"Hemos detenido el avance mortal de Gadafi", dijo Obama en un discurso en el que se refirió a la política estadounidense respecto a Libia.

Obama agregó que Estados Unidos continuará presionando para que Gadafi deje el poder tras 42 años, pero expresó que usar la fuerza militar para desalojarlo del cargo sería un "error" que implicaría el riesgo de dividir a la coalición internacional y que requeriría la presencia de soldados en tierra.

Responder a una posible catástrofe

"Ya tomamos ese camino en Irak", dijo Obama, quien planteó que "el cambio de régimen allí se llevó ocho años, miles de vidas estadounidenses e iraquíes y casi un billón de dólares".

"No es algo que nos podamos permitir repetir en Libia", sostuvo.

De todas formas, dijo que Estados Unidos tiene la obligación de responder a una posible catástrofe humanitaria y que no hacerlo hubiera sido "una traición" de los valores de su país.

"Algunas naciones tal vez puedan cerrar los ojos frente a las atrocidades en otros países. Estados Unidos de América es diferente", agregó.

Aislar políticamente a Gadafi

El mandatario advirtió que va a llevar tiempo aislar políticamente a Gadafi y su régimen. "Pero debería estar claro para aquellos alrededor de Gadafi, y para cada libio, que la historia no está de su lado", dijo el mandatario, quien aseguró que el líder libio está "muy debilitado" e "intenta desesperadamente mantenerse en el poder".

Obama también se refirió a los 33.000 millones de dólares en cuentas del régimen de Gadafi congelados en Estados Unidos. Dijo que ese dinero va a ser utilizado para reconstruir Libia y que nunca va a ser devuelto al "tirano" Gadafi.

"Ese dinero no pertenece a Gadafi o a nosotros, pertenece al pueblo libio, y vamos a asegurarnos de que ellos lo reciban", dijo Obama.

El presidente, que recibió críticas en su país por la postura estadounidense respecto a Libia, considerada poco clara por sus detractores, defendió la intervención indicando que Estados Unidos tiene un rol limitado a la protección de civiles y el establecimiento de una zona de exclusión aérea bajo mandato de la ONU.

dpa
Editor: Pablo Kummetz