

Sus empleados acaban de poner una especie de peluca rubia en las esculturas. "Es para recordarnos a Donald Trump", dice el artista, y está destinado a sostener un espejo ante él bajo el lema: "¿Es usted, Sr. Presidente, un guerrero ciego en lucha contra la Constitución?" En Berlín, el arte sigue vivo, a pesar de todo.

En el distrito gubernamental adyacente, las calles están menos congestionadas de lo habitual. No me sorprende, porque a pesar del cierre, en el Bundestag se continúa debatiendo, la política también sigue su curso. Allí se debatió esta tarde, entre otras cosas, acerca de la "ayuda económica por la pandemia", y sobre más salud y seguridad laboral en la industria cárnica, donde también se detectaron muchas infecciones de coronavirus, debido a las malas condiciones de trabajo.

¿Qué más funciona?

En la parte occidental, a la altura de la avenida Kurfürstendamm, hay muchos artesanos, personas sin hogar y gente que lleva su comida para almorzar allí. En las últimas semanas, algunos comercios de Savignyplatz han hecho relativamente buen negocio vendiendo paquetes de almuerzos. Como en los días anteriores, hay de nuevo colas delante de algunas tiendas. La tienda de delicatessen "Einhorn" ha adaptado su negocio a las nuevas condiciones. Por ejemplo, hay rutas prescritas para recoger los pedidos anticipados, y para las compras improvisadas. "Sí", dice la mujer de la caja registradora, "el negocio también marcha bien hoy".

(jov/cp)

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