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“En Ciudad Juárez ser mujer es estar en peligro de muerte”

21 de diciembre de 2018

La pieza le da voz a las víctimas de femicidios y a sus familias. La mexicana Maribel Saldaña Márquez puso en escena en Alemania la obra de Humberto Robles.

Escena de la obra "Mujeres de arena" en Düsseldorf
Escena de la obra "Mujeres de arena" en DüsseldorfImagen: Barbara Schmitz

Son niñas, son mujeres, son asesinadas y muchos, -demasiados-, miran para otro lado. Como si no importara, como si no fuera para tanto, como si las víctimas se lo merecieran. Sucede en Ciudad Juárez, en México, donde, se estima, desde 1993 a la actualidad, han muerto más de 3.000 mujeres y más de 600 han desaparecido.

Y se las mata porque sí, porque son mujeres, porque son jóvenes, porque son pobres, y porque quienes lo hacen, pueden hacerlo. ¿Y los responsables? Bien, gracias. A la gran mayoría de ellos no se los encuentra, no se los investiga, y una arraigada cadena de silencios, complicidades e indiferencia parece incluso protegerlos.

Arte para cambiar el mundo

Ante esta realidad Maribel Saldaña Márquez, artista mexicana radicada en Alemania, sintió que no podía quedarse de brazos cruzados: "Desde esta posición de privilegio que tengo, por no estar en riesgo constante como lo está mucha gente en México, tengo la posibilidad y tengo la obligación de alzar mi voz”, dice a DW.

"Que sucedan cosas como que asesinan a mujeres y nadie alza la voz es muy preocupante, habla de una sociedad en descomposición”, agrega. Así, Saldaña Márquez, se dio a la tarea de denunciar la situación de su país. Como artista multifacética, -actriz, música y dramaturga- eligió hacerlo llevando a escena la obra de teatro documental "Mujeres de arena”, en una adaptación al alemán del original de su coterráneo Humberto Robles.

La voz de las víctimas

La pieza le da voz a las víctimas y a sus familiares. Y procura mostrar que las mujeres asesinadas no son un número, sino que por el contrario, tienen nombre, rostro, una historia y muchos sueños truncados. Allí están sus madres, sus hermanas, sus amigas, primas y maestras, y hasta el diario íntimo de una de ellas, dando testimonio del horror, de la sinrazón, de la injusticia, del dolor sin fin. 

"Soy una mujer vaciada, mutilada, naufragada en el dolor de vivir sin mi hija brutalmente, violentamente arrancada del jardín de mi corazón”, sostiene Eugenia Muñoz en uno de los textos que integran la obra, y es, al mismo tiempo, todas las madres de Ciudad Juárez.

Bajo la dirección de Saldaña Márquez, un elenco conformado por seis actrices, un actor y dos músicos, varios de ellos de origen mexicano, da vida a la puesta en escena. "Repetir sus palabras, sentir su sufrimiento y valentía. Ser portador del mensaje de estas mujeres y llevarlo a otras personas”, es lo que más ha conmovido al actor del grupo, Carlos Preisser, también mexicano residente en Alemania, al ser entrevistado por DW. "Como mexicano es un deber señalar lo que no se escucha, lo que nadie quiere escuchar”, completa Preisser.

"Ser mujer es estar en peligro de muerte”

Escena de "Mujeres de Arena"Imagen: barbara-schmitz.de

En Ciudad Juárez, ciudad fronteriza con Estados Unidos han proliferado las denominadas "maquiladoras”. Allí llegaron familias enteras en busca de trabajo. Y en particular, muchas mujeres. Desde entonces, la ciudad se ha convertido en una suerte de epicentro de feminicidios, por cierto ya extendido a otras regiones del país.

"Las matan, entre otras razones, para filmarlas y luego vender películas sádicas”, explica la directora. Y también analiza: "una masculinidad mal entendida, un sistema económico deshumanizador y, finalmente, un Estado fallido son los mecanismos de poder que atentan contras las mujeres y niñas en México”.

"En Ciudad Juárez, desde hace más de 24 años, quienes buscan a mujeres desaparecidas encuentran huesos en el desierto. Allí, desde hace 24 años, ser mujer y trabajar en una maquiladora significa estar en peligro de muerte. Allí, desde hace 24 años, los gobiernos cierran los ojos y se lavan las manos. En Ciudad Juárez nadie sabe y nadie supo”, dice a su turno Preisser en "Mujeres de arena”, y la sala escucha conmovida.

Con todo, la apuesta de la obra es hacia adelante. "El punto fuerte para mí no es mostrar la tragedia, sino las formas de contrarrestar estas barbaries, cómo podemos contribuir a que terminen la impunidad y la indiferencia”, afirma Saldaña Márquez. "Porque si nada pudimos hacer por el pasado, mucho podemos hacer para el futuro”, sintetiza Marisela Ortiz, cofundadora de la asociación que reúne a las famillias y amigos de las víctimas "Nuestras hijas de regreso a casa”.

*"Mujeres de arena” fue presentada en el Junges Schauspielhaus de Düsseldorf y ha sido invitada a varias salas del país.

(jov)

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