El diario alemán Die Welt, de Berlín, dice: “Obama tiene una tarea inmensa y Clinton una inmensa responsabilidad. Teorías como la de que Clinton quiere ver fracasar a Obama para suceder a McCain en 2012 como presidente hacen carrera hasta entre parlamentarios estadounidenses.

Posiciones como esa pueden envenenar a un partido. Los 18 millones de electores de Clinton sólo tienen una salida: aceptar a Obama como candidato de los demócratas. Si no lo hacen, el ganador será John McCain, el único candidato que ha sido prisionero de guerra fuera de Estados Unidos. Pero eso también sería un notable resultado del año electoral 2008”.

Obama tiene ángel, McCain experiencia

El periódico La Croix, de París, apunta: “La meta está lejos de ser lograda. Y los demócratas tienen que eliminar muy rápido el peligro. La épica lucha entre Obama y Clinton costó mucha energía y dejó muchas cicatrices. Esto le puede traer una derrota a los demócratas frente a los republicanos.

No hay duda: el ángel de Obama es uno de los mayores éxitos de este senador de Illinois. Pero eso no va a bastar. Obama tiene que presentar un programa para complementar su poca experiencia en política interna y externa. Su contrincante republicano es un hombre con valor y experiencia. La verdadera batalla comienza ahora.”

McCain: el republicano de centro

El rotativo austriaco Die Presse, de Viena, advierte: “Obama está muy lejos de vivir en la Casa Blanca, así no lo quiera aún comprender el grupo de admiradores europeos del carismático fabricante de frases de retórica volátil. John McCain, hasta hace un año aún tenido por una figura al margen de la arena política se ha transformado en el político ideal para los republicanos. Justamente porque no proviene de la derecha sino de centro.

Aunque haga dudar a los evangélicos, McCain es un candidato interesante para los independientes que socava la táctica de Obama.

Presentar a McCain como un apéndice de Bush no da resultado. El senador de Arizona, fue un incondicional contrincante del mismo Bush en las elecciones presidenciales de 2002. Pero hay suficientes ejemplos que demuestran que con sus posiciones liberales, McCain ha ido, a menudo, contra su partido.”