Unas 30 personas quedaron atrapadas en el hotel Rigopiano, en la localidad de Farindola, en la región de los Abruzos, tras ser sepultado por una avalancha, previsiblemente producida por alguno de los cuatro terremotos de magnitud superior a los 5 grados registrados ayer miércoles (18.01.2017) en el centro de Italia. La Protección civil del ayuntamiento de Penne, en la provincia de Pescara, explicó que ayer eran 22 los huéspedes registrados en el hotel situado en el macizo del Gran Sasso, en la cordillera de los Apeninos,  a los que hay que sumar los empleados del centro.

Los equipos de rescate se pusieron en marcha después de recibir ayer algunos mensajes de texto en los que se advertía de la avalancha, pero las condiciones del tiempo con intensas nevadas y más de cinco metros de nieve acumulados han hecho muy difícil el ascenso. La Defensa Civil, los bomberos y personal de rescate de montaña consiguieron llegar al lugar tras mucha dificultad, debido a las masas de nieve.

Dramáticos mensajes 

Poco antes, esos equipos habían recibido una alerta vía SMS: "Socorro, socorro, nos morimos congelados", informa el diario La Repubblica. Dos personas que estaban a la intemperie en el momento del accidente pudieron ser rescatadas. Ello ocurrió sobre las cuatro de la madrugada de hoy (19.01.2017), cuando llegaron con esquíes los primeros equipos de rescate del Cuerpo de los Alpinos y rescataron a Giampiero Parete y Fabio Salzetta. Eran dos de los huéspedes del hotel Rigopiano, que se encontraban fuera del edificio durante el alud y que pudieron refugiarse en un coche y advertir de lo sucedido. Un primer cadáver ya fue rescatado del interior del hotel. Se trata de un hombre. Al parecer, continúa la búsqueda de desaparecidos, en condiciones "dificilísimas". 

Según fuentes del ayuntamiento de Farindola, el primer equipo de rescate que llegó al hotel, lo encontró con algunos derrumbes y totalmente cubierto por la nieve. Pudieron ver algunas luces encendidas, pero no escucharon voces en su interior. A la zona también llegaron algunas ambulancias y otros medios de rescate que se van abriendo paso lentamente gracias a quitanieves.

MS (dpa/efe/lareppublica/ansa.it)