"Obra sin autor": una epopeya alemana impacta en Venecia
Jochen Kürten
5 de septiembre de 2018
El cineasta Florian Henckel von Donnersmarck no podía imaginarse un lugar mejor que el Lido veneciano para el estreno mundial de su nuevo film. "Obra sin autor" es un homenaje al artista estrella alemán Gerhard Richter.
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"Es el festival de cine más importante del mundo”, dice el director Florian Henckel von Donnersmarck a Deutsche Welle. "El Festival de Venecia es un reflejo de la historia”, prosigue, y se remite a la etapa de cercanía entre el evento cultural y el fascismo. "Al mismo tiempo, dio voz al nuevo cine de la década de los 60”. Precisamente en 1968, el León de Oro recayó sobre el cineasta alemán Alexander Kluge.
El fascismo y el arte, grandes temas de cine
Donnersmarck irrumpió con fuerza en el mundo del cine hace una década con su oscarizado drama "La vida de los otros”. Ahora, el cineasta vuelve a situarse en el centro de la acción del Lido veneciano. Su tercera película "Werk ohne Autor” ("Obra sin autor”) se estrenó mundialmente este martes (4.9.2018) en el palacio del festival veneciano. "Obra sin autor” trata sobre el fascismo y el arte de la década de los 60. El propio director advierte que no se trata de "una película en clave en la que los nombres reales están cambiados por nombres ficticios”. Y, sin embargo, el film se apoya en momentos decisivos de la narración en la biografía del pintor estrella alemán Gerhard Richter. En la película, el artista toma el nombre de Kurt Barnert. A lo largo de sus tres horas de duración, el espectador conoce su trayectoria. Su niñez transcurre durante la Segunda Guerra Mundial en Dresde, su querida tía lo introduce en el mundo del arte y visita una exposición de "arte degenerado”, el nombre que los nazis daban al arte moderno y extranjero. Su tía, síquicamente inestable, será posteriormente asesinada en el marco del programa de eutanasia emprendido por los nazis.
También una historia de amor
Kurt Barnert reaparece después en el film como estudiante de arte en la antigua RDA. No es capaz de aceptar los ideales del arte socialista. Se enamora de la joven Ellie, que le presta consuelo. Pero lo que Kurt no sospecha es que el padre de Ellie, un doctor, fue el responsable de la muerte de su querida tía. En un nuevo salto en el tiempo, el espectador asiste a la huida a la Alemania occidental de Kurt y Ellie. El joven continúa sus estudios en la Academia del Arte de Düsseldorf. Ahí tiene lugar una escena crucial: el profesor Antonius van Verten da al joven Kurt el empujón necesario para liberarse de sus corsés estéticos previos. Barnert comienza a plasmar sus propios recuerdos artísticos, como el destino de su tía asesinada. Sus obras recuerdan formal y temáticamente al arte de Gerhard Richter.
Obra temprana de Gerhard Richter
El propio Richter expuso individualmente por primera vez en 1964. El título de su exposición era "Gerd Richter. Fotos, retratos y familia". A partir de ahí comenzó el meteórico ascenso del artista, uno de los más importantes y cotizados de la actualidad. "Obra sin autor” narra sus comienzos hasta el punto de inflexión artístico. Después, tras 188 minutos de metraje, la historia de Kurt Barnert (alias Gerhard Richter) concluye.
"Me he tomado libertades a la hora de esbozar los personajes para relatar mi historia”, dice Donnersmarck. "No quería hacer un documental”. Después de tres horas de gran cine que incluye historia de Alemania, muchos actores conocidos, música dramática y una dirección en ocasiones efectista, nadie habría concluido que "Obra sin autor” es un trabajo documental. Pero los paralelos son evidentes. No solo es posible rastrear la biografía de Richter, sino que hay personas concretas con las que se puede trazar un absoluto paralelismo. Es el caso del profesor de arte de Düsseldorf Antonius van Verten, que no es otro que Joseph Beuys.
Visión del arte alemán
Pero "Obra sin autor” es, sobre todo, cine histórico. Una película sobre los crímenes nazis y sobre las doctrinas artísticas y la burocracia política de la RDA, pero también sobre el arte de la Alemania occidental, sobre Beuys y la abstracción. "Creo que toda gran obra de arte es una demostración de que es posible trasformar un sueño en algo positivo”, dice el director en referencia a una afirmación del propio Richter. Cuando al artista le preguntaron dónde reside el poder del arte, Richter respondió que la palabra "poder” no es la correcta, porque, para él, "el arte no tiene ningún poder, está ahí para consolar”.
Donnersmarck ha rodado una epopeya histórica alemana, pero el film tiene sus puntos débiles. Algunas secuencias, como las que tienen lugar en la Academia del Arte de Düsseldorf, parecen forzadas y artificiales en su intento de plasmar los debates estéticos del mundo del arte en aquel entonces. En general, es una película algo sobrecargada, aunque es cierto que tiene muchas cosas que narrar a lo largo de sus tres horas de duración.
Conmovedora historia
Eso es una pena, porque "Obra sin autor”, preseleccionada para el Óscar a mejor película en habla extranjera, tiene también escenas magníficas y conmovedoras. Solo la historia del pequeño Kurt Barnert y su tía hubiera dado para un film entero. El reencuentro del joven artista con el antiguo doctor nazi, que llega incluso a convertirse en suegro de Kurt, es un momento vibrante y emotivo. Los actores son maravillosos, sobre todo Tom Schilling en el papel principal convence con su mezcla de callada ira, sensibilidad y melancolía. "Obra sin autor' es una gran película sobre Alemania, desde Alemania y para el mundo”, dice Jan Mojto, que ha coproducido el film. Pero es una película que quiere narrar demasiado. Tras una primera proyección en el Festival hubo minutos de aplausos y ningún abucheo. Está por ver la respuesta del público internacional presente en Venecia y si finalmente recibe reconocimiento por parte del jurado del Festival.
Autor: Jochen Kürten (MS/ERS)
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Alemania, escenario de película
En el puente de Oberbaum, se filmó "Corre Lola corre", de Tom Tykwer, y el drama de acción "Desconocido" con Liam Neeson y Diane Kruger. Un viaje por locaciones desde Eisenhüttenstadt hasta el castillo de Neuschwanstein.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken
El puente Oberbaum
El puente de ladrillo rojo conecta los distritos berlineses de Friedrichshain y Kreuzberg. En "Desconocido" (2011), el taxi conducido por Diane Kruger sufre un accidente y cae al agua. Por su parte, Franka Potente, corre por el puente sobre el río Spree en "Lola Rennt" (1998).
Imagen: DW
¡Mira esta ciudad!
Desde el comienzo de la historia del cine, Berlín siempre fue tema y escenario al mismo tiempo: desde la "Sinfonía de una gran ciudad" de Walter Ruttmann (1927) hasta "El cielo sobre Berlín", de Wim Wenders (1987). Esta cinta, en la que aparece en forma destacada la Columna de la Victoria, es una de las pocas películas del cine alemán que muestra a Berlín como una ciudad dividida.
Imagen: Fotolia/Marcus Klepper
La cortina de hierro
Berlín todavía vive de su pasado. El director Steven Spielberg y el actor Tom Hanks llegaron a la capital alemana en 2014 para presentar una historia de espías de la época de la Guerra Fría. El lugar de filmación para el intercambio de agentes en la película "Bridge of Spies" fue el puente Glienicke en los límites de la ciudad de Potsdam.
Imagen: imago/Camera4
La orila de Paul y Paula
La legendaria y exitosa película romántica de la RDA "La leyenda de Paul y Paula" (1973) fue censurada en los cines hasta que el jefe de Estado germano oriental, Erich Honecker, levantó la prohibición. La trágica historia de amor también tuvo un efecto colectivo: desde 1988, la gente llama a la bahía de Rummelsburger, donde fue filmada, la "orilla de Paul y Paula".
Imagen: picture-alliance/dpa/Jens Kalaene
Con Lehmann en Kreuzberg
Uno de los numerosos trabajos sobre el estilo de vida en Berlín Occidental antes de la reunificacón es "Mr. Lehmann" (2003), basada en la novela del mismo nombre, de Sven Regener. El foco está en la vida bohemia de Kreuzberg y un lugar central es el restaurante Markthalle, donde debido al excelente cerdo asado, el Sr. Lehmann se enamora de Katrin, la cocinera.
Imagen: picture-alliance/dpa
La sede de la Stasi, una reliquia de la RDA
Un debut notable fue el del director Florian Henkel Donnersmarck con el drama de la Stasi "La vida de los otros" (2006). Esta cinta sobre gente que subestima al órgano de inteligencia en la Alemania oriental ganó en 2007 el Oscar a la mejor película en idioma extranjero. La obra fue filmada en la antigua sede del Ministerio para la Seguridad del Estado ubicada en la avenida Normannen.
Imagen: picture-alliance/dpa/ Jens Kalaene
Moscú también está en Berlín
Berlín ofrece una gran cantidad de locaciones para películas. Dado que muchas peliculas de ficción se producen en el amplio studio en Babelsberg, al espectador a veces le pasan gato por liebre. Por ejemplo, en "La supremacia Bourne" (2004), el edificio berlinés del "Café Moscú", que es onumento protegido, sirvió para grabar un encuentro entre agentes como si se tratase de la capital rusa.
Imagen: picture-alliance/dpa/Jens Kalaene
Agentes secretos en el Alster
Por supuesto, James Bond está en todas partes, también en Hamburgo. En el lujoso Hotel Atlantic, el agente 007, interpretado por Pierce Brosnan, miraba el río Alster desde el techo en el episodio "El mañana nunca muere" (1997) . El hotel también sirvió de locación para el drama de espías "El hombre más buscado" (2014).
Imagen: picture alliance/Arco Images GmbH/R. Erl
Caza-tesoros de arte en el Harz
La estrella de Hollywood George Clooney provocó un verdadero alboroto durante el rodaje de su película "Grandes Hombres" (2014) en Halberstadt, al pie de las montañas Harz. El primer ministro de Sajonia-Anhalt aprovechó la visita ilustre para hacer propaganda: "Hollywood y Clooney han reconocido la característica especial de Sajonia-Anhalt, lamentablemente muchos alemanes aún no lo han hecho".
Imagen: picture-alliance/dpa/K. D. Gabbert
Eisenhüttenstadt
Tomas en el municipio frente al mosaico de piedra natural de Walter Womacka en la película "¿Por qué?", dirigida por Bernd Böhlich. El escenario es ideal para películas que transcurren en la década de 1950.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Settnik
Görlitz, ciudad cinematográfica
En Görlitz se puede descubrir un mundo completamente fantástico. La ciudad más oriental de Alemania fue apenas destruida y ya fue restaurada. Muchos directores la han utilizado como locación. La arquitectura modernista de Görlitz se ve en "Grand Hotel Budapest", de Wes Anderson, con que abrió la Berlinale en 2014.
Imagen: DW/M. Gundlach
Monjes y asesinos en la Edad Media
El productor Bernd Eichinger y el director Jean-Jacques Annaud eligieron de entre 300 monasterios el antiguo convento cisterciense Eberbach, en Rheingau, para su adaptación de "El nombre de la rosa" (1986). El factor decisivo fue que el edificio histórico estaba preservado. El dormitorio de los monjes, por ejemplo, se convirtió en la sala de escritura con la puerta de la misteriosa biblioteca.
Imagen: Kloster Eberbach/Lechner
Los Estudios Bavaria
La película "El submarino" (1981) de Wolfgang Petersen pertenece a la gran historia del cine de Múnich. Los planos interiores sugieren claustrofobia y emoción; el casco del submarino fue creado en los legendarios Estudios Bavaria. El papel del teniente capitán fue interpretado brillantemente por el actor Jürgen Prochnow, que se hizo conocido internacionalmente.
Imagen: picture-alliance/KPA
Un genuino castillos de cuento de hadas
Cualquiera que ruede una película sobre el más celebre constructor de Baviera, no puede ignorar sus obras. En "Ludwig", de Luchino Visconti. (1972), el joven Helmut Berger interpreta al rey de los cuentos de hadas, entre las visiones y la locura. Sus castillos de Linderhof, Herrenchiemsee y Neuschwanstein son locaciones impresionantes, como por supuesto también las montañas y lagos de Baviera.