Nuevo secuestro de estudiantes en una escuela de Nigeria
12 de marzo de 2021
El Ejército consiguió rescatar a 172 alumnos y ocho profesores, "sin embargo, todavía no se han contabilizado unos 30 estudiantes".
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Hombres armados atacaron la pasada madrugada una escuela en el estado de Kaduna, en el noroeste de Nigeria, y secuestraron a una treintena de estudiantes, confirmaron este viernes (12.03.2021) las autoridades. El incidente ocurrió en la Escuela Superior de Mecanización Forestal, en la zona de Mando, cuando un gran número de atacantes irrumpió en el centro, que emitió una alerta de socorro a la que respondió el Ejército nigeriano.
"Las tropas rescataron con éxito a 180 ciudadanos: 42 estudiantes mujeres, ocho miembros del personal (del centro) y 130 estudiantes varones", afirmó el comisionado estatal de Seguridad Interna y Asuntos Internos, Samuel Aruwan, en un comunicado. "Sin embargo, todavía no se han contabilizado unos 30 estudiantes, una mezcla de hombres y mujeres", puntualizó Aruwan.
Algunos de los alumnos rescatados, agregó, resultaron heridos y actualmente reciben tratamiento en un hospital militar. El portavoz de la Policía de Kaduna, Mohammed Jalge, había declarado a Efe que los atacantes "irrumpieron en la escuela temprano el viernes, alrededor de las tres de la madrugada y secuestraron a algunos estudiantes"
"Estamos trabajando con otras agencias de seguridad para rastrear a los atacantes y liberar a los estudiantes", añadió Jalge. Se trata del cuarto ataque contra una escuela en menos de tres meses en el noroeste y centro de Nigeria, donde grupos criminales llevan una década atacando aldeas, robando ganado y realizando secuestros para pedir rescates.
lgc (efe/afp)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.