En Alemania 770.000 solicitudes de asilo están pendientes de ser tramitadas. ¿Cómo reducir esa montaña burocrática? La oficina responsable tiene un ambicioso plan para acelerar el registro de los refugiados.
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Cada refugiado que pisa suelo alemán debe presentar una solicitud de asilo. No obstante, a veces los recién llegados no saben cómo hacerlo o la tramitación de sus peticiones dura demasiado tiempo. Como consecuencia, en la actualidad cientos de miles de refugiados esperan en una fila imaginaria. Y es que la crisis de refugiados también se ha convertido en un problema burocrático.
Hoy día, alrededor de 770.000 personas estarían formadas en esa fila imaginaria, estima el director de la Oficina Federal para Migración y Refugiados (BAMF, por sus siglas en alemán), Frank-Jürgen Weise. Además, hay 370.000 casos pendientes de resolver, así como entre 300.000 y 400.000 refugiados que han entrado a Alemania, pero que aún no han sido registrados, calcula Weise. El director del BAMF quiere poner fin a esa situación “inaceptable”.
Más personal
Hasta mediados del año, se pretende duplicar el número del personal del BAMF. A finales de 2015 éste contaba con 3.500 empleados; hasta mediados de 2016 se quieren crear 6.300 puestos. Además, unos 1.000 empleados de otras autoridades colaborarán con el BAMF. Los llamados “tomadores de decisiones” son especialmente importantes, ya que ellos deciden si un refugiado puede permanecer en Alemania o no.
A principios de 2015 había 360 tomadores de decisiones, a finales de ese año 1.000. En consecuencia, el número de decisiones aumentó de 600 a 2.000 al día. El nuevo plan prevé que en verano de 2016 haya 1.700 tomadores de decisiones. El BAMF calcula la llegada a Alemania de 500.000 refugiados en 2016. En caso de que sean más, tendría que rediseñar su plan.
Decisiones en 48 horas
Además, en el futuro, los refugiados serán trasladados directamente de la frontera a los llamados centros de llegada. Cada estado federado contará por lo menos con uno, y, en total, habrá 20 centros en Alemania. Allí los datos de las personas serán introducidos en un banco de datos central. Asimismo, la Policía federal comprobará si en el pasado los solicitantes han sido acusados de algún delito, así como la autenticidad de sus documentos de identificación. Si todo está en orden, los refugiados recibirán una “constancia de llegada”, con la que obtendrán alojamiento, alimentos y otras ayudas. En los centros de llegada también se presentarán las solicitudes de asilo.
El tiempo que una persona deberá permanecer en el centro de llegada depende, por lo general, de su país de procedencia. Las solicitudes de refugiados con buenas posibilidades de obtener un permiso de residencia, por ejemplo, los ciudadanos sirios, podrían ser procesadas en 48 horas.
Asimismo, se modernizará el proceso de petición de asilo. Así, por ejemplo, ya no se necesitará un intérprete en cada dependencia, sino que habrá videointérpretes. Otra novedad consiste en que durante el proceso de solicitud también se elaborará un corto currículum de los recién llegados, que será enviado a las agencias de trabajo locales.
Diez deslices que se deben evitar en Alemania
Alemania es un país muy abierto y tolerante, pero hay ciertas cosas que uno debe hacer y evitar para no ser tratado con desdén. El problema: los deslices no siempre son evidentes para quien no creció en tierras germanas.
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Nunca diga “¡Prost!” sin hacer contacto visual
Al beber cerveza o vino con alemanes, es imprescindible mirar a los ojos de la persona con quien brindamos y juntar las copas con todos los presentes, pero sin que los brazos de la muchedumbre se entrecrucen. Así se evita ser percibido como un personaje de malas maneras y también la maldición que condena a los infractores a siete años de sexo poco estimulante.
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Obedezca al semáforo
Aunque no es cierto que todos los alemanes respeten las normas, la enorme mayoría de ellos tiende a obedecer las señales del semáforo. Cruzar la calle con la luz roja es mal visto en la tierra de Goethe, sobre todo cuando se hace frente a los niños, propios o ajenos. Para evitar que los pequeños imiten la irreverencia de ciertos adultos, nunca faltará quien les grite “¡alto!” a los transgresores.
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No use una vela para encender su cigarrillo
Aunque parezca la solución ideal cuando no hay un encendedor a mano, usar una vela para prender un cigarrillo indignará a los alemanes en la habitación y pondrá en peligro a un marinero. Se cree que en tiempos más duros, los marineros vendían cerillas durante el invierno para asegurar su subsistencia. No usar fósforos sería un atentado directo contra esos pobres hombres…
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No haga ruido los domingos
Al contrario de lo que muchos piensan, en Alemania, el domingo no es el mejor día para cortar el césped, aspirar las alfombras o lavar la ropa. En realidad ese es un día para el descanso y la tranquilidad. El empresariado germano ha empezado a atentar contra la costumbre de no abrir los negocios los domingos, pero sus vecinos se quejarán airadamente si usted sabotea su día de sosiego.
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No mezcle su basura
El del reciclaje es un asunto serio en Alemania: los desperdicios deben ser organizados correctamente. De no hacerlo, sus vecinos lo tratarán con desdén y al llegar a casa encontrará una nota del conserje en la puerta. Recuerde: el cubo de basura amarillo es para el plástico; el verde o el azul, para el papel; el marrón, para los desechos orgánicos; y el gris, para todo lo demás.
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¡Desnúdese!
No se sabe si la “cultura del cuerpo libre” (FKK, sus siglas en la lengua de Goethe) tuvo su origen en Alemania o no; pero es un hecho que sus habitantes respetan como nadie los espacios reservados para andar como vinimos al mundo: desnudos. No importan ni la edad ni el género ni la apariencia física: si no se quita la ropa en los sitios FKK, usted va a saber lo que es sentirse poco bienvenido.
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El tabú de las flores blancas
El protocolo de las flores en Alemania es complejo y no apegarse a él puede resultar embarazoso. Usted sólo debe regalarle flores rojas –sobre todo si son rosas– a las personas por quienes sienta interés romántico. Las blancas son consideradas flores de cementerio y suelen estar reservadas para los muertos. Para evitar meter la pata, lo mejor es que solicite la asesoría de un florista.
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¡Sea puntual!
Es recomendable pasar un buen tiempo en Alemania para percatarse de lo insostenible que son ciertos clichés. No todos los alemanes son puntuales. Sin embargo, la impuntualidad es un defecto que puede dañar la reputación de una persona. Si va a llegar cinco minutos tarde, llame, pida disculpas por adelantado y evite una confrontación desagradable. Una cita a las 6 es una cita a las 6.
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Sepa cuándo desear “feliz cumpleaños”
Aunque no es extraño que los alemanes organicen fiestas en la víspera de sus cumpleaños para que sus invitados los acompañen y esperen hasta la medianoche para felicitarlos, lo más común es que estas celebraciones se lleven a cabo en el día exacto del natalicio de los anfitriones. En todo caso, felicitar a un cumpleañero antes de tiempo “trae mala suerte” y es causa de reacciones indeseables.
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No pida agua de grifo
El agua de grifo en Alemania es de excelente calidad, pero pedirla en un restaurante, por ejemplo, no es bien visto. El personal puede molestarse y rehusarse a traerle “agua gratuita”. Si usted está de visita en una casa y pide agua de grifo, su anfitrión se esmerará en hacerle saber que también tiene “agua de verdad” para ofrecer, refiriéndose al agua mineral con gas.