Handelsblatt, de Düsseldorf: “A diferencia de muchos otros políticos occidentales y astros de rock, que vinculan la recuperación de África con la continua entrega de fondos de ayuda, hace ya tiempo que Obama localizó la raíz de los males del continente en otro sitio: en sus elites corruptas y sedientas de poder. Con una refrescante claridad criticó la mala gestión de gobierno en el continente y la falta de disposición de sus habitantes a asumir de una vez por todas más responsabilidad por el propio futuro. El resuelto ‘yes, you can, Africa’ de Obama no significa sino que el continente debe cambiar. De todos modos, Obama ya no quiere aceptar como disculpa el pasado colonial al que África siempre vuelve a remitirse”.

Otro discurso memorable de Obama

Aftenposten, de Oslo: “Las verdades incómodas no son tan fáciles de comunicar en un discurso. El fin de semana, el presidente Obama hizo un intento que será recordado por largo tiempo. Hablando ante la Asamblea Nacional de Ghana, atacó duramente la corrupción y la mala gestión de gobierno que caracteriza a demasiados países del África. (...) Obama debería tener claro que con ello generó expectativas similares a las que despertó en el mundo islámico su discurso de junio en El Cairo. Las visiones pueden entusiasmar. Pero sin consecuencias concretas, se corre el peligro de que surja la decepción y la amargura”.

Compromisos del G8 deben ser cumplidos

La Croix, de París: “Sólo cabe alegrarse de que Obama haya utilizado la libertad de hablar que le brinda su propia historia. Eso puede dar valor a los africanos para acometer por fin sus problemas y construir una verdadera democracia. ‘Yes, you can’, exclamó el presidente, remitiéndose a su slogan electoral. Pero ¡atención!: sería lamentable si esas palabras verdaderas finalmente condujeran a legitimar una menor ayuda de los países ricos para el África. El G8 asumió en L’Aquila serios compromisos, sobre todo en cuanto a la lucha contra el hambre. Y esta vez deben ser cumplidos.”

Precario parche asistencial

Corriere della Sera, de Milán: “Cinco euros y 18 centavos por persona al año (...)- ésa es la suma aprobada por el G8 en L’Aquila para el África. Y ése es el motivo por el cual el Papa, con su denuncia de los ‘intolerables desequilibrios sociales e injusticias estructurales en el mundo’, puso el dedo en una llaga que sigue sangrando. (...) En relación con los 920 millones de habitantes de África, los 14.400 millones de euros aprobados no son realmente más que un precario parche para los problemas que muchos países pobres deben enfrentar debido a una crisis global de la que no son en modo alguno responsables”.

ER/dpa/afp

Editora: Claudia Herrera Pahl