El primero de los submarinos de esta clase fue bautizado con el nombre U31. Es también el primero del mundo con un sistema de propulsión que no necesita de aire externo: sus motores son movidos por células de combustible sobre la base de hidrógeno.

Ello le permite permanecer sumergido hasta cuatro semanas sin interrupción. Los submarinos diesel deben salir a superficie cada dos días.

Los U212A son los más modernos submarinos no nucleares del mundo. Son fabricados por el astillero alemán Howaldtswerke-Deutsche Werft, en Kiel y Emden.

Actualmente el U31 se está probando en aguas profundas y será puesto en servicio probablemente en septiembre de este año.

Alto secreto

La cadena televisiva alemana pasa hoy por primera vez un reportaje desde a bordo, con el título "Alto secreto: el súper submarino de la Marina alemana".

Los trámites de autorización para filmar llevaron un año y medio, y algunos detalles continúan siendo secretos. La hélice, por ejemplo, que gira sin producir casi ruido, no pudo ser filmada y algunos detalles técnicos fueron sólo sugeridos.

No obstante, algo queda claro: con una profundidad de inmersión de hasta casi 400 metros, el nuevo submarino no está pensado para las aguas relativamente poco profundas del Mar Báltico.

Hacia las profundidades del Atlántico

El viaje de prueba en el que participó el equipo de TV partió del puerto noruego de Kristiansand, en la bahía de Skagerrak, ideal para pasar directamente a las profundidades del Atlántico.

El U212A, del que la Marina alemana encargó seis unidades, no sólo está equipado con la técnica más moderna, sino que es también mucho mayor que sus predecesores.

Éstos, con sus 500 toneladas de desplazamiento de agua, parecen pequeños al lado de las 1.800 toneladas que desplaza el nuevo submarino sumergido.

Datos técnicos

Sus otros datos técnicos: 56 metros de largo, 7 metros de altura y 6 de ancho, velocidad máxima de navegación: 20 nudos (37 km/h) sumergido, autonomía: 11.000 millas en superficie a 11 nudos de velocidad y 250 millas sumergido, a 4 nudos. Tiene 6 tubos lanzatorpedos y lleva 12 torpedos a bordo. Cada unidad cuesta unos 500 millones de euros.

Sus tareas difieren naturalmente de las que tuvieron los submarinos durante la Guerra Fría. No se trata de combatir potenciales buques de superficie o submarinos enemigos, sino de recoger y transmitir información en relación con el terrorismo o guerras civiles.

El equipamiento incluye instalaciones de sonar, un periscopio con 12 aumentos y una cámara térmica para tomas nocturnas. La transmisión de datos se realiza en "tiempo real" y el submarino "peina" prácticamente los mares.