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Nuevo sismo en Japón

8 de abril de 2011

A cuatro semanas del gran terremoto y el tsunami consiguiente, un sismo de 7,4 ha sacudido Japón. Aunque no se reportan mayores desastres adicionales, en Fukushima el horror radioactivo no cesa.

Un nuevo sismo dejó en la oscuridad a tres millones de hogares en Japón.Imagen: AP

Cuatro muertos y varias decenas de heridos son el resultado del último sismo de intensidad 7,4 que volvió a sacudir Japón. Según precisó el Centro de Estudios Geológicos estadounidense, el epicentro del terremoto se localizó a una profundidad de 40 kilómetros en la prefectura de Miyagi, a 66 kilómetros al este de Sendai, a unos 330 kilómetros de Tokio.

Masivos cortes de electricidad en el noreste del país ocasionó la réplica, debido a que varias centrales energéticas se quedaron sin suministro. En dos plantas hubo que echar mano a los sistemas de emergencia. De la central de Onagawa se reporta una fuga de agua radioactiva.

Desde el gran terremoto del 11 de marzo, unas sesenta veces ha temblado la tierra, afirman corresponsales de la emisora alemana Deutschlandfunk; si bien las réplicas no los toman por sorpresa, el pánico era evidente.

La central nuclear de Onagawa (08.04.2011).Imagen: dapd

El horror en Fukushima

Mientras tanto en Fukushima, que no reporta nuevos daños. En la central, los trabajadores continúan trabajando para evitar una masiva fuga de radiactividad y siguen inyectando nitrógeno en la cubierta del reactor del bloque 1.

Se trata de evitar nuevas explosiones de hidrógeno, como ocurrió poco después del accidente del 11 de marzo. También se realizarán inyecciones similares en los reactores 2 y 3 de Fukushima I. Se trata de medidas preventivas, insiste la empresa Tepco.

¿Miedo a la radioactividad?

Por otro lado, Tepco continuó desalojando al océano agua contaminada para permitir que los operadores trabajen con mayor facilidad. La radiación en el mar frente a Fukushima sigue siendo alta, pese al éxito de la operación para sellar la fuga de agua contaminada. Las últimas cifras del miércoles dan un nivel de yodo radiactivo 131 que es 140.000 veces superior a lo permitido.

De las consecuencias que vaya a tener en la vida de los organismos marinos no se tiene todavía ninguna certeza; no obstante, la escala de las posibilidades va de mal a peor; expertos parecen concordar en que en todo caso Fukushima rebasa con creces a la catástrofe de Chernóbil.

En Ishinomaki, al norte del Japón.Imagen: AP

Casi un mes después del terremoto, el Gobierno nipón evalúa permitir que los refugiados regresen por poco tiempo a la zona para que puedan recuperar de sus hogares lo más necesario. La población de la zona de 20 kilómetros a la redonda de la central fue instada a desalojarla. Entre tanto, el Gobierno nipón está considerando la posibilidad de ampliar la zona de evacuación en torno a la siniestrada central.

“La miseria en la zona es inmensa, hay que empezar de cero”, cuenta Arndt Reuning, corresponsal de la emisora alemana. Según Reuning, si bien la población se cuestiona la energía nuclear –algo inédito hasta el momento-, no lo hace con el afán de acabar con ella inmediatamente, como en Alemania, sino con el afán de encontrar maneras de volverla más segura.

Autora: Mirra Banchón (dlr/dpa/rtr)
Editor: Enrique López

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