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O sole mio...

Gabriel González31 de octubre de 2003

Lo que nos faltaba. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha añadido a sus variadas actividades la de compositor de música. En Italia sale al mercado el primer disco con letras escritas por él.

Silvio tambien canta para George W. Bush.Imagen: AP

Mariano Apicella, de 40 años, era un desconocido artista que se ganaba la vida como músico callejero y que ha saltado a la fama gracias a su amistad con el jefe de gobierno y actual presidente de turno del Consejo europeo, al que acompaña a dúo con la guitarra.

Ambos se conocieron de manera casual, en mayo de 2001, en un restaurante de Nápoles en el que Apicella actuaba. El músico estaba afinando su guitarra cuando Berlusconi se presentó diciendo: “Buenas noches, ¿puedo presentarme? En el fondo somos colegas, ¿no?”.

Mariano ApicellaImagen: AP

Desde entonces Berlusconi le invitó a actuar ante numerosos visitantes ilustres, en especial en la mansión que el primer ministro italiano posee en la isla de Cerdeña. Con el tiempo, la pareja artística Berlusconi-Apicella fue ganando experiencia y maestría en las veladas nocturnas de la alta política.

¿Ahora también quiere mandar en la música?

El presidente ruso, Vladimir Putin, por ejemplo, ya tuvo el honor –o la desgracia según se vea- de apreciar las improvisaciones sobre obras maestras del repertorio napolitano. Dicen que a Putin le gusta la voz cálida de Apicella, especialmente cuando el primer ministro le acompaña al piano. Sin embargo, conociendo la mínima “expresividad” de la cara de Putin, debe resultar difícil averiguar sus verdaderos pensamientos.

Imagen: AP

De todos modos, el dúo Berlusconi-Apicella ha dejado de ser un privilegio de los mandatarios que frecuentan la residencia del “Cavaliere”. La compañía discográfica del tenor Andrea Bocelli ha facilitado los medios para que las canciones lleguen al alcance del pueblo italiano. Todo indica que la producción se convertirá pronto en un rotundo éxito comercial. “La gente pregunta por el disco de Berlusconi, y nosotros sabemos que se refieren al de Apicella”, dice la empleada de una tienda de discos en Roma. El álbum se titula “Mejor una canción” (Meglio una canzone) e incluye 14 canciones de amor y otros sentimientos profundos escritas por el primer ministro.

Cuando el “Cavaliere” bromea

El interes de Berlusconi por la música ya se conocía y él siempre ha confirmado que en su juventud animaba a los pasajeros de los cruceros con canciones melódicas. Según dice, la colaboración con Apicella le hace recordar los tiempos en que ejercía la profesión de cantante, animador y maestro de ceremonias. Aunque muchos opinarán, que esas experiencias del pasado le siguen sirviendo en el presente.

Como ya dijo Romano Prodi, su viejo enemigo y posible contrincante en los futuros comicios en Italia, “Berlusconi tenía que haberse dedicado a la canción”. Sin embargo, Berlusconi prefirió tomar las riendas de la Unión Europea y ofender a los alemanes. Basta recordar el primer debate de la presidencia italiana en el parlamento europeo, cuando Berlusconi, siempre dispuesto a probar sus dotes de bromista, tuvo la ocurrencia de proponer al portavoz de los socialdemócratas alemanes para el papel de un capo nazi en una película.

Efectivamente, Berlusconi aportó más a mejorar las relaciones germano-italianas cuando entonaba “O sole mio” delante de turistas alemanes, que como presidente de turno del Consejo europeo. Hay esperanza.

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