La Repubblica, de Roma: “Esta decisión de Obama se esperaba, pero conducirá a que aumenten las críticas en el bando de la minoría liberal dentro de su partido. Dichos críticos observan cada vez más con lupa al presidente. Eso atañe a su decisión sobre el espionaje ilegal, que algunos juristas del Partido Demócrata catalogaron de ‘parecida, si no peor que la de George W. Bush’, y también al hecho de que (tras el aplauso cosechado por el anuncio del cierre de la prisión de Guantánamo) se recordara que siguen existiendo en el extranjero cárceles estadounidenses presuntamente muy similares a esa mazmorra en Cuba”.

“Decepción cubana”

Le Monde, de París: “Cuba brillará literalmente por su ausencia en la cumbre (de las Américas en Trinidad y Tobago). El destino de ese país no está oficialmente en la agenda, pero todos lo tendrán en mente, incluyendo a Obama. En toda Latinoamérica se es de la opinión, al igual que en Cuba, de que el ‘bloqueo’ –como se le dice en la isla- es una reliquia de la Guerra Fría, que ya no existe. (...) Obama goza en Latinoamérica, como en otras partes del mundo, de una gran simpatía. Pero, para no dilapidar mucho de ese capital en su primer encuentro con los jefes de Estado y de Gobierno de la región, debe encontrar maneras de aplicar un bálsamo a la ‘decepción cubana’, programada de antemano”.

El bando de la razón

La Stampa, de Turín: “Algunos han advertido, con cierta razón, que la política de Obama de extender la mano hasta ahora no ha resultado muy exitosa. Corea del Norte ha respondido lanzando un cohete de largo alcance, lo cual vulnera las reglas del Consejo de Seguridad de la ONU. Tampoco da la impresión de que Teherán se disponga a renunciar a sus esfuerzos por convertirse en ‘potencia atómica’, ya sea con fines pacíficos o belicosos. El alegato de Obama a favor de la incorporación de Turquía a la Unión Europea fue rechazado de inmediato por Francia. Además, los países de la OTAN ofrecieron un respaldo retórico a la nueva estrategia estadounidense en Afganistán, pero muestran poca unidad en el campo de batalla, como indicó el ‘Times’. Pero, en el trasfondo de todo esto, aún hay otro aspecto: mientras el Estados Unidos de George Bush consiguió aparecer como si representara al bando de la injusticia, el de Obama parece estar de parte de la razón. Y eso es importante”.

Transparencia impositiva

El Mundo, de Madrid: “Haciendo suya la máxima de que hay que predicar con el ejemplo, y en medio de una crisis en la que la opacidad ha desembocado en múltiples escándalos, el presidente de los EEUU hizo ayer pública su declaración de impuestos. Ahora todos los estadounidenses saben cuánto ganaron los Obama el año pasado -2,6 millones de dólares-, cuánto pagaron en impuestos, -933.206 dólares-, y cuánto donaron a organizaciones humanitarias, 172.050 dólares. Desde luego, más allá del gesto, la fuente de ingresos del matrimonio no podría ser más transparente, pues más de 2,4 millones de dólares provienen de los derechos por la venta de sus dos libros, Sueños de mi padre y La audacia de la esperanza. La actitud de Obama es en todo caso encomiable y debería ser emulada“.

ER/dpa