Estudio muestra alto nivel de formación de los refugiados
16 de noviembre de 2016
Mucho se especula sobre quiénes son los refugiados. Una investigación aporta nuevos datos.
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¿Quiénes son los refugiados que llegan a Alemania? ¿Qué calificación traen? ¿Cómo influye este dato para lograr que la integración sea exitosa? Sobre muchas de estas preguntas se especuló en los meses pasados. Es por eso que el Instituto de Investigación del Empleo (IAB) realizó una encuesta para darle transparencia al debate. Para eso fueron consultados más de 2300 refugiados mayores de 18 años. El análisis de los datos señala que un gran grupo está muy bien formado y que otro gran grupo, que comienza un escalón más abajo, tiene un gran interés en estudiar.
Polarización
Lo primero que los investigadores observaron es que el nivel de estudios de aquellos que llegaron al país desde el 2013 es muy diverso. Ellos hablan de una suerte de “polarización”. Así, existe un grupo extremadamente formado y otro con escasos estudios. Aquellos que tienen un nivel intermedio están subrepresentados.
El 37 por ciento de los refugiados consultados continuaron sus estudios primarios y un 32 por ciento concluyeron sus estudios para un oficio. Entre aquellos de más baja calificación, solo un 10 por ciento pasó por una escuela y un 9 por ciento no tiene ninguna formación. En total, el 55 por ciento de los consultados dice haber pasado 10 años o más años en un instituto educativo. En comparación, entre la población alemana esa cifra asciende al 88 por ciento.
Un 46 por ciento de los consultados aspiran a concluir la escuela en Alemania y un 66 por ciento pretende aprender un oficio. Un 23 por ciento tiene por objetivo un título universitario. Cuándo y cómo esta tendencia se traducirá en reales perspectivas laborales es la gran pregunta de los investigadores. Según el profesor Herbert Brücker del IAB, “Entre los que llegaron hace 3 años, un 30 por ciento tiene un trabajo. Entre los que llegaron hace 5, ese número asciende al 50 por ciento”.
Los parecidos
Particularmente sorprendidos estuvieron los investigadores al constatar que las opiniones y los valores de aquellos que migran no son tan diferentes a los de la población alemana. Un 96 por ciento de los consultados valoran positivamente al “sistema democrático”. En comparación, el 95 por ciento de los alemanes coinciden en este tipo de afirmación. A su vez, un 92 por ciento de los refugiados dicen que “la igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres” forma parte de la cultura democrática. Entre la población alemana esa cifra es idéntica.
“Aquel que migra a Alemania, es consciente de que debe incorporar también una serie de valores”, aseguró Nina Rother del centro de estudios de la oficina federal sobre migración y refugiados, en base a los sorprendentes resultados de la investigación.
Entre los refugiados, un 25 por ciento es cristiano y cerca del 75 por ciento pertenece a diferentes tradiciones del islam. Los investigadores no pudieron encontrar significativas diferencias entre estos grupos, en particular sobre el concepto de cuál debe ser el rol de la mujer y del hombre, afirmó Brücker.
Fuchs, Richard
Refugiados en Francia: la "Jungla" de Calais
Aumenta el nerviosismo en el campo de refugiados de Calais. Las autoridades francesas planean construir una "zona tapón" entre el campo de refugiados y el Eurotúnel que conecta el continente con Reino Unido.
Imagen: DW/D. Cupolo
Antes del desalojo
Voluntarios ayudan a los refugiados a transportar sus pertenencias. Anteriormente, las autoridades habían prometido a los migrantes la creación de un espacio para su realojamiento. Mediante esta zona, el Gobierno francés pretende bloquear el acceso al Eurotúnel, a través del cual muchos refugiados viajan a Inglaterra. "Les ayudamos a mantener su dignidad", aclara uno de los voluntarios.
Imagen: DW/D. Cupolo
El mar y las oportunidades
Tiendas de campaña frente a la entrada del Eurotúnel. En este punto muchos refugiados intentan subirse a los camiones que van a Gran Bretaña. Un enorme dispositivo policial vela por evitar que los polizones crucen a través del túnel. El joven sirio Mohammed Schakh enumera las opciones: el plan A, cruzar en un camión. El B, hacerlo en un tren. El C, atravesar el Canal de la Mancha en barco.
Imagen: DW/D. Cupolo
Mudanza urgente
El nuevo campo fue establecido el pasado jueves. Eso sí, no se sabe cuándo serán retirados los antiguos asentamientos. Para los refugiados significa mudarse. Alrededor de un centenar de alojamientos ilegales ya han sido trasladados con la ayuda de voluntarios. Hasta el momento se han construido otros 40 refugios "no oficiales".
Imagen: DW/D. Cupolo
Espacio para nuevas tiendas
Los miembros de la asociación "Care4Calais" limpian la zona de maleza y basura. El objetivo es crear espacio para los refugiados. "Cuando viví en Afganistán fueron muy hospitalarios conmigo. Por eso quiero devolverles algo", explica Ruth Boggiuth, una las voluntarias.
Imagen: DW/D. Cupolo
Esperando a que llegue el día
Entre 1.500 y 4.500 habitantes del campamento improvisado se han visto afectados por el reasentamiento. Algunos siguen esperando. "No pienso desmontar y volver a montar mi tienda en otro lugar", dice Saifullah Barat. Este afgano vive desde hace 4 meses en la "Jungla de Calais". "Si la policía quiere desmontar mi campamento, que lo haga. No voy a hacerles frente".
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Huellas dactilares? No, gracias.
Las autoridades han establecido un nuevo campamento en las cercanías de Calais. En el asentamiento levantado con contenedores hay espacio para cerca de 2.000 personas. Muchos de los refugiados, sin embargo, rechazan trasladarse a estos alojamientos temporales ya que, con el fin de identificarles, las autoridades exigen una toma de huellas dactilares.
Imagen: DW/D. Cupolo
Francia: ¿una prisión?
"Vemos cómo nos tratan los franceses", dice el sirio Mohammen Schakh. "Las autoridades nos toman por tontos y creen que vamos a aceptar la toma de huellas dactilares. Esto es parecido a una cárcel. Una vez que entremos aquí, no nos dejarán salir nunca. No quiero vivir nunca en este país".
Imagen: DW/D. Cupolo
Aumenta la violencia
El anuncio del desalojo y el aumento de la presencia policial ha provocado un aumento de la violencia en la "Jungla de Calais", informa Médicos sin Fronteras. Las lesiones provocadas por los enfrentamientos entre los propios habitantes del campamento, o entre los refugiados y la policía han propiciado un aumento de la presencia de los integrantes de esta ONG.
Imagen: DW/D. Cupolo
Nuevos asentamientos en otros lugares
"Los habitantes del campo creen que Francia pretende reducir el campamento progresivamente", explica Maud Le Quintrec, de Médicos sin Froteras. "Por eso muchos refugiados han decidido levantar nuevos campamentos ilegales. De hecho, 120 habitantes de 'la Jungla' se han ido a Bélgica". Así, explica Le Quintrec, lo único que consiguen las autoridades es trasladar el problema. (18.01.2016)