México: nueva medición de pandemia refleja más altas cifras
6 de octubre de 2020
México añadió de golpe más de 28.000 contagios y casi 2.800 muertes por COVID-19 acumuladas tras replanteo de metodología para medir la pandemia en este país que avizora ya el millón de contagios y los 100.000 decesos.
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"El cambio de metodología básicamente lo que hace es aumentar el número de criterios para que un paciente se vuelva sospechoso (de tener coronavirus), lo cual es positivo", explicó el médico Xavier Tello, analista y asesor en políticas de salud. El especialista agregó que esta nueva forma de medición es buena, pues ayudará además a que "sepamos quién sí murió de COVID-19 y que haya más candidatos a la prueba PCR pero, aún así, nos falta muchísima información", señaló.
Actualmente, México es el cuarto país del mundo con más muertes a causa del coronavirus al sumar 81.877 solo por debajo de Estados Unidos, Brasil e India, y el noveno en número de contagios, con 789.780.
El lunes, la Secretaría de Salud de México anunció una nueva definición operacional que amplía las consideraciones de casos confirmados. Con esta nueva metodología se contabilizaron 28.115 nuevos contagios y 2.789 muertes más que el día anterior, de acuerdo a la definición de casos confirmados por laboratorio que se utilizó desde el principio de la pandemia.
El director general de Epidemiología de México, José Luis Alomía, dijo que la nueva metodología considera casos por dictaminación y por asociación epidemiológica, que son enfermos sin muestra de laboratorio con contacto en los 14 días previos al inicio de síntomas con un caso o defunción.
Zonas de triaje: falta de criterios ha costado vidas
Esto podría acercar a una visión más realista del número de casos y muertes que ha dejado COVID-19, pues desde la detección del primer caso el 27 de febrero las autoridades sanitarias rechazaron realizar pruebas masivas y México sigue siendo uno de los países de la OCDE que menos test aplica por lo que los registros oficiales han sido cuestionados en muchas ocasiones. Esto, reiteró Tello, ocasionó que los casos y, sobre todo, las muertes previas a este nuevo tipo de medición "quedaron fuera del radar".
"Fueron pacientes que llegaron a zonas de triaje y como les faltaron criterios que hoy sí son incluyentes no se les hizo la prueba de COVID-19. Muchos de ellos murieron en su casa, de muchos otros nunca vamos a saber si fueron contagiados, si se aliviaron o se murieron", puntualizó.
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Antes se mandaba a muchos pacientes a la casa
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, reiteró que México se encuentra en la semana nueve de reducción de nivel de contagios y "posiblemente esta tendencia se confirme para una décima semana en esa condición". Sin embargo, para Tello el cambio de metodología muestra que "lo que estamos viviendo es una pandemia que no ha tenido un manejo adecuado y no ha tenido el mejor control".
En julio pasado, el Instituto de Métricas y Evaluación de Salud (IHME) de la Universidad de Washington actualizó su proyección de muertes por Covid-19 en México para noviembre de 2020. Las estimaciones del IHME mostraron tres posibles escenarios, en el mejor de ellos, para el 1 de noviembre México acumularía 82.065 muertes por COVID-19. Un escenario medio arrojó unos 95.929 decesos y el peor de ellos estima 114.820 muertes como consecuencia del virus.
"Más de 80.000 personas es una de las peores tragedias que hemos tenido en este país y hay que entenderlo, esto se dice fácil pero realmente nunca habíamos tenido una catástrofe de este tamaño", manifestó Tello.
Esta nueva metodología, a decir de Tello, debería ser una herramienta para salvar vidas "porque ahora la gente que antes era mandada a su casa, ahora por lo menos será candidato a tener una prueba de PCR que, de ser confirmatoria a que tuviera una infección podría estar teniendo acceso más rápido a tratamiento médico de calidad".
jov (efe, elfinanciero)
El coronavirus satura un cementerio en México
México es uno de los países más afectados. La tasa de mortalidad en la ciudad de Neyahualcóyotl ha dejado al cementerio municipal al límite. El fotógrafo Jonathan Alpeyrie documentó la desesperación entre sus muros.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
No hay sitio para tantos muertos
En el cementerio municipal de la ciudad de Nezahualcóyotl, que se encuentra justo al este de Ciudad de México, las tumbas se apilan una encima de la otra para garantizar que haya espacio para el descanso eterno. Pero la pandemia de coronavirus lo está llevando al límite. Los trabajadores se ven obligados a retirar los ataúdes, incluidos los de los bebés, para dejar espacio a los recién llegados.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Ataúdes por el suelo
El ataúd de un bebé que había ocupado un nicho durante un tiempo fue retirado y dejado en el piso. Si las familias no se ocupan de la tumba, los restos se retiran para que un nuevo ataúd pueda reemplazarlo. El cementerio intenta comunicarse con la familia para ver qué quieren hacer después, pero si no reciben respuesta, los restos se incineran y las cenizas se vuelven a enterrar en fosas comunes.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Golpeado fuerte por el coronavirus
México ha sido muy golpeado por el COVID-19. Hasta el 25 de julio, era el cuarto país más afectado, con 42.645 muertes y 378.285 infecciones totales. Nezahualcóyotl ha sufrido especialmente. Un barrio pobre antes de convertirse en ciudad, es el municipio más densamente poblado de México, con más de 15.000 personas por kilómetro cuadrado. El virus ha podido propagarse fácilmente aquí.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Un punto caliente alrededor de la Ciudad de México
Muchos residentes viven de sus pequeños negocios, cuenta el fotógrafo Jonathan Alpeyrie, lo que les imposibilita dejar de trabajar durante largo tiempo. Durante la crisis muchos intentaron continuar con su vida diaria para llegar a fin de mes. Esto ha cobrado un precio enorme: el virus se ha difundido y ha convertido a Nezahualcóyotl en una de las zonas más afectadas en torno a Ciudad de México.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Bloqueo 'levantado demasiado rápido'
Los mensajes de salud pública abundan en la zona, como en este cartel: "que esta no sea tu última salida". Pero abundan también críticas a la respuesta del gobierno. Muchos argumentan que implementó su bloqueo demasiado tarde y levantó las restricciones demasiado pronto. El alcalde de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa, dijo al NYT que coincidía con que las medidas se habían relajado muy pronto.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Los trabajadores del crematorio sienten la presión
La gente ha muerto a un ritmo tal que no ha sido posible encontrar tumbas para todos. Muchos de los muertos son incinerados. Los trabajadores del crematorio en Nezahualcóyotl dijeron a la agencia de noticias AFP que están incinerando ocho o más cuerpos al día. Entrar en contacto con tantas familias en duelo es difícil, dicen, y también están preocupados por contraer el virus ellos mismos.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Elegir casa en lugar de hospital
Muchas familias están cuidando a miembros con COVID-19. La magnitud de la crisis ha reducido la confianza de la gente en los servicios de salud. Según Alpeyrie, las ambulancias y los hospitales son vistos como lugares donde el virus se propaga más rápido. Tras un diagnóstico positivo de COVID-19 en el hogar, muchas familias se niegan a dejar que sus seres queridos sean llevados al hospital.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Atropellado
Fue lo que pasó con este joven, explica Alpeyrie. Fue víctima de un atropello por parte de un conductor que se dio a la fuga. Recibió tratamiento en el lugar por parte de los paramédicos. Mientras lo evaluaban, determinaron que era probable que hubiera contraído COVID-19. Llamaron su familia, que llegó a la escena del accidente para evitar que se lo llevara la ambulancia.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Cuidado por la familia
Su familia se negó a dejar que los paramédicos lo metieran en una ambulancia y lo llevaran las urgencias del hospital, dice Alpeyrie. En cambio, decidieron llevarlo a su casa en un automóvil y cuidarlo ellos mismos, pensando que es mejor para él estar allí que en el hospital de Nezahualcóyotl.