“Occidente tendrá dificultades con Rusia a largo plazo”
17 de junio de 2014DW: Por más de 20 años se ha intentado inducir a Rusia a una cooperación constructiva; sin éxito. Así lo dijo el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, al diario español El País. Rusia ve a la Alianza Atlántica como adversario. ¿Nos encaminamos hacia una nueva Guerra Fría?
Liana Fix: No estamos ante la amenaza de una nueva Guerra Fría. No tenemos ese tipo de pugna ideológica y tampoco una formación de bloques económicos. Además, Rusia dista de ser tan fuerte como lo fue la antigua Unión Soviética con el Pacto de Varsovia. Es cierto que Rusia intenta crear un nuevo centro regional con la Unión Económica Euroasiática, pero ella está en ciernes y no resulta claro si llegará a ser algún día tan fuerte como para poder competir con la OTAN en alguna forma.
La OTAN ya no percibe a Rusia como un socio, lo cual es comprensible dado que Moscú transgredió de manera flagrante las reglas de la coexistencia pacífica en Europa. No obstante, Rusia sabe que la OTAN no intervendrá militarmente en Ucrania.
¿Qué alcance tienen las palabras de Rasmussen cuando señala que la OTAN debe adecuarse a la nueva situación?
Por una parte, se trata de decirle a Rusia: estamos aquí y no lo aceptaremos todo. Por otra, se trata de tranquilizar a los países miembros del Este que, naturalmente, se preguntan: si Rusia comienza a aplicar una verdadera política neoimperialista en su vecindario, ¿nos respaldará la OTAN? Pero la credibilidad es reducida. Porque la OTAN puede decir “no aceptaremos esto”, pero mientras no esté dispuesta a intervenir militarmente en esas regiones, tales amenazas carecerán de credibilidad.
¿Cómo reaccionará ahora Rusia?
Por lo pronto, Rusia todavía está ocupada con las repercusiones de la crisis de Ucrania. Pero ya ha esbozado una reforma militar. Vemos un masivo reame ruso. Pero el país no puede, de ningún modo, competir con los recursos militares de los que dispone la OTAN.
¿Vislumbra un término del conflicto a corto plazo?
El conflicto en torno a Ucrania seguramente declinará en algún momento. Pero los problemas que tenemos con Rusia persistirán. Y ello no solo obedece a que Rusia reformuló su política exterior, con ambiciones más allá de sus fronteras, sino también a que esto coincide con un cambio de paradigma en materia de política interior, en dirección a una autocracia. En consecuencia, Occidente tendrá una relación muy difícil con Rusia por largo tiempo.
Liana Fix es experta en Europa del Este, de la Sociedad Alemana de Política Exterior, con sede en Berlín.