El diario Politiken de Copenhague, con respecto a la postura del presidente estadounidense frente al conflicto palestino-israelí, opina : “Hay que poner a favor de Obama el que parezca tan decidido a no dejar pasar cuatro u ocho años antes de plantearse la cuestión. Desde su primer día en el cargo ha intentado lograr una solución pacífica. Su concepto de hablar también con el enemigo es un progreso inmenso en relación con su antecesor. Bush favorecía las ofensivas militares unilaterales y dejó al margen a todos aquellos países que pensaban diferente que la Casa Blanca”.

El periódico Rzeczpospolita de Varsovia enfoca las relaciones ruso-americanas: “La prueba del misil de Corea del Norte ha sido como viento en las velas del proyecto del escudo antimisiles estadounidense. Rusia y China desempeñan un papel protagónico en la solución del conflicto en torno a los programas atómicos de Corea del Norte y de Irán. Pero, ¿qué hicieron Moscú y Pekín cuando tanto el presidente de Estados Unidos como los europeos llamaron a una reacción decidida ante el test norcoreano? Bloquearon las nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a Pyongyang y cuidaron así de sus propios intereses”.

El rotativo Neue Osnabrücker Zeitung de Osnabrück resalta la visita a Turquía: “Obama subrayó enérgicamente la importancia estratégica de Turquía para la OTAN. Esto halaga, con razón, a Ankara y fortalece sus relaciones con Occidente. Este desarrollo es digno de apoyo, también con miras a construir otros puentes hacia el mundo islámico y especialmente hacia las regiones conflictivas en Cercano Oriente. La Unión Europea, por ello, debería estarle agradecida al presidente Obama por su gesto de amistad hacia Turquía. Esto es positivo para todos los implicados. Pero tal muestra de aprecio no significa que se acepte las insuficientes reformas internas de Ankara. Aquí la Unión Europea tiene que definir medidas más estrictas que la OTAN y que el mismo Obama”.

Por su parte el Independent de Londres subraya el carisma del mandatario estadounidense comparándolo con el del presidente John F. Kennedy: “Hemos tenido que retroceder hasta él [John F. Kennedy] para encontrar un político similar. Si Obama pretendía presentar a Estados Unidos como un nuevo global player, uno más colegial y más abierto hacia otras culturas, lo ha conseguido”.

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