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Nuevos implicados por el escándalo en Afganistán

26 de octubre de 2006

Seis personas han sido identificadas como presuntas responsables por la profanación de tumbas en Afganistán. Cuatro de ellas ya no forman parte del ejército alemán.

El escándalo ha ocupado grandes espacios en la prensa alemana.Imagen: AP

El Inspector General del Ejército Federal (Bundeswehr), Wolfgang Schneiderhan, ha confirmado que las sospechas se centran ahora en seis personas, de las cuales dos todavía son soldados.

A la espera de determinar qué tipo de acciones se emprenden contra los sospechosos si finalmente se demuestra su participación en los hechos, el ministro de Defensa alemán Franz Josef Jung, dijo que se emprenderá una revisión exhaustiva de los programas de capacitación de las fuerzas armadas.

Mofas y gestos obscenos

El ministro de Defensa, Franz Josef Jung, a la izquierda de la imagen.Imagen: AP

"Está claro que un comportamiento de estas condiciones no puede ser tolerado de ninguna manera, porque demuestra unos valores que son exactamente lo contrario de lo que nosotros inculcamos a nuestros soldados", ha asegurado Jung.

En una de las fotos se puede observar cómo una patrulla de soldados con uniformes de camuflaje y emblemas de la ISAF, a bordo de un vehículo todoterreno Mercedes del tipo "Wolf", manipulan un cráneo que ha sido colocado a modo de trofeo cobre el capó del todoterreno.

Gestos obscenos y mofas de todo tipo se pueden observar también en el resto de fotografías, cinco en total, hechas públicas por el "Bild". Según la información publicada por el rotativo, los restos procederían de una fosa común situada a unos 10 kilómetros de la capital.

Investigarán el "caso Kurnaz"

La publicación de las fotografías, además, coincide con la apertura de una comisión de investigación parlamentaria que abordará el caso de Murat Kurnaz, el ciudadano turco residente en Alemania que denunció haber sido golpeado por soldados alemanes durante su cautiverio en la prisión afgana de Kandahar.

Detenido en Pakistán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, acusado de colaborar con Al Qaeda, Kurnaz fue trasladado a la zona sur de Afganistán, más concretamente a la prisión de Kandahar. Allí, y según su versión de los hechos, fue golpeado por miembros del Comando de Fuerzas Especiales (KSK), un cuerpo de elite del ejército alemán.

La agresión, según su relato, tuvo lugar en enero de 2002. Posteriormente, fue trasladado a la prisión de Guantánamo en uno de los "vuelos secretos" que la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) llevó a cabo sobre Europa. Liberado en agosto pasado, Murat Kurnaz regresó a Alemania, donde posteriormente denunció los hechos.

El Ministerio de Defensa alemán reitera que no existieron malos tratos, aunque sí que ha reconocido que hubo contacto entre militares alemanes y Kurnaz. La comisión de investigación iniciará sus trabajos a inicios del mes de noviembre.

Libro Blanco desapercibido

Tanto la publicación de las fotografías por parte del "Bild" como la apertura de la comisión de investigación sobre el "caso Kurnaz" han ensombrecido la presentación del Libro Blanco para la Política de Seguridad de Alemania. En su comparecencia de prensa para dar cuenta de las líneas maestras en que debe asentar su actuación el Ejército Federal en los próximos años, el ministro de Defensa apenas sí ha tenido que responder a alguna pregunta referente al documento, pactado por socialdemócratas y cristianodemócratas.

En todo caso, Jung ha explicado que las Fuerzas Armadas deben estar preparadas para asumir un nuevo papel en lo que a seguridad interior se refiere. Según el titular de Defensa germano, en caso de "una amenaza terrorista contra Alemania desde el aire o desde el mar, posiblemente los medios policiales no serían suficientes". Es decir, que para ello se necesitan "los medios del Ejército Federal".

"Las estrategias de defensa ante los peligros exteriores acreditadas en el pasado no son suficientes contra las nuevas amenazas asimétricas", ha proseguido Jung. Potenciar los lazos de colaboración con la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el diseño de una estrategia de seguridad común en la Unión Europea (UE) y reforzar el papel de las tropas alemanas en tareas de pacificación y reconstrucción son otras de las líneas maestras del documento.

Prórroga en Afganistán

Coincidiendo con la aprobación del Libro Blanco, el gobierno alemán ha decidido también prorrogar la misión del ejército alemán en Afganistan. Esto supone que las tropas de elite de la KSK, algunos de cuyos miembros supuestamente habrían participado en la agresión a Murat Kurnaz, continuarían con su tarea en territorio afgano. Un centenar de soldados forman actualmente el contingente de estas fuerzas especiales en Afganistán.

La publicación de unas fotografías de soldados alemanes de uniforme profanando tumbas ha sacudido a la opinión pública alemana desde el pasado miércoles. Las imágenes, hechas públicas por el diario "Bild", corresponden supuestamente a soldados desplegados en Afganistán en el marco de la misión de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad) y habrían sido realizadas en la primavera del año 2003.

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